Lost Boy (Stony Au)

Epílogo

Hemos llegado al final, gracias a todas las personitas que se tomaron el tiempo de leerla, este epílogo va dedicado a cada una de ustedes que votaron y comentaron a lo largo de la historia.
Si la amaron he de decirles que se pasen por el perfil de NotEvenCloseToStraight en AO3 y dejen sus kudos.

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"Joder demonios Steve". Tony dejó caer la cabeza hacia atrás y se mordió el labio ensangrentado tratando de acallar un grito.

"Quiero oírte bebé". Steve gruñó en su oído, clavando a Tony más fuerte en la pared y empujando más fuerte. "Sabes que me encanta escucharte. Venga. Más fuerte."

"Hipocrita. Biblioteca. Tengo que estar callado." Las manos de Tony se arrastraban por los hombros de Steve, bajando por sus brazos, rasgando el papel de la pared tratando de encontrar algo a lo que agarrarse cuando Steve tocó fondo dentro de él nuevamente.

Los pantalones de Tony habían sido arrojados a una estantería de libros, su camisa subida por debajo de sus brazos para que Steve pudiera tener la mayor cantidad de piel posible. Tony le quitó las gafas a Steve y arrancó tantos botones como pudo hasta que la camisa prensada y almidonada se abrió contra toda esa piel bronceada perfecta.

"Como el infierno que no podemos ser ruidosos. Eres tan bueno así, ¿cómo se supone que debo estar callado?" Steve murmuró en un tono ronco que curvó los dedos de Tony, aumentando aún más su deseo. "Quiero escucharte, amo cuando estás gritando".

Tony gimió, cerró los ojos, se dejó hundir más en el abrazo de Steve, dejando que el calor subiera por su columna mientras Steve se movía dentro de él, cada centímetro de su cuerpo gritaba por más, más de su novio.

"¿Sabes que te amo?" Dijo suavemente, tan suavemente que no podía estar seguro de que Steve lo oyera, ya que el rubio cambió sus posiciones lo suficiente como para hacer que Tony viera las estrellas mientras se iluminaba un lugar en su interior. "Ah, cariño. Sigue haciéndolo. Vamos, vamos. "Instó sin aliento y Steve tomó sus labios en un beso fuerte, manteniéndolo quieto con una mano grande, la otra tirando de Tony bruscamente. Apenas unos minutos después, Tony mordió con fuerza el hombro de Steve, amortiguando el ruido mientras lloraba su liberación.

"Sí Tony. Bebé, bebé así para mí." Steve estaba casi gruñendo, su orgasmo vibraba en su cuerpo, haciendo temblar sus piernas mientras los sostenía a ambos.

Cuando finalmente pudo respirar de nuevo, cuando sus músculos se desbloquearon, Steve presionó un beso más suave y dulce en los labios rojos y magullados de Tony.

"Yo también te amo, mi chico perdido. Te amo mucho. "Apartó el cabello de la frente de Tony, tocando el suave rubor rosado en sus mejillas. "Por supuesto que sí."
Ya no estoy perdido". Tony corrigió, trazando el rostro y la mandíbula de Steve con ternura, y Steve tragó la emoción que le tapaba la garganta.

"Así es, Tony. No mientras esté aquí."Steve prometió. "Nunca más mientras estoy aquí".