Capítulo 15 - A la caza del zorro

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En algún lugar del territorio Norteamericano

CHAT DE GRUPO (TrickKer89, WorldKila_8, AzgKing, NatBleeDa)

*NatBleeDa ha añadido a Ripah al grupo*

NatBleeDa: Desde el día de hoy @Ripah forma parte de los IDead's. Ha demostrado una gran lealtad hacia el grupo.

TrickKer89: Gracias por tus servicios.

AzgKing: Como nos traiciones te juro que te mato.

Ripah: Eso no será necesario.

AzgKing: Es lo que espero.

WorldKila_8: Voy a dejar el grupo

Y se hizo el silencio. No esperaba menos, la verdad. Que la persona más caval de ese grupo quisiera abandonarlo tampoco me parecía nada extraño. Veía en ellos un sentimiento de odio, un odio que anteriormente no sentían. Una rabia injustificada hacia el sistema que no comprendía. Todo sistema es necesario para que hubiera reglas, y las reglas estaban para saltárselas. Ahí es dónde entrábamos nosotros, los hackers éticos.

Había "entrado" en este grupo siendo una cría. Les conocí en el centro de menores, o al menos en esa época. Los que nos mantenía juntos era nuestro interés común: el dinero. Pero yo ya no lo necesitaba. Solamente hacía daño y querer tener más. ¿Más para qué? ¿Para alimentar mi capitalismo? ¿No estábamos nosotros en contra de ello?

Tras consultarlo muchas noches con la almohada, llegué a una conclusión, la mejor a la que había llegado hasta la fecha. A partir de este momento, utilizaría mis superpoderes de hacker para hacer el bien, para ayudar. No quería ser quien causara más posibles muertes y quebraderos de cabeza. Todo eso ya pasó, y el siguiente paso ya no sería un centro de menores, si no prisión. Todo esto para mí ya había acabado. Al menos, ya me había convencido de ello.

Apagué aquel terminal y me acosté sobre el mugroso sofá de mi habitación.

X X X

Westwood Blvd. Los Ángeles — Calabozos del F.B.I

—¡No sabéis con quién os estáis metiendo! —grité mientras cerraban la puerta del calabozo en el llevaba metido cuatro días.

Tenía clara una cosa, de mi grupo no iba a decir absolutamente nada. Habían sido una familia para mí, me sentí muy acogido desde el primer momento.

Pasé un par de horas recluido en aquella celda. Solamente me sacaban para interrogarme, pero nada más. En cuanto veían que no iban a conseguir que dijese nada me mandaban de nuevo al cubículo. Sinceramente, pensaba que los agentes del FBI iban a ser más duros. Al menos hasta que la conocí a ella.

—Sal de ahí —dijo la morena abriendo la celda. Venía solamente con su arma, sin más agentes.

Me levanté de la colchoneta y me acerqué a los barrotes.

—No vais a conseguir que diga nada.

—No te he preguntado, te lo he ordenado.

Al abrir la puerta me esposó, con más fuerza de lo que lo habían hecho sus anteriores compañeros. Cogió mi brazo con fuerza y tiró de mí hasta que, después de bajar dos pisos, llegamos a una puerta. Parecía que era blindada. Sin ningún tipo de ventilación, doble cerrojo y goma en las franjas. Todo esto no me estaba dando muy buena espina. Bueno, el hecho de estar en los calabozos del FBI en sí no la daba. El agente que custodiaba la puerta fue el mismo que la abrió, con una tarjeta de acceso muy poco usual. Un tatuaje en su brazo.

Access Denied (NukaBlack y ClaudiaGalvezB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora