ALTAMAR

Capítulo 1

— ¡Tú! ¿Quién eres? — Lo contempló serio y confundido incomodando un poco a su compañero por la pesada mirada que no dejaba ocultar su burla. — ¿Quién eres tú y qué has hecho con mi compañero Kim?

— ¿Puedes parar? Solamente tenemos una hora para almorzar y regresar a la estación, ya han pasado veinte minutos y ni siquiera hemos comenzado a comer. El papeleo que nos aguarda no se coge con la mano, es demasiado. Te aconsejo que te apresures porque yo cuando termine, me voy. No pienso esperar por ti y que conste que me llevaré la patrulla.

— No hay nada peor que llenar reportes de casos, ya sean importante o una total pérdida de tiempo como los de hoy. — Se quejó abriendo su recipiente de ramen en aquel pequeño mesón de la tienda de conveniencias donde se detuvieron. — Como sea, es una sorpresa que estés comprando comida y no la hayas traído hecha de tu casa como de costumbre. Sueles ser bien codo cuando de gastar dinero se trata.

Taehyung rodó los ojos al escuchar las palabras de su único allegado, el oficial Park Jimin. Habían estado juntos desde el primer año de la academia policial y ya fuera por destino o movimientos del propio Jimin, habían terminado encontrándose desde entonces. En la actualidad, era su compañero de patrullaje y se podía decir que la única persona en la cual podía utilizar el apelativo de amigo.

— Mi hermano me comentó que ayer tuvo que tratar con un borracho parecido al nuestro hoy, solo que aquel fue más agresivo y hablaba incoherencias. El alcohol está afectando la mente de las personas, por eso hay que ser como yo, moderados.

— ¿Moderado? ¿Por casualidad estamos hablando del mismo Park Jimin que yo conozco? Porque si hay algo que tanto a ti como a tu hermano Seojoon les falta, es moderación a la hora de beber. — Negó con la cabeza, sonriente, ignorando la mueca de su compañero. — En la República de Bumer no hay nadie que pueda superarlos con el alcohol.

— Podemos vaciar una licorera en una noche pero no bebemos diariamente, eso lo compensa.

Taehyung continúo comiendo en silencio, lo cierto era que él no se llevaba muy bien con el alcohol y detestaba tratar con personas con problemas de alcoholismo. Le dolía ver como esas personas se entregaban al vicio olvidándose del mundo que los rodeaba. Capaz y esa era la intención, olvidarse de la escoria de ese mundo, mas seguía sin poder asimilarlo del todo. Quizás, le pesaba demasiado el recuerdo de su vida al lado del hombre que desde hacía años dejó de existir porque estaba muerto en vida.

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Bajo la oscuridad del cielo que parecía sonreírle muerto, se sentía tranquilo sin necesidad de nadie a su lado. Las estrellas eran sus consejeras, sus aliadas y amigas, de hecho, ellas junto a su soledad, era todo lo que necesitaba en el mundo. Su soledad era lo único que desde niño sintió que realmente le pertenecía. De hecho, Taehyung nunca sintió que las personas se alejaban de él por su extraño carácter, por estar encerrado en su propio mundo porque, para él, él siempre estuvo solo.

Jugueteaba con aquella piedra azul que guindaba en su cuello, ese era sus mayor tesoro. No porque su padre, en su único día de sobriedad que llevaba aún en su memoria le dijera que aquello era un zafiro real muy valioso, sino, porque aquello fue lo único que recibió de aquel hombre. Desde pequeño siempre lo llevaba consigo como sinónimo de esperanza, deseando algún día poder ver nuevamente a su padre totalmente lúcido, justo como aquella vez.

Toda su vida lo escuchó llorar sin fin, hablar incoherencias. Contando historias fantásticas, historias de borracho sobre piratas y otras criaturas mitológicas. Lo vio ahogarse en la botella y ningún centro de rehabilitación fue de ayuda, a eso sumándole su poca solvencia económica. Cosa que llevaba a la casa, cosa que su progenitor vendía para fomentar y alimentar su propio vicio. Por eso un día, sin mirar atrás agarró sus cosas y se marchó dejándolo allí para que terminara de acabar con su vida si eso era lo que quería, él no podía simplemente quedarse a mirar como su único familiar ce acercaba cada día más a su final.