Capitulo 20

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El dia del festival terminé tan agotada física y mentalmente que pasé durmiendo todo el día de descanso.
Lamentablemente el grupo ganador del festival a mejor presentación fue uno en el cual Luca estaba incluido.
Chase fue el que más se enojó reclamando:

"¡NADIE HIZO UNOS CORAZONES TAN BELLOS!"

Los días pasaron y luego del incidente con Devan que me dejó pensando en todo lo que esta sucediendo preferí no toparmelo seguido.
La sensación dolorosa en mi pecho no se quita y en mi cabeza el estar haciendo algo malo se repite una y otra y otra vez.
Ahora sin las prácticas tengo mas tiempo para descansar y hacer tareas y ya no debo verlo todos los días... y lo extraño, pero se que lo correcto es no estar cerca de él, por más que duela.

-unos meses más y regresaremos a casa -dice Melva agotada.
-hoy toca adiestramiento -le recuerdo al ver que esta lista para dormir.
Ella se encoje de hombros y se levanta de la cama con pereza en sus movimientos.
Yo tampoco tengo ganas de recibir esa clase, el profesor se pone intenso y nos hace hacer cosas raras como vendarnos los ojos, amarrar nuestros tobillos con algún amigo, o incluso atacar a nuestros oponentes.
Al principio fue divertido, ahora entiendo cuando mi hermano decía que ese profesor esta loco.
Mi hermano aún no a dado señales de haber llegado a casa, aunque solo a pasado una semana desde que lo vi.

El pensar en mi hermano me hace recordar sus palabras sobre los Aquas y eso me hace sentir peor al saber que casi me beso con Devan.
¿Realmente quiero que el sea mi primer beso?
Si, si lo quiero pero al mismo tiempo no.
Me contradigo a mi misma cuando se trata de pensar en el chico pero esto está mal y va en contra de mis principios.
También presiento que estar con el me va a causar mucho daño y al preguntarle a Melva me a dicho que debo definitivamente alejarme de el, dejar todo en claro, después de todo somos adolescentes.
Y cuando somos adolescentes nuestra corteza frontal del cerebro aún no a madurado y no es bueno tomar decisiones a tan corta edad.

Yo no he buscado a Devan, y contrario a lo que iba pensar el tampoco me a buscado. Lo cual es algo bueno.

-¡Adestia mira lo que me envió mi Abuela!
-Melva entra a la habitación con una caja en manos -dejo mi tarea a un lado.
-¿Qué es eso? -pregunto con curiosidad mientras mi amiga saca una caja de madera con incrustaciones doradas.
-Es una caja musical -me presenta mientras quita la tapa. Dentro se encuentra un cilindro y una palanca.
Me quedo asombrada.
Las cajas musicales por lo general son bastante caras, para una familia normal representaría el dinero de un mes comprar una caja como esa.
Recuerdo entonces que Melva es del norte, ella es de una familia adinerada.
Melva le da cuerda y una suave melodía inunda la habitación.
-Puedes usarla cuando quieras Adestia, supongo que ayudará a calmar nuestra ansiedad con todo lo que está pasando...

Durante la clase de adiestramiento me pierdo en mis pensamientos.
No importa cuanto lo intente no logro avanzar más de la 3ra prueba.
Llego otra vez a la caída de agua, frustrada.
-¿tienes miedo? -me pregunta una voz a mis espaldas. Se de quien es la voz, Devan.
No le respondo. Un ventus pasa a nuestro lado mientras nos observa confundido. Después del ataque directo a Darawan la mayoría de los alumnos nos observan de forma extraña, eso y que por alguna razón siempre estamos donde está el peligro.
-te dejo -suelta Devan mientras el avanza. Tengo tantas ganas de quedarme en donde estoy y no seguir pero recuerdo algo que mi padre una vez me dijo "no importa cuan difícil sea, nunca te detengas"
Suspiro pesadamente y entro a la caida de agua.
Dejo que el agua me moje y entonces vuelvo a apresurarme, subo rápidamente y llego a la prueba de los Ignis. Siempre me quedo en esta.
Se que Devan a llegado a la última prueba aunque nunca acaba porque siempre se le acaba el tiempo y me frustra pensar que soy más débil que el, pero cada vez me intento sostenerme de las rocas volcanicas un tipo de fuerza me mantiene lejos de ellas y si las toco las rocas se deciden en hacerme caer.
-tu tampoco pasas de esta he -escucho otra voz detrás mía y esta vez observo a Allysa, la chica ventus.
-las rocas tienen un problema conmigo -le explico.
-yo tengo un problema con las rocas. Mis uñas se dañan y me cuesta tanto mantenerlas bonitas -la ventus suspira pesadamente.
-¿esperas conmigo? -me pregunta al ver que no me he movido.
Decido volver a intentarlo.
Empiezo a escalar, roca por roca lo más rápido que puedo y mientras avanzo empiezo a sentir las rocas calientes.
También siento como estas amenazan con soltarse y hacerme caer.
Aún así sigo adelante, observo que empiezo a ganar altura pero cada vez el tacto de las rocas es más caliente y siento que me voy a caer pero una fuerza extraña me empuja hacia arriba y entonces siento las manos de Gravity que me ayuda a subir a la plataforma.
-te debía una -me guilla el ojo.
-gracias -suspiro.
-esto es estúpido, sería mas fácil si nos ayudaramos entre todos los terras -masculla Gravity mientras ambas nos acercamos al inicio de la cuarta prueba.
-no es así como funciona y lo sabes, solo los más aptos sobreviven -le digo pero me corta.
-¿acaso no son una sociedad? -me pregunta y entonces se detiene de golpe.
-¿A que te refieres? -le pregunto.
-Que... no me gusta como funciona todo y no quiero ser parte de esta sociedad egoísta -tira cada palabra de golpe.
Mis sentimientos por Devan me atropellan. A mi tampoco me gusta como funciona pero no puedo cambiar la ley más importante de nuestros mundos.
-creo que piensas mucho -le digo para finalizar la conversación, aunque quisiera saber que es lo que le hace pensar de esa forma, algo me dice que no me dirá.

Adestia y el misterio del castillo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora