"Corto ciclos pintándome el cabello, ¿Algún problema con eso?"
Donde Letha Martin tiene que lidiar con los Cullen.
Fanfic inspirado en la saga Crepúsculo
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Justo esa misma tarde, como ya es costumbre Edward me esperaba mientras entrenaba con el equipo.
Toda la escuela ya se esperaba que la chica de Nueva York saliera con un miembro de la tan afamada familia Cullen, así que somos el centro de atención en cuanto a rumores se refería.
Algo que he estado notando durante estos últimos días, es el hecho que Bella se estaba alejando de mí, Angela y Jessica todavía no lo habían notado, pero yo si por que por muy pequeños detalles que eran, todavía los lograba a notar.
Y la interrogante de tal vez mi hipnosis no funcionó de la manera correcta, eso explicaría el porque Edward no puede leer su mente, podría ser un tipo de escudo, una habilidad de la que ella todavía no se percata.
El de ojos dorados me llevó a casa, sin embargo, tomó una ruta diferente.
—¿Estas seguro que me estas llevando a casa? —Le miré arqueando una ceja. —¿O acaso vamos a fugarnos justo como en aquellas películas de Hollywood?
Insinué de forma atrevida.
—Hay algo que quiero mostrarte. —Edward negó divertido. —No me molestaría fugarnos.
The less I know better empezo a escucharse en el auto, y al mirar por la ventana de este me sentía justo en el video musical. Incluso ya me había acostumbrado a la gran velocidad que Edward manejaba, en serio este vampiro no tiene sentido de autoconservación.
Fue entonces que se estacionó en un espacio Edward me abrió la puerta.
—Iremos caminando a partir de aquí. —Tomó mi mano. —Agárrate de mí.
Me subí a su espalda, y con una gran velocidad Edward subió por la gran montaña. Me aferré a su frío cuerpo, sin embargo, sonreí y lancé un pequeño grito de alegría.
Justo cuando llegamos a la cima fue que me baje de su espalda.
—Te has preguntado que es lo que pasa cuando nos exponemos al sol...—Edward se acercó a los rayos del sol que escapaban de las grises nubes. —Esto es lo que pasa. —Se empezó a desabotonar la camisa, y vaya vista que me estaba dando.
Letha esperaba cualquier cosa, en serio que lo hacía, sin embargo, no se esperaba que su novio brillara cuando se expone al sol. De una forma poética podría decirse que su piel podía verse como si tuviera miles de diamantes incrustados en su piel.
Sabía que no debía reírse, pero no podía evitarlo una carcajada salió de su garganta.
—L-lo siento... —Apenas podía respirar debido a la risa. —Es sólo que esperaba algo peor.
—¿Peor? Soy un monstruo Letha.
—Creo que ya hemos hablado de eso. —Negué mientras me acercaba y posaba mis manos en sus mejillas. —No vuelvas a decirte a ti mismo monstruo, por que no lo eres. —Le miré directamente a los ojos. — Eres mucho más de lo que realmente crees.
