Soulmate.

69 7 0
                                    

Richie Tozier jamás se consideró creyente de nada en lo absoluto, realmente no creía en una religión, no creía en las superticiones, no creía en la suerte, buena o mala, ni siquiera creía en la ciencia, él vivía la vida sin pensarla, porque para él pensar demasiado en cosas irrelevantes era una pérdida de tiempo valioso.

Pero las cosas se vuelven solitarias cuando te das cuenta que tu vida amorosa depende totalmente de algo en lo que nunca pensaste, en una creencia que se te inculta desde que naces pero tú nunca la tomaste en cuenta, simplemente la botaste a la basura porque no te importaba.

El hilo rojo del destino es un hilo invisible que te une con tu pareja destinada, este puede enredarse o estirarse tanto como sea posible, pero jamás podrá romperse.

Richie se detuvo en la parada del autobús, su carro se había averiado y se maldecía a si mismo pues detestaba usar el autobús, sobre todo porque no conocía los horarios y temía llegar tarde a su destino. Sacó su teléfono para observar los mensajes que había ignorado anteriormente.

—Puff, pura basura.—murmuró mientras apagaba el teléfono y volvía a guardarlo en el bolsillo de su pantalón.

( . . . )

Eddie Kaspbrak es una persona con una vida llena de preocupaciones, busca a su pareja destinada desde que era un niño y nunca ha podido dar con ella, no es porque sea un solitario hombre sin algo mejor que hacer con su vida, sino que hay algo qur lo obliga a buscar a ese otro extremo al que se encuentra atado.

Todos pensarían que el poder ver el hilo rojo sería una enorme ventaja y sería una gloria porque sabrías qur camino tomar, hacia donde dirigirte y que pronto encontrarías a quien vas a amar por el resto de la eternidad.

Para Eddie nunca fue así, su vida ha sido un caos lleno de enredos, teniendo que deshacer los nudos del hilo para poder continuar su búsqueda, yendo de arriba a abajo en busca de aquella persona a la que juraría amor eterno algún día en el altar. Muchas veces perdió la esperanza, muchas veces creyó que su búsqueda sería eterna hasta que llegara el momento de su muerte, y más de una vez se rindió causando que su búsqueda se retrasara, pero no pensaba caer de nuevo, estaba totalmente seguro de que la suerte le iba a sonreír ese día, todo iba a salir bien, ese era su día de suerte, lo sentía.

Caminaba sosteniendo todo el hilo que a lo largo de su vida había recolectado, su corazón se comenzaba a acelerar sin motivo alguno, simplemente empezó a latir con más rapidez, sintió como el frío de invierno se apartaba y el calor comenzaba a cubrirlo, ¿qué era esa sensación?, no estaba seguro, quería averiguarlo.

Comenzó a caminar con rapidez y en un punto sin darse cuenta comenzó a correr, la calidez aumentó y los latidos de su corazón cada vez eran más fuertes. Entonces el tiempo se detuvo por un segundo y la mano de Eddie tomó finalmente el otro extremó de aquel hilo rojo.

Levantó su mirada encontrándose con unos ojos cafés que no tenían vida pero al instante en que sus miradas chocaron de forma directa un pequeño brillo se formó en ellos.

—¿Eddie?—murmuró el hombre de quien sostenía la mano.

Los ojos de Eddie se abrieron de par en par al darse cuenta de quien tomaba la mano, Richie Tozier.

—¿Richie?

El nombrado bajó la mirada encontrándose con sus manos entrelazadas, un leve color rojo brillo en sus meñiques, ¿era lo que creía?, su corazón sintió una inmensa calidez. Volvió a levantar la mirada y sonrió.

—Me encontraste.

Eddie de igual forma sonrió, emocionado, finalmente sentía paz y todos esos hilos rojos que lo rodeaban se esfumaron.

—Te encontré.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Me encontraste (#ReddieWeek2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora