—Supongo que te ocurrió algo, no me avisaste si vendrías.

—Oh... lo siento, se me olvidó y sí, sucedió algo...

—¿Con él? ¿lo viste? 

—Sí... y... no quiero hablar de eso, no fue... acogedor, él... aún me odia.

Apretó sus labios para retener el sollozo que quiso salir de sus labios.

—Tae... —Suspiró el alfa—, sabes que..., es de esperarse eso, él... pues ya sabes...

—Lo sé, YoonGi; pero aún lo quiero... y por eso duele.

El alfa iba a hablar pero el gemido de dolor que soltó su amigo omega lo hizo callar y alarmarse. TaeHyung se retorció ante el dolor ¿era lo que se imaginaba y temía? 

Dolían, dolían como el infierno.

—¿Estás bien? ¡Tae!

El omega suspiró y aunque el dolor no se fue, como pudo, trató de ocultarlo y no alarmar a su amigo.

—Lo estoy, sólo... fue lo de siempre, él está con su destinado o destinada.

—No soy estúpido, TaeHyung. Algo me ocultas, eso no es sólo por eso.

—Hyung...

—Lo sé, no insistiré por ahora, descansa y mañana hablamos.

—Buenas noches... —Cortó y suspiró.

¿Por qué todo tenía que suceder tan pronto?

En realidad no, si sacaba cuentas, era el período que le habían establecido, sólo que nunca se tomó el tiempo en ello. 

.

.

.

Tarde, de nuevo iba tarde. Su rutina fue la misma, a excepción de que le tocó cambiar dos veces a su pequeño porque derramó jugo sobre su ropa. Lo bueno es que ya iba en camino.

El taxi se detuvo indicando su destino, pagó y salieron. Su pequeño como siempre corrió a la puerta a tocar el timbre, sólo que esta vez no había nada que lo ayudara a llegar a éste, daba saltos, pero era en vano, sonrió y él lo tocó, su pequeño hizo un puchero.

—Creceré y seré más alto que tú papi... —Dijo con un puchero.

—Está bien, cariño. Sólo..., crece grande y fuerte para que cuides de Minnie.

—Y de ti también papi, seré un alfa protector con ustedes.

Su corazón se oprimió al escucharlo, sin duda sería un alfa gruñón, pero sobre todo, muy protector con los que ama, igual que él...

La puerta se abrió dejando ver a aquella mujer alfa, la cual les sonrió.

—¡Abuela! —Dijo el cachorro y se arrojó a los brazos de la mujer.

—Mi niño bello, veo que vienes muy energético este día.

—Sip, tengo que crecer rápido para ser el alfa cuidador de mi papi y Minnie. —Le sonrió—. ¿Hay galletas y leche?

—Ve a la cocina. —Le dijo, y el cachorro no esperó mucho y salió en busca de su alimento—. Pasa, hace frío afuera.

—No quiero... incomodar a...

—No está, salió más temprano, pasa.

El castaño omega no refutó más y entró a aquella casa, puso la pañalera de su pequeño a un lado mientras lo mecía con lentitud. La mujer volvió a sonreírle y él sólo se sentía un poco incómodo por lo sucedido.

—¿Encontraste niñera? —Con vergüenza negó—. Entonces cuidaré de esa lindura. —No era una pregunta, estaba afirmándolo.

—No creo que a él le agrade esto, hoy tengo que ir al médico por lo que tardaré más y...

—Deja de poner tantos 'peros' esta es mi casa y si yo lo quiero cuidar, se tiene que aguantar.

Con un resoplido el castaño asiente, no tenía de otra y ya era tarde, por lo que diciendo lo mismo de siempre, se retiró después de despedirse.

Ya iba tarde y eso era un problema, seguro su jefe lo mataría. Sabía que lo tenía en la mira y también sabía que no era grato de su devoción. Después de lo sucedido, su pequeña amistad había desaparecido a sólo quedar su relación laboral.

Corrió cuando ya estuvo en el edificio, sentía que el elevador tardaba mucho. Una vez las puertas se abrieron, corrió a su escritorio quitando rápidamente su abrigo y colocándolo tras el respaldo de la silla, se sentó unos segundos para suspirar y ver el reloj, había llegado sólo un minuto después, pero antes que su jefe y eso era bueno. 

Recogió el portafolio, sacó unos documentos para llevarlos al escritorio de su jefe. Una vez hecho y acomodado una taza de café humeante a un lado, salió. 

Al cerrar la puerta pudo divisar que su jefe había llegado y a un lado venía YoonGi, todo pasó tan rápido que no le dio tiempo, un mareo lo golpeó e hizo que se tambaleara.

¡Tae! pudo escuchar y justo cuando iba a caer, unos brazos lo sostuvieron, parpadeó unos segundos para no desmayarse por completo, cosa que no sucedió y fue sentado en su silla de escritorio. Vio cómo su jefe alejaba sus manos de su cuerpo y suspiraba aliviado, a ese alivio se le sumó su Hyung.

—¿Estás bien? —Preguntó su jefe.

Asintió. —Lo estoy, sólo fue un mareo. —Trató de sonreír.

—Eso no está bien, aún no estás bien, debiste decirme y te habría dado más tiempo.

—No podía hacer eso, según la ley, ya descansé lo establecido.

—La ley me importa un demonio —Gruñó el alfa—, llévalo al médico —Le dijo al otro alfa presente, el cual asintió—, esos mareos no son normales. —Y antes que el omega protestara, agregó: —Es una orden.

TaeHyung bajó su cabeza avergonzado y suspiró con pesadez, sólo le traería problemas, no sólo en el trabajo, sino en casa.

—Gracias, NamJoon. —Dijo el otro alfa, agradecido de la consideración a su amigo.



BM~

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Kde žijí příběhy. Začni objevovat