Jason: Tú eres la mañana de mi desayuno.
James: Tú eres la tinta de mi pluma.
Jason: Tú eres el sol de mi día.
James: Tú eres el medicamento para mi depresión.
Jason: ¡¿Por qué tienes que ser tan negativo?!
James: ¡ES QUE FUNCIONABA BIEN!
