Capítulo II

2M 141K 672K
                                    

Hola :D

Antes que nada, quería agradeceros el apoyo que le estáis dando a la historia, ¡me alegra que ya os esté gustando!

Y también aclarar un detallito que se me olvidó mencionar: sí, la historia está clasificada en "contenido adulto", así que va a tener escenas para +16 (aunque yo las leía con 14 porque era una rebelde).

Dicho esto, os dejo con un capítulo nuevo<3



II - CONTACTO

Llego a clase a tiempo por milagro, porque no sé cómo demonios lo he conseguido. Me he despertado diez minutos antes de tener que ir. Nada más sentarme, escucho que dos chicas detrás de mí hablan de algo relacionado con Brainstorm. ¿De qué me suena ese nombre?

Entonces, me acuerdo de Lexi mencionándolos diez veces anoche. Ugh, son ellos.

—Dicen que fue una pasada —comenta una.

—Sí, creo que mi compañera de habitación fue. Pudo tocar a Kevin.

—Qué suerte... yo habría ido si no hubiera tenido que estudiar.

Sí, yo también tenía que estudiar, pero fui.

Y, ahora mismo, tengo tanto sueño que me da igual que haya llegado el profesor y esté encendiendo el ordenador. No quiero dar una clase de Iconografía. Creo que, en toda mi vida, no me había aburrido tanto hablar de la historial del arte. Además, estoy estudiando fotografía, ¿por qué demonios tengo que aprender...?

Vale, estoy de mal humor.

Me suele pasar cuando no puedo dormir bien porque mi mejor amiga me arrastra con ella a un concierto al que no quería ir y, después, no puedo dormirme pensando en alguien que no voy a mencionar porque no volveré a ver en mi vida.

La clase se hace eterna y no dejo de mirar la hora. He quedado a las diez con Riley, Sam y Lexi en la cafetería que hay al lado de la residencia para desayunar. Estoy hambrienta.

Por fin, termina la clase. Me despido de algunos compañeros con la mano y bajo los escalones de la clase antes de recorrer los pasillos de mi facultad. Me detengo en seco cuando veo que mi profesor, el señor Adams, se cruza conmigo.

—Buenos días, Brooke —me sonríe, tan simpático como siempre.

Es mi profesor favorito. Lo tuve el año pasado e hizo que una asignatura aburrida se volviera una más divertida. Este año, lo tengo en mi asignatura más práctica —curiosamente, la única en la que me piden que fotografíe algo— y me encanta... pero, ahora mismo, no quería cruzármelo. Especialmente, porque sé lo que me dirá.

—Señor Adams —intento escabullirme.

—Quieta ahí —me detiene señalándome—. Todavía no he recibido tu proyecto, jovencita.

Sonrío angelicalmente.

—El proyecto... sí... eh... —lo pienso—. Yo no...

—No lo tienes, ¿no? —niega con la cabeza, divertido.

—Tenemos hasta el final del cuatrimestre —protesto con un mohín.

—Sí, pero ya sabes cómo funcionan estas cosas cuando las dejas para el final —me vuelve a señalar—. Ya sabes lo que tienes que hacer. Tema libre. Ahora, vete a desayunar.

La última notaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora