No quería pensar mucho, solo quería dormir, estaba muy cansada, la mente me daba muchas vueltas, y realmente quería descansar, había sido un día largo y extraño, tenía millones de preguntas en mi cabeza, pero nadie que pudiera darles respuestas, ¿Qué me había pasado?, ¿Qué parte de lo que recordaba era un sueño, y que parte era realidad?, sentía como el sueño se apoderada de mi y me tomaba delicadamente en un abrazo cálido.

El mismo sueño, la misma laguna, el mismo árbol, la misma sensación de felicidad. Me encantaba cuando tenía este sueño, era uno de los más tranquilos, generalmente tenía siempre los mismos sueños, eran 8 sueños distintos, a veces seguían un orden otras veces otro, pero siempre eran los mismos sueños, en algunos yo era muy feliz, en otros estaba abrumada, y uno en particular era el que más me perturbaba, era una especie de pesadilla, una horrible pesadilla, pero de ese sueño solo recordaba la sensación, la angustia, el frío, la desesperación, y finalmente un silencio inmenso y aterrador que se interrumpía con una voz hermosa, que me hacia despertar con una profunda tristeza y una angustia aún peor que el mismo sueño. Pero esta noche era feliz, era el sueño de la laguna, significaba que me despertaría feliz y tranquila, como disfrutaba tanto ese sueño, siempre trataba de alargarlo lo más posible, pero siempre eran las mismas imágenes que se repetían una y otra vez. Mientras descansaba al costado del árbol observando la laguna, me percate de algo interesante, la laguna no se movía, de hecho, nada se estaba moviendo, ni siquiera yo, era como una foto, estaba quieta.

Cuando desperté, la sensación de felicidad aún me acompañaba, pero la tranquilidad no, haberme dado cuenta que uno de mis sueños felices era solo una imagen, me había perturbado un poco, pero en realidad solo eran un sueño, el sueño de una imagen hermosa.

- ¿Quieres huevos para desayunar?

- Si papá, con una taza de café. Sonreí.

- Me miro y me dijo, el sueño de la laguna esta vez.

- Si, me encanta ese sueño, siempre al despertar me siento tan feliz, es justo lo que necesitaba.

Me considero una mujer bastante escéptica, en realidad no creo en muchas cosas, o mejor dicho en nada. El horóscopo, el tarot, los fantasmas, los extraterrestres e incluso en Dios, no creo en nada de eso, soy más bien de las que creen que existe solo lo que podemos ver y explicar. Un pensamiento bastante pesimista diría yo, pero es mi pensamiento.

- Harald, por favor convéncela de que vaya conmigo al cine, tú sabes que ella lo necesita.

- Alfo, cuantas veces te he dicho que no le hables a mi padre por su nombre, que es descortés.

- Hija, déjala ya me acostumbré, aparte no lo hace como falta de respeto. Y hablando de otro tema, creo que tiene razón por que no sales a dar una vuelta con ella, para que descanses y te distraigas del colegio.

Quien podría decirle que no a un padre tan amoroso y atento como el mío, accedí a salir a ver una película con Alfo, sin saber que esa señorita tenía otros planes realmente.

- Cálmate, solo es una tontera como dices tú, pero creo que no hay explicación científica así que solo deja que la adivina te vea la suerte, tarot, las hojas del té o lo que sea que vea ella. Me dijeron que era muy buena, que incluso le anuncio un embarazo a una amiga de su tía y que a otra señora le había avisado de una enfermedad que iba a tener uno de sus hijos.

- Sabes, que esta gente, es una embustera, solo se aprovechan de la debilidad de las personas en creer en algo, no gastare mi dinero ni mi tiempo en tonterías como estas.

- Corrección, solo tú tiempo, porque voy a pagar yo. Y este tiempo tampoco es tuyo, es mío, dijiste que me acompañarías y esto es lo que quiero hacer.

Descifrando tú mensajeWhere stories live. Discover now