Apartament 801

INTRUSO

—Entonces ¿por qué estás con el ceño así? —preguntaba bajo Hoseok, entre sonrisas, a pesar de que el gesto de su chica no demostrara simpatía alguna.

Con sus dedos gélidos presionó el entrecejo de Beth quien sin dejar de fruncirlo, torció sus comisuras por la caricia de Hobi.

—Ya sabes. Quería una noche tranquila en casa. Tú, yo...

Tomando la muñeca de Hobi, Elizabeth la bajó de su rostro y suspiro en un pequeño mohín, que lo único que logro es hacer que a Hoseok se le nuble el juicio de ternura. Sí, nada de remordimiento. En secreto adoraba sus pequeños caprichos.

—Si sabes que las noches tranquilas no existen en el apartamento, cielo. Lo que a ti te molesta es la "gente nueva".

La chica abrió la boca para discrepar pero era cierto, lo sabía, y sabía que Hoseok también lo tenía en claro. Los primeros acercamientos con extraños le daban mucha pereza, para qué mentir, se dijo a sí misma, y terminó por encogerse de hombros.

—Da igual... —soltó bajo, haciendo a Hobi reír otro poco y ceder a sus ganas de apretarla contra él.

—Prometo que va agradarte Jimin.

Elizabeth hizo otro sonido con su garganta, que salió ahogado contra los abrigos de su novio. Y al final alzó la cabeza para mirarlo.

—Eso ya lo decido yo. —concluyó, recibiendo en su espalda y hombros los suaves frotes de las manos de Hobi, a quien comenzaba preocuparle lo rojas que se estaban poniendo las mejillas de su chica por culpa del frío.

Pero antes de lanzar cuestión alguna, la puerta trasera del teatro se abrió. Taehyung salía subiendo a tope la cremallera de su abrigo y dando el primer tiritar por el golpe de frío.

—Puto invierno... —soltó bajo, acomodando el bolso en su hombro y hundiendo las manos y rostro en su chaqueta—. ¿Jimin?

Preguntó mirando sobre su hombro, y con curiosidad, Beth impulso su cabeza contra el brazo de Hoseok, buscando al dueño de aquel nombre y al responsable de que su noche tranquila ya no lo fuera tanto.

Un muchacho un tanto bajito salió hundiéndose en sí mismo, tratando de evitar el frío. Los ojos enormes y negros era lo único que asomaba entre su bufanda azul Francia y su gorra de lana oscura. Allí, desde los brazos de Hoseok, Beth pudo verlos angostarse un poco cuando dio con ellos, y aunque el primer impulso fue devolverle la sonrisa, se sumergió un poco más en su novio, algo recelosa.

— "Capital partida entre turcos y griegos", siete letras.

Mandy, sentada en el mesón de la cocina, metió una fritura más en su boca y se encogió de hombros mientras masticaba, observando a su novio arrojado en el sofá, con Favorita durmiendo en su estómago y con el crucigrama frente a su cabeza, el cual bajó de inmediato al no recibir respuesta alguna.

—¿Nicosia? —contestó Beca, mientras sus ojos y manos aún continuaban en las verduras que cortaba.

—Ni... co... sia... por dios, que ratilla de biblioteca. —murmuró Jungkook, completando los casilleros.

—¡Ea! —celebró Mandy, poniendo un par de frituras en boca de Rebeca a modo de premio, quien las recibió al instante mientras seguía su tarea—. De todas formas... ¿cuál es la gracia de hacer un crucigrama así? No has descubierto ni una, desastre.

— "Deidad, divinidad", cuatro letras. —ignoró el morocho.

—Beca.

—Many.