neuvième

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Al otro día ambos se vistieron normal para asistir a la universidad. Han era así como un chico prodigio que se saltó una clase entera cuando era niño por saber más que los de su clase, así que prácticamente iba en el mismo nivel que MinHo, pero estudiando carreras distintas. A Lee le interesaba danza y fotografía, mientras que a Sung le interesaba la composición y la música; por ende, tenían solo esa clase en común.

Cuando ambos iban ya caminando a la universidad una cabellera de colores rubios platinados con varias ondas se hizo presente un par de cuadras más adelante. MinHo se percató de ello y tragó en seco, no queriendo que Han se diera cuenta.

Pero sí lo hizo, y ahí estaba intentando llamar la atención de aquel chico.

Bang iba caminando tranquilo, pero al oír su nombre siendo llamado se giró para poder encontrarse con un MinHo mucho más cambiado fisicamente que antes y a un JiSung como toda la vida lo vió; bajo y de mejillas rellenas.

—Sung... Minnie

Lee sonrió de manera mecánica como solía hacer y sólo miró a JiSung, no queriendo realmente ver a Bang a los ojos. Este lo captó y miró ahora a Sung, quien se veía... ¿emocionado? No lo sabía ni el mismo.

—Ya creo que no necesito que me expliques nada, Chan. MinHo ya lo hizo —Sung habló con bastante ligereza en el asunto. —Si quieren pueden hablar los dos, yo me puedo adelantar. Hasta luego

Y así fue como Han practicamente corrió a la calle de al lado justo cuando vió a HyunJin caminando por ahí. Hace una semana se comenzaron a hablar y parecía que a ambos les interesaba la misma carrera, así que ahí fue junto al alto.

MinHo por otra parte estaba bastante incómodo de volver a ver a Bang. La última vez que habían cruzado una palabra fue cuando discutieron y todo su mundo se fue a negro.

—Lo siento

—Todo bien, Chan —MinHo no podía permitirse ver a Bang, era tan raro.

—No está bien, MinHo, se nota en..

—¿Mis ojos? —el menor interrumpió y comenzó a caminar de manera lenta, esperando a que el otro le siguiera el paso y cuando así fué se dignó a mirar al Australiano. —Cambié, Chan

—No has cambiado tanto, te ves extraño...

—Tengo depresión —admitió finalmente. Realmente nadie más lo sabía además de su madre, SeungMin y su jefe, aunque este último nisiquiera sabía que lo sabía. —Por eso bajé tanto de peso y me veo más cansado, es todo. Pero estoy mejorando

Bang tragó en seco y tensó su mandíbula, tomando más del peso que tenía sobre él y sus ojos se aguaron de manera inoportuna. Bien, eso sería más difícil de lo que había pensado, nunca creyó que MinHo podría llegar a caer tan bajo pero le impresionaba como podía seguir caminando normal, como podía parecer bien a los ojos de los demás y a los ojos de JiSung, ¿a caso el no lo sabía?

—¿Alguien más lo sabe aparte de mí?

—Mi mamá y SeungMinnie —miró al mayor, pero este no lo estaba mirando y supuso que eso lo alivió un poco. —¿Ahora me dirás que debería decirle a Sunggie? Sí, lo sé, estaba pensando en decírselo pero no es como si pueda llegar y decirle 'hey, prepárate, porque aquí vengo yo a arruinarte el día con una charla aburrida de mis problemas mentales'

—Él lo entenderá, Minnie. El debe hacerlo, se nota que te aprecia bastante y te escuchará si se lo pides —Bang miró ahora a Lee, quien también tenía sus ojos temblando por las lágrimas. —Lamento haber... Bueno... Haberte hecho mal esas veces, no estaba en mis cinco sentidos. Supongo que era una adolescente enojado con la vida y quería solo perderme

Min sonrió y se acercó a Chan para poder abrazarlo de manera bastante fuerte. Sentía que colapsaría en cualquier momento, realmente lo había extrañado a pesar de que fue un total idiota, pero se notaba en sus ojos que había cambiado, que ya no tenía malas intenciones ni nada por el estilo. Bang sollozó y abrazó también a Lee, sintiendo como al fin el peso de la culpa que había sostenido por tres años enteros se bajaba de sus hombros para no volver nunca más.

—Gracias, Minnie..

—No agradezcas, Channie. No he hecho nada bueno.

Y Bang negó soltando un suave suspiro, aún seguía siendo el mismo chico preocupado más por los demás que por el mismo.

°

Eran ya las siete de la tarde, todos habían salido ya de la universidad y MinHo estaba bastante nervioso. ¿Cómo podría decirle a Han de su enfermedad? ¿Y si dejaba de hablarle por pensar que es una carga? Él no era una carga.

O tal vez sí.

No lo sabía, no quería pensar en ello, sino entraría en vacíos existenciales toda la noche y no podría dormir sabiendo que al otro día habría clases y...

—¿MinHo Hyung? —Sung apareció y dió un leve empujoncito al cuerpo del mayor al verlo pensando en la inmortalidad del cangrejo ahí parado, mirando la nada. —¿En qué piensa?

—En cómo decirte que tengo depresión y me acabo de dar cuenta que no traje mis pastillas.

—¿Ah?

—Espera, ¿qué? —MinHo parpadeó un par de veces como solía hacerlo cuando estaba nervioso. —Me hackearon

—¿Es verdad que... Bueno, tiene depresión?

Lee mordió una de sus mejillas internas y asintió con su cabeza y un sentimiento de culpabilidad y estupidez inundó todo su ser. Había estado pensando en cómo decirlo todo el tiempo y se le salió se las manos tan fácil como eso, ahora lo triste sería enfrentar las consecuencias y ver cómo se lo tomaba Han.

—Eso es normal.. Es decir, no es normal, pero eso no cambia el hecho de que a mis ojos sea perfecto

—Sung, no soy perfecto.

—Lo es, Honnie —el menor sonrió de manera suave, como acostumbraba a hacerlo con las personas que quería en demasía.

Lee desvió su mirada sintiendo su corazón latir con fuerza, ¿por qué Han tenía que ser tan bueno con él? No entendía, realmente no tenía idea, le hacia querer llorar como todas esas veces que SeungMin lo trataba bien y hacía que su autoestima subiera o lo hacía reír con sus tontas caras raras.

—No llore.. —Han puchereó y se acercó al mayor para poder abrazarlo con fuerza y protección, pero Lee le miró extrañado, ¿llorar?

—No estoy.. —su voz tembló, ¿qué le estaba pasando? Sintió como su mejilla era mojada y recién ahí se dió cuenta que estaba quebrándose.

A veces detestaba que sus sentimientos subieran y bajaran sin preguntarle o incluso sin avisar. Que su cuerpo actuara como si no fuera él realmente. Todo era tan enredado.

—Lamento si pasan cosas como estas en un futuro, me estoy arreglando —Lee correspondió finalmente al abrazo, sintiendo su corazón oprimirse.

—Quiero ayudarlo a sentirse reparado —Sung cerró sus ojos mientras seguía abrazando al mayor con fuerza.

Porque los dos estaban bien.

Todo estaba bien.

1170 palabras.

ç'est bien | minsung / hanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora