One - Shots Harry Potter

Draco Malfoy - RNPT

Tiempos pasados

El mismo lugar.

La misma mesa.

Draco tamborileaba la superficie intentando conservar una expresión serena.

—15 minutos, son solo 15 minutos—reflexionó para sí mismo. La puntualidad nunca había sido una característica de TN.

Ya habían pasado 30.

¿Qué tenía esa mujer que lo ponía en ese estado?

La campana de la puerta le indicó que alguien estaba entrando en las Tres Escobas.

Se levantó rápidamente, cuando ella llegó a la altura de su mesa.

Benditos modales, Lucius Malfoy estaría orgulloso.

Aunque no lo estuvo con su matrimonio y mucho menos con su divorcio.

—El problema no es su sangre, es ella, no tiene el temperamento —le había repetido muchas veces.

Oh claro que lo tenía, de lo contrario, no se hubiera enamorado en primer lugar.

Se saludaron con cierta distancia y él la invitó a sentarse.

—Se me hizo tarde, lo lamento. Espero que no hayas tenido que esperar mucho —dijo con una pequeña sonrisa sarcástica.

Draco conocía sus expresiones faciales bastante bien, lo había hecho a propósito. Aun así, intentó mantener su expresión serena.

Tal vez se lo merecía, claro que lo hacía.

—No hay problema, me gusta este lugar.

A los pocos segundos un par de cervezas de mantequilla se colocaron en la mesa.

Todo estaba coordinado, solo le había costado un par de galeones extras.

TN lo miró con sorpresa y sin pensárselo mucho le dio un par de tragos a la bebida. El platinado sintió como cruzó las piernas bajo la mesa.

—¿Está cómo te gusta? —preguntó —¿Quieres pedir algo más?

—Esta perfecta —la mujer lo analizó —Todo es perfecto. Aunque no entiendo que hacemos aquí.

—Yo quería verte. Hace unos días volví a Londres.

—Un reencuentro no estaba en mis planes.

—¿Qué te hizo cambiar de opinión?

—Pansy puede ser muy insistente si se lo propone. No me ha dejado en paz desde que se enteró que regresaste.

En definitiva, su amiga se había ganado su gratitud ¿Comprarle una isla era demasiado?

—No tuve nada que ver en eso, lo juro.

—Te creo. No se hubiera esforzado tanto de estar obligada a hacerlo.

Draco suspiró, cambiando de tema de forma poco sutil —Este lugar siempre fue especial para nosotros, por eso quería verte aquí, tenía que ser aquí.

—¿Cómo conseguiste la misma mesa?

—Llegué muy temprano.

La mujer rio —Entonces si me esperaste un buen tiempo.

—El lugar lo valía.

—¿Y por qué tomarte esas molestias? —cuestionó apoyando los codos en la mesa.

Sabía que la mujer no se iría con rodeos.

—Quiero que retomemos nuestra relación.

TN lo miró sorprendida —No me esperaba eso.