Junio, 2017

63 11 30
                                    

Hay muchas cualidades en una persona, como a la vez muchos defectos. A Evan siempre lo han perseguido sus defectos y desde niño siempre quiso ser el mejor para que sus padres se sintieran orgullosos de él, sin embargo, aún cuando más se esforzaba era como si ellos siguieran sin notarlo. No importaba cuántas buenas notas sacara para ellos no era suficiente y mucho menos para su madre, quien le insistía constantemente con ser perfecto.

Tal vez por eso papá terminó cansándose de ella al final de cuentas.

—Evan—la voz de Clarice se oye triste.

—Ahora no quiero hablar.

Clarice se sienta a su lado, pero Evan ni la mira. Está siendo egoísta, su hermana podría morirse, pero él solo piensa en su propio dolor.

Se lleva un puño a la frente, quiere golpearse, porque sin importar cuánto quiera a Rossy, sigue siendo tan egoísta poniendo sus sentimientos delante de la persona que más le importa en este mundo.

—Esto no es tu culpa. Es parte de los retos que te ha tocado sobrellevar. No puedes dejar que la primera roca te aplaste—le susurra la chica a su lado.

—Esta no es la primera roca y tampoco creo que sea la última, la vida me ha demostrado que simplemente yo no soy para ella. No tiene sentido esforzarte cuando sigues metido en el mismo abismo.

—No puedes quedarte por siempre esperando que la vida te mueva, quien se mueve solo eres tú. Si no aprendes a lidiar contigo mismo no esperes poder lidiar con nada externo a ti.

—Solo estoy cansado de que la vida sea injusta conmigo.

—No ha sido injusta. Te está ayudando. Algún día agradecerás todas las cosas malas que te ha puesto en el camino. Serán esas las que te salvaran de tu propia realidad.

—¿Qué quieres decir?

—Las personas somos por naturaleza egoístas, envidiosos y superficiales. Uno nunca puede borrar con lo que nace, pero si puede controlarlo. Si esperas tener la vida fácil como otros, entonces caerás y serás egoísta, envidioso y superficial. No sabrás ser fuerte, por lo que no podrás defenderte de los golpes que la vida te traiga. Si los vives antes, entonces en un futuro, por más que duela sabrás llevarlo y no te dejaras caer tan fácil.

Evan suspira sabiendo que Clarice tiene razón.

—Las cosas pasan por algo, Evan, y ella aún está bien, así que no te angusties—continúa Clarice, quien también siente cómo con cada segundo el lugar se vuelve más asfixiante.

—¿Clarice?

—¿Si?

—Rossy, ¿ella no vivirá, cierto?

—Aún no tenemos nada por sentado.

—El doctor dijo que al parecer lleva mal un buen tiempo y nunca pude darme cuenta—se jala el cabello—Soy yo el que está con ella siempre, no sé cómo es que se me pudo haber pasado algo tan importante.

Se golpea la frente.

—Familiares de la paciente Rossy Campbell—habla un doctor saliendo de la habitación donde se encuentra Rossy.

Evan se para y de inmediato se acerca al doctor. Clarice lo sigue preocupada, pero haciendo un gran esfuerzo para no perder los estribos.

El doctor los hace pasar al cuarto, en cuanto Clarice ingresa, el doctor cierra la puerta temiendo la reacción de ambos cuando les cuente de la enfermedad de Rossy.

El círculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora