—Calla, no lo defiendas en mi presencia.

—Hijo —su madre habló—, NamJoonie tiene razón, así es como funciona.

—P-Pero-

—Es mi hijo, Jin. —Por primera vez fue duro al hablarle, no le gustó la conversación. Por mucho que le enojase lo sucedido, su ex-omega tenía derechos como él—. Yo decido qué hago y qué no.

Un silencio reinó en aquella sala. Todos tenían una expresión seria, a excepción del alfa mayor, el cual sonreía por lo dicho de su hijo.

Todos lo observaron y él se encogió de hombros.

—¿Qué? —Dijo el hombre—, estoy feliz, hasta ahora, es lo más sensato que mi hijo a dicho.

—Papá... —El alfa menor casi solloza, desde lo ocurrido, su padre ya no le había sonreído de esa manera.

—Es así como deberías actuar, tomando tus propias decisiones, no dejándote llevar por instintos. 

El hombre se puso de pie y se retiró. Todos quedaron en silencio y sólo aquel alfa sonreía por lo que su padre dijo.

—Como sea... —Volvió a hablar Jin—, no tardes más y ve por mi sobrino.

El alfa se puso de pie y su madre igual, fue con él hasta la puerta y antes de que se marchara, la mujer habló:

—¿Cuándo aceptarás que no sólo es un cachorro?

El alfa se detuvo y la miró incrédulo.

—Mamá, sabes que-

—Un día te arrepentirás de ello.

El azabache quiso protestar, pero su madre cerró la puerta sin esperar nada de su hijo, sólo quería hacerlo entrar en razón y que por lo menos, viera una tan sola vez al cachorro, cosa que a Jungkook no le apetecía.

Aquel niño lo lastimaba, lo hacía pensar en su desgracia y de algún modo lo culpaba, si tan sólo no existiera, quizás pudo habérsele hecho más fácil el perdonar a su ex-omega.

Pero aquel niño producto de esa traición se lo impedía.

No tardó mucho en llegar a la casa, donde tocó el timbre y un lindo omega abría. El choque de miradas se instaló y ambos la desviaron cuando sus aromas trataron de mezclarse, esa era una muy mala debilidad.

—Oh, p-pasa... —El omega se hizo a un lado, con su cabeza un poco baja. La vergüenza aún lo abarcaba. Su ser sentía la necesidad de demostrarle sumisión y vergüenza por lo sucedido en el pasado—. S-Siéntate... Jungie no tarda en bajar.

—Bien. —Aunque no quería sonar frío y seco, lo hizo. El omega se estremeció y quiso llorar.

—¿Q-Quieres algo de beber? 

—Agua. —Su tono fue el mismo.

El omega volvió a estremecerse, pero corrió de inmediato a la cocina y soltar el sollozo que se le escapó. Dolía la indiferencia, pero se decía que lo merecía. ¿Qué esperaba? él..., ya no es nadie para ese alfa.

Sus manos temblaban mientras servía agua en el vaso, un poco de esta resbaló fuera. Respiró profundo para calmarse, sonrió y se dirigió de nuevo a la sala, entregándole el vaso. El alfa agradeció, bebiéndolo de inmediato, colocó el vaso en la mesa y cuando iba a decir algo, los pasos y gritos de su cachorro se escucharon mientras bajaba.

—¡Papá! ¡papá! —se tiró encima de su padre el cual lo estrechó con fuerza moderada—. ¡Ya estás aquí!

—Sí, cachorro. ¿Todo listo?

—Sip —Sonrió—, papi ya me preparó todo lo que ocuparé.

—Perfecto, entonces hay que irnos. 

—¿Ya? p-pero... ¿y Minnie? él también tiene que ir.

TaeHyung se congeló por lo dicho de su hijo, siempre le preguntaba el por qué su papá sólo le daba cariño a él y no a Minnie. Siempre evadía el tema o inventaba algo, le dolía decir la verdad, esa verdad.

Jungkook miró de reojo al omega, el cual estaba en un trance, por lo que supuso que su hijo no sabía y tampoco quería que supiera, así que optó por mentir.

—Lo sé, cachorro, pero M-Minnie... —se detuvo un momento al pronunciar por primera vez ese nombre, TaeHyung lo miraba completamente sorprendido—, ...está muy pequeño aún y necesita de tu papi, no podemos llevarlo.

El alfita puchereó, no quería dejar a su hermano, era su primera navidad. Quería pasarla con él.

—P-Pero es la primera navidad de Minnie... ¿por qué no la pasamos juntos todos? 

—C-Cariño... —TaeHyung tenía lágrimas en sus ojos, todo era su culpa y su hijo estaba sufriendo por ello—, está bien, Minnie es un bebé aún... y tu papá se divertirá contigo, vamos cariño... se un buen niño ¿sí?

—Lo soy, papi, pero... es mi primera navidad separado de ti y de Minnie.

—Piensa que es un proceso para convertirte en un verdadero alfa... Minnie y yo estaremos bien.

Sabía que con eso lo calmaría, últimamente se había vuelto un niño súper protector.

—Ok, papi... te amo.

Fue donde él y lo abrazó, transmitiéndole todo el amor que un niño pueda dar. El azabache miraba todo con adoración, quería llorar, extrañaba esos días, esos donde en estos momentos los estaría estrechando en un abrazo de oso. Desvió la mirada.

—Yo también te amo, bebé. —Depositó muchos besos alrededor de su rostro mientras el pequeño reía por ello—. Ve a despedirte de Minnie y yo iré por tus cosas.

El pequeño asintió con su cabecita desenfrenadamente diciendo un "ya vuelvo" para luego salir corriendo escaleras arriba.

Con una leve venia, TaeHyung le hizo saber al azabache que iría por las cosas de su cachorro. El alfa sólo asintió y se sentó de nuevo a esperar a que sus dos am..., a que bajaran.

Un tiempo después ambos bajaron, el pequeño venía sujetando la mano de su papi mientras sonreía.

—Listo, papá. —El pequeñín sonrió, abrazó de nuevo a su papi diciéndole lo mucho que lo amaba y que se cuidara.

—Vamos, cachorro. Sólo son unos días. —Reprendió el alfa al ver como su hijo se despedía.

—Lo sé, sólo que es la primera vez que siento que abandono a papi.

—Cariño~ no exageres, sólo serán unos días como dice tu papá. Diviértete. —Besó su mejilla y luego su frente.

—¡Lo haré! —Besó la mejilla de su padre.

El omega se posicionó firme y dejando de lado un momento su sumisión ante el alfa, habló mientras le extendía una pequeña maleta con cosas de su cachorro.

—Que no coma tantos dulces, se duerma antes de las ocho, que se bañe en la mañana porque ya en la tarde no querrá, abrigalo bien antes de salir, no le des sodas porque le provocan gases, ten cuidado que no consuma muchas galletas de tu madre porque luego le da dolor en su pancita, que no corra mucho y-

—TaeHyung —Lo cortó—, lo sé, tranquilo. Cuidaré bien de él.

Le dijo su nombre.

—Amm... bien. Cuídalo mucho.

Sus manos temblaban, esa sensación de dejar ir por tantos días a su cachorro era escalofriante. 

Fue con ellos hasta la puerta, recibiendo un último abrazo de su pequeño. Se sentía abandonado como su bebé le dijo. 

El alfa le dio una última mirada antes de que entrara al auto con su hijo ya ahí, el cual se despedía con su manito. TaeHyung sonrió con lágrimas en sus ojos despidiéndose de igual manera.

Si esto le afectaba, no quería ni pensar en lo que pasaría.

BM~

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Where stories live. Discover now