Segundas oportunidades

Viajes y sorpresas

#SegundaParte
#JohnWick

Ya había pasado dos semanas desde que llegó John a la vida de Tony y los días eran cómodos, tranquilos. Tenía que admitir que su olor le fascinaba mucho, ese olor de un alfa de alto rango que transmitía protección, cariño y a la vez entendimiento; Wick no hablaba mucho sobre él mismo pero escuchaba con toda la sinceridad del mundo.

— Siento que estoy hablando mucho que creo que ya te harté — Confiesa algo apenado mientras jugaba con los botones de su camisa.

— Claro que no, me gusta escucharte hablar. Emocionado de tus ideas, conocerte es mi nuevo pasatiempo — John había hablado demás y solo desvió su mirada hacia la ventana. Tenía que evitar a ese lindo omega, o acabaría mal toda aquella situación. Su estilo de vida no era el mejor y solo lo ponía en peligro. Todo el mundo estaba cazándolo que soñaba que venían tras él — Tony, tengo que decirte algo delicado — susurra.

Había captado la atención del menor e iba hablar hasta que Pepper entró sin avisar en busca de Tony — ¡Anthony! Tenemos que irnos de inmediato ¿Acaso haz olvidado nuestra reunión? — Exclama enojada.

John jamás sentía miedo o eso creía, pero al ver a la Beta más letal del mundo le hizo bajar un poco su cabeza algo que jamás que hacía. Era una clara señal de respeto por esa hermosa mujer ¿Quién lo diría? John Wick le tenía miedo — Disculpa Pepper pero ¿Acaso mi junta no es mañana? — Exclama algo frustrado.

¡Estaba apuntó de saber sobre ese misterioso Alfa! Pero una idea llegó a él de forma inmediata — ¡Wick acompáñame a Italia! Me voy aburrir mucho con Pepper ¿Qué dices? —

Pudo sentir un escalofrío al escuchar eso ¿Italia? Lo único que le esperaba ahí era una muerte seguro y su semblante cambió drásticamente — No, yo me quedo aquí — exclama autoritario y sin darse cuenta empezó a soltar su aroma Alfa provocando que Tony se quedara quieto con su mirada hacia el suelo. Había probado su parte Alfa de alto rango ni siquiera Steve lo llegaba a poner así y es que John era de esos pocos hombres poderosos y letales cosa que a Tony de agradaba.

Pepper se percató de la tensión y se le quedó viendo a John para que se tranquilizara ni siquiera se dio cuenta de su estado hasta que Pepper gruñó — Perdón. Yo...ahm, me quedo aquí. — Se levantó sin decir nada más y se fue a su habitación dejando a ambos en silencio por dentro Tony estaba algo triste ya que vio una oportunidad perfecta para conocerlo mucho más.

— Tal vez... en otra ocasión. — susurra con una sonrisa triste.

La mascota de John se acercó al omega para lamer sus manos buscando animarlo cosa que consiguió.
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A la mañana siguiente John se despidió de ambos pero no se atrevió a salir ya que no deseaba arriesgarse y se excusó con una pequeña infección cosa que Tony creyó; había descubierto que era muy protector (Jamás diría en voz alta que le encantaba). Anoche había soñado con Helen por un momento se sintió mal pero aquella plática no sabía cómo interpretarla era como si le rogara que se le liberara de ella para seguir con una nueva vida aunque sabía que eso era difícil ahora.

— Tendría que matar a la mesa suprema para ello. — Desde que asesinos a los hermanos D'Antonio's se había condenado, malditas reglas, malditas deudas pero no se arrepentía de nada, le encantó vivir como un hombre normal.

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El viaje a Italia fue demasiado agotador y eso que fue con su Jet privado, imaginarse a esa junta aburrida le provocaba dolor de cabeza.

— Solo por qué creo que esto ayudará más a Industrias Stark es que acepte esto. Evolucionará todo lo que conocemos sobre la medicina Pepper. Han desarrollado muchas cosas que junto con Corea podremos salvar más vidas —