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Me dolía la vida, la cabeza, el cuerpo, el alma todo. Maldito Erick quería puro matarlo, sacarle la cresta, de hecho había pensado durante la noche todas las formas de matarlo, podría ahogarlo en la piscina, tirarlo de una zanja, ponerle un bicho venenoso en su ropa, o no sé. Solo sé que lo odiaba, no podía creer la hueá que había hecho, no podía creer que el maricón tuviera esposa y me hubiese estado utilizando a mí como su amante. Tenía tanta rabia en mi cuerpo que en verdad no sé qué haría.

Me levanté, me duché y me vestí, estuve enrabiada todo el rato. Necesitaba golpear algo o a alguien, ojalá al Erick, sinceramente no lidiaba bien con las decepciones, no iba a llorar porque no era una llorona, me costaba llorar, pero sí que podía pegarle a algo...

Salí de mi pieza dispuesta a ir donde la esposa del Erick a contarle toda la mierda, porque no podía con este secreto, o sea siempre mi relación con él se supone que fue un secreto para que mi padre no supiera, pero aunque no hubiese existido ese impedimento demás que el Erick iba a querer que fuera un secreto po, si tenía esposa...

Salí de mi pieza indignada, justo cuando salí una figura alta me agarró del brazo y me metió dentro de mi habitación. Era el objeto de mi furia, el estúpido al que quería matar. Agarré lo primero que pillé que fue un cojín y se lo lancé por la cabeza. Él se agachó y lo esquivó. Después agarré el control remoto y cuando iba a tirárselo me agarró la mano imposibilitándome hacerlo.

—No me toques, asqueroso—espeté.

—No pensabas que era asqueroso anoche, cuando gritabas mi nombre mientras yo...

—¡Cállate! —grité impidiendo que dijera algo que me hiciera sacarle la cresta—Mira hueón infiel asqueroso, yo ahora mismo iré donde tu esposa a contarle toda la mierda. Ella no se merece esto—él rodó los ojos.

—Obvio que no, por eso mismo tú no le vas a contar nada porque si no lo recuerdas, esto es un secreto y no precisamente porque yo lo pedí, sino que tú... Si tú hablas con la Sofía a mí se me puede soltar la lengua delante de tu padre y bueno podría decirle que en vez de trabajar como él quería andas seduciendo y tirándote a los jugadores, distrayéndolos. Y adiós el sueño de ser futbolista—dijo. Apreté los puños con fuerza, luego los levanté y comencé a pegarle en el pecho.

—Imbécil desgraciado, púdrete—dije mientras seguía pegándole. Él me agarró de las muñecas y aunque forcejeé no me pude liberar porque obvio aunque tenía esos brazos flacuchos, igual era más fuerte que yo—Te odio.

—No, no lo haces—dijo. Sin soltarme los brazos para que no le pegara, ¡Me besó el muy conchesumadre! Me removí un poco intentando alejarlo, pero fallé en el intento, sus labios eran embriagadores, me encantaba. ¡Por la chucha! ¡Agustina acuérdate que el hueón tiene esposa! Ay pero a la mierda, me dejé llevar por el beso, aunque expresé toda mi rabia en él, tanto que le mordí el labio y luego sentí el sabor metálico de la sangre. Que beso más bueno por la chucha...—¿Entonces le vas a contar? —preguntó cuando se alejó de mí. Mi respiración estaba agitada, en cambio la de él no, se veía muy normal. Aunque sus labios estaban hinchados, probablemente igual que los míos.

—No—rodé los ojos—no saldrá ninguna palabra por mi boca—Él me dio una sonrisa de oreja a oreja.

—Muy bien, así me gusta bebé—me guiñó el ojo—Te veo luego—dijo y salió muy campante por la puerta...Uy imbécil.

Igual no podía arriesgarme a que mi papá supiera entonces no le contaría, pero tenía un plan mejor, me haría la amiga de esa tipa y la ayudaría a desenmascarar al Erick, de igual manera haría que ella se enterara de la traición del hueón...

Salí de mi pieza en busca de la tipa, pero di de lleno con un cuerpo fornido. Hoy era el día en que nadie me dejaba salir de mi pieza. El cuerpo con el que choqué era el Nico.

—Hola Agus—dijo él con una sonrisa en su rostro. Intenté devolverle una sonrisa, pero en verdad no podía, no estaba de ánimo, solo estaba de ánimos para acuchillar al Erick, pero ya que no podía, tenía que seguir el plan B.

—Hola Nico—dije.

—Oye ¿estay bien? —preguntó observándome

—Sí, estoy re bien—respondí. Solo quería ir donde la esposa de este hueón y comenzar con el plan.

—No estás bien—puntualizó— ¿Qué pasó anoche? —preguntó como analizando mi rostro.

—Nada—solté. Solo quería escapar de ahí, pero él no me dejaba pasar.

—Agus, como que toda la selección sabe que te peleaste ayer con el Erick en el pasillo—¡Ay no por qué! —Onda los escucharon y obvio que el rumor corrió más rápido que Usain Bolt.

—Hueones copuchentos—solté. Suspiré—Alguno de todos los sapos me podría haber dicho que el Erick tenía esposa po...

—Agus, lo intenté muchas veces, intenté decírtelo, pero tú no me quisiste escuchar y ayer el Erick no me dejó contarte...—ay en verdad sí, el Nico me quiso decir y yo ¿qué hice? Le di un beso para callarlo.

—Soy una estúpida—dije—no quise escucharte y además pesqué a ese otro hueón en vez de a ti, cuando dije que no iba a pescar a ninguno de la selección o al menos hasta que terminara este trabajo. ..

—Bueno, tú sabes que estoy disponible para cuando quieras, y soy mejor que ese idiota, no tengo esposa, ni polola ni nada—se encogió de hombros—además estoy más rico—solté una risa. Se creía poco.

—Oye ¡Qué ofrecido tú! Hazte un poco de rogar aunque sea, fácil—El Nico se rió. A pesar de su aspecto de Bad Bunny tenía una risa bonita.

—Cuando hay una mujer bonita en frente de mí no me hago nada de rogar—rodé los ojos.

—Ya, jote. Basta. Te apuesto que le dices eso a todas. Yo no caigo tan fácil como tú—vi al Erick al final del pasillo, ¿Qué hacía ahí psicopateándome?. Tenía dos opciones, o no hacer nada o enfocarme en el Nico...—Bueno solo caigo con tipos tatuados que tienen esposa...

—Já, no te lamentes Agus, si total no vale la pena ese hueón. Olvídalo...

—Tienes razón, guachito—dije. E hice una estupidez como siempre. Besé al Nico. ¿Por qué soy así? Mis ojos estaban abiertos y vi al Erick mirarme, darme una mirada fea y alejarse. Luego de que el hueón se fuera, cerré mis ojos y disfruté del beso con el Nico, si igual no estaba nada de mal, excepto porque su estilo de Bad Bunny que no me gustaba mucho... Y porque no era el maldito Erick infiel...

—¡Agustina Moreno! —¡CONCHETUMADRE! Me separé del Nico como si tuviera la lepra y luego miré al hombre que había dicho mi nombre, es decir, mi padre, oh, oh estoy en graves problemas...

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 Holi!! Cuando me inspiro en Secreto, pierdo la inspiración en Culpables y al revés ¿Por qué soy así? :( Espero que les guste el cap, espero sus votos y comentarios mijas.

Tengan una linda semana

Fran

Secreto || Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora