Capítulo 34

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jijiji upsiii, me equivoqué, es el antepenúltimo cap, no el penultimo.

-Tenemos que hacer algo.

 Sollozó una vez más y la abracé con más fuerza, pegándola contra mi pecho.

 -Dice que ya no las necesita –lloró aferrándose a mi polo –tengo miedo Chris.

 -Yo también –confesé con la voz en vilo.

 Nos mantuvimos en silencio una vez más. Las primeras luces de la mañana entraban por fin por la ventana. Nos habíamos quedado en vela todo el resto de la noche.

 -No vamos a denunciarlo Chris –susurró con firmeza apartándose para mirarme a los ojos.

 Abrí la boca para protestar pero la cerré nuevamente sabiendo que era inútil.

 -Voy a volver a intentarlo –prometió como por quinta vez.

 -¿Y si se harta y te pega? ¿Si se molesta y se desquita contigo? ¿Has pensado en eso?

 -Es un riesgo que estoy dispuesta a correr.

 -¿Tu mamá que dijo?

 -No lo sabe –bajó la mirada –no estaba anoche. Debe creer que sí está tomándolas como yo lo creí.

 -Pensé que te quedabas a revisar que la tomara.

 -¡Lo hacía! Enserio lo hacía –se le quebró la voz –todas las noches le llevaba su pastilla y un vaso de agua y esperaba a que lo hiciera. Debe haberlas mantenido bajo la lengua mientras tragaba el agua y luego, cuando yo ya no lo veía las habrá escupido.

 -Me sorprende que no se les ocurriera botarlas luego. Me dijiste que las encontraste en el sofá ¿no es así?

 Asintió.

 -Se me cayó un arete y al levantar el cojín del asiento las encontré.

 -Debió ser horrible –comenté como para mí mismo.

 -Y que lo digas –se abrazó rehuyendo mi mirada.

 -¿Qué vamos a hacer?

 Sus ojos volaron a los míos. Inconscientemente se humedeció los labios.

 -No sé –se encogió de hombros y sacudió la cabeza desesperada –no sé Chris, no sé, no sé.

 Rompió en llanto derrumbándose de nuevo.

 -Intenta de nuevo esta noche –la animé acomodándome a su lado.

 -Pero…

 -Si falla, pensaremos en otra cosa –sequé sus lágrimas como pude sin que se me pasara desapercibido el agradecimiento en su mirada –pero por ahora, un paso a la vez.

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-No acabes el cole hijito. Repite de grado ¿Si?

 -Mamá… -me quejé.

 -Es que estás muy chiquito –protestó.

 Le lancé una mirada conteniendo la risa. Mi mamá se acercó con ojos llorosos, brillando con orgullo y examinó mi rostro con dulzura.

 -Ahorita se acaba el mes, te gradúas y… -su voz se quebró.

 Me enternecí profundamente y la abracé.

 -Ya hasta estás más alto que yo –lloriqueó lamentándose.

 Reí dándole un beso en el pelo.

La Ventana de CementoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora