Y por segunda vez estamos esperando en la sala de espera de la consulta del psicólogo, solo que esta vez el que está más nervioso soy yo y además ella casi no me mira, la situación entre nosotros está tensa y ni siquiera sé por qué, pensaba que tras su llamada de noche estaríamos mejor, pero no parece que sea así, o tal vez sea solo por culpa de los nervios que ambos sentimos.
En cuanto el psicólogo sale de la consulta para pedirnos que pasemos, ella se pone tensa, muevo mi mano de forma automática hasta encontrar la suya y apretarla para transmitirle energía y apoyo, ambos nos miramos casi por primera vez desde que nos vimos, ella sonríe y yo intento devolverle la sonrisa de la mejor forma que puedo, a pesar de que no me apetece hacerlo. Los dos caminamos dentro de la consulta, ella se recuesta sobre el diván y yo me siento en una silla a su lado, esta vez no sujeta mi mano, cruza sus brazos bajo el pecho jugando con las mangas de su jersey. El psicólogo se sienta en su silla y abre una pequeña libreta apoyándola sobre sus piernas, después de echarle un pequeño vistazo, alza su mirada y sonríe ampliamente mirándola a ella.
- ¿Cómo te encuentras hoy?- ___ se encoge de hombros y suelta un gran suspiro.
- Nerviosa y un poco incómoda.- Yo me muerdo el labio inferior pensando inmediatamente que lo dice por mi, y al parecer él piensa igual porque en cuanto ella pronuncia esa palabra, su mirada se dirige a mi.
- ¿Incómoda por qué?- Vuelve a centrar su mirada en ella y yo intento relajarme mientras espero a que conteste.
- La sesión de ayer... Me ha hecho medianamente feliz mientras estaba aquí, pero después ha sido un problema...- Yo bufo y él me hace un gesto con la mano para que no lo vuelva a hacer.
- No es fácil compartir las sesiones con otra persona, siempre que quieras puedes pedirle que se vaya.- Ella me mira un segundo y después niega con la cabeza.
- Quiero que se quede.- Él asiente y suspira.
- Bien, me gustaría que nos remontáramos a la noche del accidente.- Ella se pone completamente tensa y deja de jugar con sus mangas, yo dudo sobre lo que tengo que hacer así que me mantengo al margen a pesar de que tengo ganas de abrazarla.- ¿Quienes estabais aquella noche?
- Ben, Matt y yo.- El psicólog asiente como si fuera un dato de lo más interesante.
- ¿Y qué hacíais antes de montar en el coche?- Ella cierra los ojos seguramente intentando recordar, estoy casi seguro de que todos los recuerdos de esa noche giran alrededor del accidente y que le será difícil recordar algo sin que las imágenes de ese momento se crucen por su mente.
- Matt y yo salimos a cenar... Solos... Lo solíamos hacer casi todos los fines de semanas...- Ella sigue con los ojos cerrados y su mano se mueve hacia mi, así que sin dudarlo ni un segundo la rodeo con las mías, ella suspira aliviada, tal vez pensara que no lo iba a hacer.- Y cuando acabábamos normalmente nos juntábamos con amigos, esa noche había una fiesta o no sé, algo parecido, Ben insistió en ir a buscarnos y así ir los tres juntos, yo no sabía en donde era la fiesta, pero no me gustaba nada la carretera por la que íbamos, no había casi luz y tampoco pasaban muchos coches.- Su mano aprieta con fuerza una de las mías y su voz empieza a temblar.- Ben solía conducir muy bien, pero esa noche le pasaba algo, no respetaba los límites de velocidad... Le dije que parara, que fuera más despacio...- Ella suspira y cuando abre los ojos los tiene llorosos.
- ¿Crees que lo hizo a propósito?- Ella se toma unos segundos para contestar.
- No creo que quisiera matar a su mejor amigo, pero sé que pasaba algo raro esa noche.- Él psicólogo asiente y se toma unos minutos para anotar cosas en su cuaderno, ella me mira y yo quito una de mis manos de la suya y la muevo hasta su cara para acariciarla con delicadeza.
- Lo estás haciendo muy bien, tranquila.- Ella asiente y sonríe apartando la mirada de mi para volver a centrarse en él.
