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—lucy-san, rogue-san, rufus-san, están peleando?— esa voz, me di vuelta para verla, me lance a ella abrazarla.

—yu-yukino— llore mientras le abrazaba con mucha fuerza —regresaste!

—ya estoy en casa lucy-san— dijo mientras aceptaba mi abrazo, a los segundos se nos unió rogue y Rufus, un gran abrazo cálido era lo que sentía —por que estaban discutiendo?— rompiendo el abrazo, supimos que no sólo íbamos a romper eso.

—que te lo explique lucy— cruzado de brazos dijo rogue.

—yoo—salvada por la campaña, el timbre nos señalo la hora para entrar a clases —te lo explicó a luego, encerio!

—de acuerdo, pero y sting?—

—que te lo explique Lucy— dijo rogue nuevamente mirándome con el ceño fruncido.

—te lo explicaré luego de clases— dije —o eso intentaré— susurre lo último mientras caminaba a mi aula.

[...]

La horas de clase acabaron, aunque para mi las  clases acabaron al momento de pensar en como explicarle todo a yukino, ella me dijo que cuidara a sting y todo eso lo opuesto a lo que hice.

—que no me haya esperado— pensé mientras caminaba a la salida —Natsu ayudame...—pensé.

—Lucy-san— y ahí estaba ella parada en el portón con su mochila en la mano —por fin sale, llevo 20 minutos aquí parada esperando.

—lo siento, yukino por la tardanza— dije —quieres ir a caminar.

—si, y si por el camino nos encontramos a un heladero compramos unos— asentí.

En el camino estuvo en silencio, ella comiendo su helado y ya intentando comer el mío, no quiero ver su reacción...

—por que dejastes ir a sting— su pregunta me sorprendió no me lo esperaba, ¿quien se lo dijo? —rogue me contó todo, Lucy— como adivino?

—yo...

—cállate!— dijo alzando el tono de su voz, sus ojos eran tapados por su flequillo —lo dejate ir! El te quería! Por que tu no lo quisiste!

—cálmate, estas llamando la atención— dije

—que me calme, Lucy eres un maldita, el te quiso por que tu no a el, yo lo deje ir para que estuviera contigo pero desperdiciaste eso!— lágrimas salían de sus ojos —sting te amaba como yo a el!

—yu-yukino..

—yukino nada, Lucy eres la peor, no mereces estar aquí sting todavía pudo haber Estado aquí en vez de ti!— se levantó y me lanzo su helado el cual cayó en mi ropa y cara.

Ella se marchó y me dejó sola ahí parada, con mis lágrimas combinadas con el helado, más el frío se estaba haciendo presente. Lo único que pude sentir fue como una sudadera me cubría mis hombros y alguien me acercó a el y me dio un abrazo, su aroma varonil llenaron mis fosas nasales.

—todo estará bien, luce— y terminó estallando en llanto, siendo acariciada en mi cabello.

LO QUE ME FALTABA,ES QUE LOS POPULARES ENTREN A MI VIDA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora