Capítulo XII

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Anne

Esa tarde junto a Adam fue maravilloso, pero tengo tanto miedo de lo que pueda ocurrir que temo entregarme completamente a él, temo salir lastimada de todo esto, no es fácil lidiar con su humor cambiante, yo solo sé que recogí su corazón roto para poder repararlo y hacerlo más fuerte. Sus imperfecciones han llegado a ser las cosas más perfectas para mí.

Entra mi madre a mi habitación sacándome de mis pensamientos.

Anne, cariño. ¿Iras al baile de aniversario de la ciudad? –Preguntó con una sonrisa en su rostro.

Si, iré con Adam –Le respondí mientras me colocaba los auriculares.

Tienes que ir preparando el vestido cariño, ya faltan solo dos días. –Se acercó besó mi mejilla y se marchó

Sí, faltaban dos días para el baile de la fiesta de aniversario de la ciudad, y no había pensado que ponerme. Este era un baile que hacían cada año al que no he asistido desde hace mucho. Y el hecho de ir con Adam significaba demasiado para mí. Quizás esa sea nuestra noche.

Sería perfecto para ambos, un baile, fuegos artificiales, y luego el resto de la noche solo para nosotros. Sería una noche maravillosa.

Llame a Sam inmediatamente para ir de compras, necesitaba un vestido nuevo.

Hola Sam –Le dije alegremente.

Hola querida ¿A qué se debe tanta alegría en tu voz? –Preguntó ella dudosa.

Vestido, compras, juntas, a las 3 pm –Le dije con una sonrisa en mi rostro.

Ya lo has dicho nena –Rio

Esperare por ti entonces Sam –Le dije, luego corté la llamada.

Necesitaba un hermoso vestido para esa noche. Necesita estar bella para ver a Adam. Había derrumbado toda barrera de mis sentimientos para poder estar bien junto a él, y obvio haría lo necesario para que él lo estuviera. Amaba cada momento que sonreía, pero a veces su mirada triste y llena de soledad regresaba y él se perdía en el sin fin de sus recuerdos.

Sé que para él no era fácil, al igual que para mí. Pero sé que ambos hacíamos un gran esfuerzo y eso era lo que contaba.

Me levanté de la cama y comencé a caminar hacía el baño al ritmo de la música. Quite los auriculares y los dejé sobre una mesita junto al celular y me desvestí para tomar una ducha.

Luego de 20 minutos de una ducha fortificante, me visto y arreglo para ir de comprar con Sam. Me coloqué lo más cómodo que encontré. Bajé hasta la cocina para tomar mi almuerzo.

Mientras almorzaba llego Sam, entro a la casa.

Estoy aquí Sam –Le grité desde la cocina.

Sam entra a la cocina y se sienta a mi lado.

¿A qué se debe todo esto Ann? –Me miró con picardía.

El baile de aniversario de la ciudad –Le respondí mientras metía en mi boca un bocado de comida.

Anne, que bueno que hayas decidido ir, hace tanto tiempo que no vas –Me sonrió.

Si, lo se Sam, ya es hora de ser feliz junto a la persona que amo. –Le sonreí.

Bueno nena, apúrate para ir a comprar ese vestido que deseas. –Me chasqueo los dedos en señal de que me tenía que apurar.

Tomé dos bocados más de comida, bebí un poco de jugo y salí junto a ella.

Nos subimos a su auto, Sam colocó una canción muy movida  y comenzamos a bailar y a cantar mientras íbamos vía al centro comercial. Sentía una alegría en mi alma, algo que me llenaba completamente y me decía que todo iba a estar bien junto a Adam, que era nuestro momento. No sacaba de mis pensamientos su voz, sus ojos, su rostro, sus manos acariciando mi cuerpo como aquella tarde, lo ama y obviamente lo deseaba como a nadie.

Llegamos al centro comercial, Sam estacionó su auto y bajamos rápidamente mientras hablábamos y caminábamos a la entrada.

Caminamos varios minutos por las tiendas en busca de un vestido perfecto, pero no me sentía atraída a ninguno. Luego de caminar por casi una hora, ya cansada de caminar, me senté en un pequeño banquito a descansar los pies.

Cuando casi me doy por vencida, levanto la vista hacia la tienda que estaba frente a mí y ahí estaba, el vestido perfecto, para la noche, la ocasión, perfecto para mí. Sam entendió rápidamente mi mirada e inmediatamente me tomó de la mano y me llevó hasta la tienda.

Tomamos varios vestidos, aparte del que me había enamorado, me los probé y no me sentía cómoda con ninguno, hasta que me coloqué ese vestido de que me había enamorado. Me miré en el espejo apreciando lo hermosa que me veía en él; salí del probador, y Sam quedo asombrada, sus ojos eran de total impresión.

Nena, te ves hermosa en ese vestido –Dijo Sam sorprendida.

Solo le sonreí y me seguí mirando en el espejo.

Un vestido negro, sin tirantes, ajustado en mi cintura, cayendo sutilmente mucho más arriba de mis rodillas. Se ajustaba perfectamente a mi cuerpo.

Me lo llevo. –Le dije a Sam mientras le sonreía.

Si nena, si no te lo llevas tú me lo llevo yo –Comentó Sam en modo de juego.

La chica que nos atendió regreso con unos hermosos tacones plateados y unos hermosos accesorios. Definitivamente todo iba perfecto.

Me lo llevo todo –Le dije a la chica.

Caminamos hasta la caja y pagué el monto total. Todo salió un poco costoso, pero valía la pena pagar esa cantidad de dinero por todo lo que compré.

Tomé las bolsas de lo que había comprado y ya era hora de ir devuelta a casa, Sam me llevó.

Gracias Sam, de verdad te necesitaba hoy. –Le dije con una sonrisa sincera.

Tranquila nena, para lo que necesites aquí estaré. –Me devolvió una sonrisa sincera.

Me bajé del auto y cerré la puerta.

Dale un buen uso a ese vestido nena –Se rio y arranco rápidamente.

Se a lo que se refería, solo sonreí y rodé los ojos.

No podía esperar a que llegara el día de la fiesta, anhelaba esa noche, anhelaba estar esa noche con Adam.

Melodías del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora