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«Él es un hombre peligroso.

Él tiene sangre en sus planes.»

Dangerous man – Dwight Yoakam.



Luego de lo sucedido en las duchas nos despedimos de Kyle, quién amablemente le entregó una de sus camisetas a Will, y regresamos a mi hogar para que pudiera cambiarme.

Durante el trayecto pensé en más cosas de las que podía siquiera procesar. Comenzando con la muerte de los padres de Will, luego su mudanza al Reino Unido, su relación con Emily, las apuestas, las peleas, las cicatrices... todo aquello se relacionaba y había marcado su vida, no tan solo emocionalmente, sino también físicamente.

No intenté que me diera explicaciones o que me siguiera hablando sobre sí mismo, seguramente estaba abrumado y lo ocultaba tan bien, como siempre había hecho con cada uno de sus sentimientos, que no pude notarlo.

Mis dedos estuvieron entrelazados con los suyos durante todo el trayecto, pero aun así no hablábamos. Por primera vez el silencio no era incómodo, ambos teníamos espacio para pensar sobre todo aquello que era nuevo para nosotros; para Will hablar sobre su vida y para mí comenzar a ver más claramente las cosas.

Cuando estacionamos frente a la casa, Jennifer y Matthew salieron tomados de la mano y nos invitaron a ver una película junto a ellos, como una especie de cita doble, pero me negué. Le había prometido a Will que cenaría con él en su departamento esa noche y probablemente nada me haría cambiar de opinión. Quería estar con él y nada más que él.

Dejé a Will en mi habitación mientras me cambiaba en el cuarto de baño ya que aún seguía algo avergonzada por lo que había pasado en mi habitación horas antes. Era totalmente extraño que tan solo por haber soltado un pequeño gemido en su boca me sintiera de esa manera. En algún momento tenía que suceder.

Me vestí con un simple vestido negro con tirantes y salí descalza del baño mientras peinaba con mis dedos mi cabello. Will estaba medio acostado en mi cama lanzando al aire una bola de cristal que me había regalado Halley poco antes de que conociera a Will. Pensar en ella me estremecía, no habíamos hablado por días y jamás habíamos pasado tanto tiempo sin hacerlo.

—Ya, deja eso —dije atrapando la esfera en el aire.

—¡Oye! —se quejó mientras yo la dejaba en su lugar.

—Halley me la obsequió —comenté e hice una mueca de tristeza.

—Siento haberme metido en su amistad, no quería que tú y ella se pelearan.

—Sé que quisiste evitar que la viera junto a Jared, pero Charles está tras nosotros gracias a ella y su hermano —me encogí de hombros intentando fingir que no me importaba.

—Si no hubiera sido por mi nada de esto...

—Olvídalo —interrumpí antes de que comenzáramos otra vez la misma discusión.

Will ladeó su cabeza y mantuvo la mirada en mí, una sonrisa juguetona apareció en su rostro.

—¿Qué?

—Luces bien —dijo con una sonrisa aún más grande. Amaba cuando sonreía.

Terminé de arreglarme mientras Will no dejaba de decir cosas agradables sobre mí y como me veía, incluso dijo que mis simples ballerinas negras me quedan a la perfección.

Cuando estaba a punto de comenzar a maquillarme Will me pidió que no lo hiciera ya que le gustaba tal cual era. Esa declaración me hizo tan feliz que pasé del maquillaje y usé solamente bálsamo para mis deshidratados labios.

SCARS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora