LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)

Capítulo 5: ¡Cúrese usted mismo!.

En cinco minutos hemos llegado al hospital, localizado a 10 Km de nuestro barrio.  Me encuentro mareado, tengo ciertas nauseas, no se si es porque mi herida está siendo mortal o por la conducción de Pablo, que ha sido más accidentada que un Rally del Dakar.  Me salgo y miro el capó, los parachoques, las puertas, ¡no hay golpes ni marcas!, y eso que hemos derrapado en todas las curvas, atravesado por  varios jardines, podado algunos setos al cero, recibido mil insultos de gente que se han quedado sin sus compras(y casí sin sus vidas), derribado señales de dirección prohibida, para pasar por las calles con todas las garantías,...  Hasta hoy que era la primera vez que con él iba, no comprendí para que se iba a tunear un coche de alta gama, como si fuera algo de un mundo post apocalíptico. Es cierto que en una ocasión le dije en plan irónico, que muy bonito lo que le había hecho a su auto, a lo que me respondío con cara de felicidad, que se lo hizo "la labios de tuerca", un ligue que tuvo que trabajaba en un buen taller de tuning.

Debajo del letrero del hospital llamado "Alguien Palmó" le dije si quería entrar conmigo.

El joven me respondió:

- No necesito actualmente a enfermeras, ni a medicas, tengo muy buena salud, ahora sólo quiero contar con una pintora, para que me arregle la fachada de mi casa,que con la humedad del invierno, se quedó algo desconchada, pero eso está en marcha, tengo por la tarde una cita con "ojos de raya" así que pronto la verás por el barrio, aunque la diré que es la casa de un amigo al que le debo un favor.

Me guiñó su ojo derecho, montó en su coche, y dejó un olor muy desgradable de llantas quemadas, y un humo más denso que la niebla. 

Del hospital ha salido gente para ver que pasaba, me están preguntando ¿Qué fue eso?, y yo sólo respondo:

- sólo fue un "fantasma".

Entro sin dar más explicaciones en el hospital, ante las caras de estupefacción del personal.

Me pongo a gritar al ver a la señorita de recepción, diciendo:

- ¡Por favor un médico, un médico deprisa!, tengo un derrame intrabucal, con una endiduda occipital, de 4 cm de espesor, seguida de espasmos dentríficos. ¡Si no hacen algo puedo entrar  en chof enciasfiláctico!.

La enfermera está asustada, lo sé por como sus ojos verdes se han dilatado,y no parpadean, llama rápido a los médicos, con su voz aguda y temblorosa,  diciendo ¡urgencia!, ¡urgencia!. Pero no salió ninguno.

Dos celadores si actúan con premura, turbándome en una camilla rígida con ruedas, y raudos a la carrera abrieron una puerta, la cerraron y colocan mi camilla a 3 metros de la puerta, con precisión de forma que se optimiza el espacio. porque me encuentro parado, en medio de un pasillo, rodeado de camillas con enfermos y enfermas, que esperan a que se les atiendan. 

Los celadores me dijeron, estese tranquilo, y por favor no se muera, dándome un tríptico se marcharon dando un salto, y gateando por una red de techo., 

En el papel ponía lo siguiente:

HOSPITAL PÚBLICO ALGUIEN PALMÓ.

MEDIDAS ORIENTATIVAS PARA PACIENTES URGENTES EN ESPERA.

Si está leyendo esto, significa que esta siendo atendido en nuestro servicio de urgencias especializado. Debe saber que debido al aumento de pacientes y a nuestro poco personal, se le pide la colaboración para seguir vivo, hasta que podamos llegar a usted. 

Se ha demostrado en nuestros años de experiencia, que quien quiere vivir, por su gran espíritu de lucha , lo hace aunque nos equivoquemos en su diagnóstico, o tengamos alguna negligencia médica. ¡Lo importante no es la calidad del servicio, si no las ganas de vivir que tenga usted!. Por lo tanto, si quiere sobrevivir lea muy bien este documento, y también sea solidario leyéndoselo a los que no puedan verlo. Piense que si algo sale mal, y es religioso tal vez esa obra de generosidad con su prójimo, sea la que marque la diferencia para entrar en el cielo, paraíso,...  Y si no es creyente, puede ser una característica positiva más que ensalcen en su funeral, aquellas persona que quieren decir todo lo bueno que fue, pero que no lo conocían, ya que no quisieron estar cerca de usted mientras respiraba, seguramente porque despreciaban su compañía.