CAPITULO 14 Parte 2

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Puedo sentir a Bellamy nervioso a mi lado, su pierna no deja de moverse constantemente mientras sus manos sostienen con fuerza el libro La Ilíada. Pongo mi mano sobre su rodilla para que deje de moverse, el chico levanta la mirada y cuando la encuentra con la mía una sonrisa triste se escapa de sus labios.

Pike, que es el monitor de este pequeño homenaje, menciona el nombre de Gina Martin. Tengo que darle una sacudida en el hombro a Bellamy para que se levante.

Desde lejos trato de darle ánimos a mi mejor amigo, mostrando una honesta sonrisa. Verlo sin la característica chaqueta de su uniforme me resulta extraño, la liguera playera que está usando se amolda a su cuerpo y me hace creer que es simplemente un chico normal, que no es el complicado chico que ha atrapado mi corazón.

Justo cuando Bellamy termina de decir las pocas palabras que salen de sus labios, ya que deja el libro tan preciado para el en una urna, unos cuándos hombres uniformados entran de golpe al salón causando un pequeño revuelo.

Pike al recibir la información de los hombres va directo a Kane y Abby para informarles a ellos. Como es de costumbre en el moreno, al estar en desacuerdo con algo empieza a elevar la voz para dejar al canciller en evidencia.

– ¿Le dieron radio a una terrestre? –Exclama Pike con fuerza.

Puedo sentir a las personas a mi alrededor agitarse algo confundidas.

– ¿Estamos siendo atacados? –Pregunta una mujer en la multitud empezando un verdadero revuelo entre los presentes.

Las personas comienzan a levantarse de sus asientos alzando sus voces, tengo que ponerme de pie yo también para alcanzar a ver un atento Bellamy entre la multitud, me acerco sigilosamente hacia el evitando causar más estragos entre la gente.

–No estamos bajo ataque –Aclara Kane levantándose de su asiento–. La comandante envió una fuerza de paz para asegurarse de que podamos defendernos ante otro ataque de la Nación de Hielo.

De acuerdo, eso es razonable.

Sigo caminando sigilosamente hasta Bellamy y cuando él me ve tratando de salir de la multitud camina hacia mí para tomar mi mano entre las suyas, preocupado.

Trato de ignorar los sentimientos que suben por mi cuerpo con el contacto del chico para poner atención a lo que está pasando. No se ve nada bien.

– ¿Una fuerza de paz? –Pregunta el incrédulo de Pike elevando su voz para que se escuche en toda la habitación–. Ni siquiera tú puedes ser tan ingenuo.

–Cuida tu tono –Lo regaña Abby–. Esto ha sido duro para todos nosotros –Dice ella y yo dejo un apretón en la mano de Bellamy cuando noto como agacha un poco la mirada, el chico me responde con el mismo gesto–. Aun así, no podemos dejar que la ira dicte nuestra política.

– ¡La ira es nuestra política! –Exclama Pike. Las personas en el salón asienten conformes, Pike se sube a una silla para seguir con su ridículo discurso–. Si están aquí para defendernos, ¡Diles que se vayan! Nos podemos defender nosotros mismos

Veo confundida como las personas están de acuerdo con lo que este imbécil dice. Cerca de nosotros un hombre apunta a Lincoln, la molestia sobresaliendo de su voz.

– ¡Él es uno de ellos! ¡No pertenece aquí!

Suelto un grito cuando desde la multitud una piedra sale volando para aterrizar justo sobre la cabeza de Lincoln que se encuentra detrás de nosotros.

Siento los brazos protectores de Bellamy empujarme delicadamente detrás de él cuándo un tumulto de gente corre hacia nosotros, el chico trata de detener el paso de los hombres furiosos que quieren acabar con Lincoln.

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