DIÁLOGO Y PLATA

II LINDA BULLETPROOF

-No me hago derrogar Roger. (...) Sabes perfectamente que eso es mentira, jamás nadie ha reclamado mi ausencia. Quieren mis libros, no a mí. (...) No puedo vivir así durante toda mi vida, ¿sabes? Necesito más dinero, de hecho, lo quiero. Si el resultado es el adecuado, nadie pregunta por el proceso. (...) Sé que será un éxito, ¿acaso no te has informado correctamente de la fama que obtuvo Lazos de Diamantes ? La trilogía más leída del 2017, la más leída. (...) ¡No puedo esperar más! Necesito publicarlo, sé a ciencia cierta que esta novela no será menos que las anteriores, he dejado el listón muy alto, y si yo no soy capaz de superarlo, nadie lo será. (...) Estoy haciendo un favor a todos estos jóvenes escritores con hambre de mundo. Ellos quieren superarme, estar a mi altura, pero todos sabemos que eso no pasará. Si yo publico Las Hermanas Heathrow, los estoy ayudando, guiando. En realidad lo que les digo es que dejen la literatura, pero ellos no quieren interpretar mi mensaje, Roger. (...) Cuando publiqué mi primer libro, me consideraba una más en la industria, una mujer cuya vida se basaba en ganar algo de dinero compartiendo historias y pasajes poco comunes que la gente acabaría adorando. Aunque, claro está, desconocía esta última parte. Antes pactaba con la suerte, ahora pacto con el éxito. En mis principios, me dejaba llevar, donde hubiese dinero, allí estaba, rodeada de hombres que me decían qué hacer y cómo. Ahora, el dinero me persigue. Nunca pude imaginar que llegaría tan lejos, y a mis 53 años, sigo pensando que el momento en el que verdaderamente triunfé, fue cuando puse límites. Nadie controlaría mi trabajo, ni mi dinero. Lo que escribe mi puño, acaba en mi bolsillo. Si quieres acompañarme en el camino, bienvenido seas, pero si no, considérate prescindible Roger. Está semana publico Las Hermanas Heathrow ,  un placer hacer negocios contigo.

Linda cuelga, lanza el teléfono y se precipita directamente contra el suelo.  Cierra el portátil, apaga la lampara de la mesilla de noche, y cae rendida ante su mesa de trabajo.