¿Darse por vencido?

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Narra Tom

Dejé atrás la carretera y me adentré al bosque. La cabeza me punzaba, necesitaba urgentemente de un buen descanso. Había estado todo el día indagando en muchas mentes para intentar localizar a Dany, pero al igual que los días y meses anteriores, no tuve éxito.

A lo largo de toda la investigación me había encontrado con mentes bastante enfermas. Mentes que no eras agradables de visitar porque estaban llenas de basura; había pensamientos sobre muerte, tortura y dolor. Todo era tan desagradable.

Todos aquellos que trabajaban en los laboratorios eran tan malditamente desagradables.

Los aborrecía.

Quería que ellos también sufrieran todo aquello que se la pasaban pensando a lo largo del día; no podía mi imaginarme a Dany entre las garras de esos desquiciados

-Dany... ¿A dónde te llevaron?-murmuré mientras arribaba al patio trasero de la fábrica y me detuve para observarla en silencio.

Antes, la fábrica me encantaba. Era el mejor lugar del mundo en el que pude haber estado en toda mi vida, pero desde que Dany se había ido; todas las risas, las bromas pesadas, los chistes... todo se había desvanecido.

Ahora, la fábrica era un lugar solamente de reunión. Ya no me parecía especial.

Suspiré y di un paso atrás, tenía que ir a ver a Sean antes de descansar. Hace poco más de una semana que no lo había visto y necesitaba decirle lo poco que había encontrado. Sabía que era información que no iba a servirnos de mucho, pero tal vez Sean podría sacarle provecho.

Siempre lo hacía con lo poco que le dábamos.

Entré al bunker y lo vi sentado en su rincón de siempre. Rodeado de todas esas pantallas y con su vista en un par de papeles a los que les estaba dando toda su atención

-Sean-lo llamé cuando me coloqué a su lado

-Dime-me respondió sin dejar de leer los papeles

-Ya revisé el laboratorio 238, el 246 y el 280-suspiré antes de continuar-No encontré nada-observé en silencio a Sean quien continuó leyendo los papeles

-Bien, después borraré esas carpetas-¿Qué?

-¿No quieres revisar la información extra que conseguí de esos laboratorios?-me acerqué un paso a él. Sus palabras me habían sorprendido

-No, tengo que liberar espacio en los discos duros-dejó a un lado los papeles y prestó atención a la pantalla de una computadora

-Pero podemos comprar más memorias o discos, no tienes que borrar nada todavía-

-Si ya los revisaste, entonces no tiene caso que utilicemos ese espacio-¿Estaba diciendo que confiaba en mi revisión?

¿No iba a decirme algún comentario sarcástico sobre que hacía malas investigaciones y que él mismo iba a revisar esos lugares para asegurarse?

Lo observé en silencio mientras trabajaba con su computadora y me vi tentado en leer su mente, pero se iba a dar cuenta y estaba seguro de que me iba a golpear

-¿Quieres decir algo más?-me preguntó sin apartar su mirada de las pantallas

-¿Te estás dando por vencido?-lo dije firmemente y no pude evitar hacer mis manos puños.

Estaba listo para asentarle un buen golpe de ser necesario incluso después de imaginarme las muchas posibilidades de salir herido.

Sean no se movió, pero lo vi parpadear lentamente

Fugitivos IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora