Capítulo 2: Reinos de la Tierra Media.

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Han pasado doce años del encuentro de los hombres con aquel demonio en el bosque. Luego de ese incidente, no hubieron más avistamientos. Mitsuki y Masaru tuvieron que mantener a su hijo casi en custodia, la curiosidad del pequeño príncipe Katsuki eran demaciado para los guardias reales.

-¡Firme!- gritó el Licántropo Toshinori.

-Maldita sea- dijo Bakugō viendo sus manos heridas, y brazos cortados.

-Sí quieres ser un verdadero guerrero y líder, ¡debes ser más fuerte!- gritó mientras lo atacaba nuevamente con su espada.

El cenizo alcanzó a esquivar el golpe con su arma, el metal sacó chispas. La guardia real los miraba desde lejos, mientras también eran entrenados por los Sabios.

-¡No te distraigas!- gritó Taishiro, el Lobo Café era realmente fuerte y grande. Por algo su planeta regente era Júpiter. En su forma humana, seguía bastante intimidante, pero era muy atractivo.

-Mierda- Kirishima no alcanzó a esquivar el golpe, y en un abrir y cerrar de ojos se vio rodeado desde atrás por los brazos del Licántropo, mientras la espada de éste amenazaba su yugular.

-Eres demaciado distraído, Eijiro- le habló Toyomitsu al oído, la voz del Lican lo hizo estremecer- Debes tener más cuidado, sí no, serás presa fácil- una mano seguía con la espada apuntando la yugular. La otra rodeaba por la cintura al pelirrojo.

-Y...ya me lo has dicho antes, Sabio.

-Entonces has caso- le dijo Taishiro- Sigamos.

Unos metros más allá se encontraba Aizawa.

-Eres muy rápido Hitoshi. Pero debes coordinar mejor tus movimientos.

-Lo sé Sabio- dijo jadeando- ¡Estoy listo!.

El pelinegro se lanzó al ataque, las espadas chocaban una y otra vez entre sí. Pero al pelimorado aún le faltaba manejar ciertos ataques, por lo que en un movimiento, Shōta le pegó en las piernas y lo botó de espalda al suelo. Le dejó la espada apuntando el cuello.

-Debes practicar.

-Sí Sabio- respondió Shinsō.

Más allá se encontraba Enji, entrenando a Togata, el rubio era bastante fuerte, y seguirle los pasos al Lican no le era difícil.

-Estás destinado a ser un guerrero fuerte. Protegerás bien al rey.

-Gracias Sabio- le dijo el rubio- Qué sigue.

-Te enseñaré otro movimiento de ataque.

Mirio sonrió y se puso en modo de combate.

Hawks se encontraba con Iida, el Lican Celeste le estaba enseñando a pelear más con sus piernas, mantener el equilbrio con la espada y atacar sin caer.

-¡Vamos Tenya!- le gritó el rubio- ¡Tienes piernas fuertes! ¡Úsalas!.

-Sí Sabio- le dijo mientras se levantaba del piso.

Sero por su parte, trataba de pelear cómo podía, Tsunagu se alternaba con Hizashi para atacar al pelinegro, de todos Hanta era al que más costaba, por lo que implementaron entrenarlo con dos de los Sabios. Ambos Lican le sacaban el jugo a cada movimiento hecho por el menor, en el último tiempo había tenido una notoria mejoría.

La tarde comenzaba a caer, Los Licántropos dejaron libres al príncipe y su guardia real. Bakugō se fue primero. Luego todos fueron a las termas que se encontraban en la parte posterior del catillo. Una fuente natural en la cuál circulaba agua caliente. Se despojaron de sus prendas y se metieron dentro de las cálidas aguas. Katsuki ya estaba instalado, escuchaba a sus amigos con los ojos cerrados.

Reino de Cristal ❄️💥 [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora