Sin ni una otra distracción, cierro mi cartapacio y camino hacia mi clóset. Agarro un par de pijamas y una camiseta lisa blanca. Me pongo la ropa, quitándome mis jeans junto con mi suéter negro. No pasa mucho tiempo para cuando ya estoy tumbado en la cama. Mi cuerpo no parece reaccionar cuando trato de pararme y meterme bajo las sábanas, tal vez estoy muy cansado para eso. Lentamente empiezo a quedarme dormido.

-Buenos días, rayo de sol. 

Mi mama tiene una tendencia de llamarme 'rayo de sol' todas las mañanas, y en verdad no sé por qué. Tal vez era porque era la única que le queda en su vida que hiciera su día feliz y su día brillar.

Salgo de mi cama y camino hacia mi baño para lavarme la cara y cepillarme los dientes. Una vez que termino, camino de regreso a mi cuarto, buscando entre mi ropa tratando de encontrar algo para ponerme. La sudadera negra de Vans entra en mi vista junto con jeans obscuros. No pasa mucho tiempo para cuando estoy poniéndome la ropa. Una vez que termino de vestirme, bajo las escaleras pasando a la cocina para tomar una mordida al pan tostado que mi madre tenía en un plato sobre la mesa.

-¿A dónde crees que vas? -me detiene

-A la escuela, ¿a dónde más? -le contesto con la boca llena de pan, esperando a que llegue mi sermón de no hablar con la boca llena.

-¿No quieres que te lleve?

-Está bien, tengo ganas de caminar hoy. -ya estoy en mi último año de preparatoria. No necesito que mi mamá siga llevándome a la escuela, ésta es una forma de comenzar a ser independiente. Además, caminar es un buen ejercicio por la mañana.

Hoy me siento seguro de mí mismo, por alguna razón desconocida. Me siento bien. Camino fuera de la casa y empiezo hacia la dirección de la escuela, será un camino de una hora para poder pensar de varias cosas. No hay por qué preocuparse de llegar tarde, después de todo, tengo primera hora libre y apenas son las 7:30am cuando el segundo periodo empieza hasta las 8:45am.

...

El camino fue largo, aunque sí ayudó a despejar mi mente de cosas. Me puse a pensar que tal vez Harry se había mudado. Perderse una semana de escuela en verdad no tiene escusa. Aunque aú así  pudo haber estado enfermo o algo, pero a mi no me pareció que estuviera enfermo la última vez que lo ví. Sólo las posibles soluciones llenan mi mente.

Por fin llego al frente de la escuela 10 minutos antes de que suene la campana para que empiece el segundo periodo. El tiempo libre que me queda es útil para organizar mi casillero. Y eso es lo que hago en mi tiempo libre, organizar mi casillero. Dos minutos en ésto y escucho un par de pisadas al final del pasillo. No llaman mi atención siendo que estoy seguro que hay maestros o empleados caminando alrededor, ¿qué sabré yo?

Las pisadas empiezan a sonar más fuerte y más cerca cuando de repente paran.

-¿Louis? -la voz viene de como 5 casilleros a lo lejos, su voz es profunda, calmante al mismo tiempo y estoy segura que la he escuchado antes. Es demasiado familiar.

Volteo a ver y ahí está él, sus ojos verdes mirando hacia mi dirección y su obscuro cabello empujado hacia atrás y rizándose en las puntas. Harry.

-¿Me estás hablando a mí? -le pregunto, apuntando hacia mi pecho y me doy cuenta de lo estúpido que sueno porque él acaba de llamarme por mi nombre y somos los únicos en el pasillos, otravez. ¿Cómo sabría mi nombre, en primer lugar? Por la clase de Francés, tal vez.

-Tu nombre es Louis, ¿No es así? -pregunta mientras sube una ceja con sus labios en una línea recta.

-S-sí.

-¿Qué haces aquí afuera?¿No tienes clases o algo? -¿acaso es su problema lo que yo esté haciendo aquí afuera?

-No. -le respondo fríamente.

Locker 17 Spanish VersionWhere stories live. Discover now