𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

13.

Capítulo 13.

Me despierto sumamente temprano gracias a mi madre. Mis intenciones son quedarme más tiempo en la cama porque estoy tan agotada física y mentalmente por el día de ayer.
Pero ella es tan empecinada, desea disfrutar el día al máximo ahora que estamos aquí en Los Ángeles. Desea disfrutar y seguir conociendo antes de que tengamos que volar a casa nuevamente.

Con mucha pereza busco mi teléfono bajo la almohada, hace años que tengo esa manía de dejarlo allí. Incluso en mis peores días en que apenas puedo pensar cuando despierto, mi mano instintivamente van hacia ese lugar en busca del aparato.

Lo primero que veo es el mensaje de él. Un nudo se forma en mi estómago cuando abro el chat y leo lo que me ha escrito.
Mi corazón salta de alegría por cada palabra escrita, aún es difícil para mí poder creer que él está hablando conmigo, me siento en una película o en un libro donde yo soy la protagonista de esta maravillosa historia.

-No puede ser. ¿Él va a llamarme? —Murmuro incorporandome sobre la cama.

Todo el cansancio, el sueño se esfuma apenas leo aquellas palabras. Si antes mi corazón latía frenético bajo mi piel, ahora siento que se saldrá literalmente por mi boca, este chico quiere matarme.
Con dedos temblorosos le escribo una respuesta, básicamente le explico que me dormí temprano a causa del agotamiento, y que estoy encantada de poder recibir una llamada suya.

Por supuesto eso es una mentira, estoy aterrada, casi con un paro cardíaco por saber que él me llamará y escucharé su perfecta voz.

-Hola mi pequeña ¿Cómo has amanecido? —Me pregunta mamá entrando en la habitación.

-Bien, muchas gracias. ¿Y tú mamá?

-Estoy cansada, pero bien. —Responde con una sonrisa. —Estaba pensando en quedarnos en el hotel el día de hoy, honestamente me duelen mucho los pies, ya sabes que soy vieja, no tengo las mismas fuerzas que antes.

Yo le sonrío.

-No te preocupes mamá, debes descansar, ya has echo mucho por mí. —Le digo con una tierna sonrisa que ella me devuelve.

-Me iré a dar una ducha, después podemos ir al bufet para tomar nuestro desayuno.

-Sí, me encantaría. —Respondo.

Cuando mamá sale la habitación, miro mi teléfono el cual había estado sonando. Es Ignacia, ella también está despierta, me pregunta que haremos el día de hoy, ya que aún nos quedan 2 días en Los Ángeles.
Estoy apunto de responder cuando una llamada entrante me hace soltar el móvil pegando casi un grito.

Es él. Es Niall Horan.

Sé que mi comportamiento es bastante infantil, pero joder, es ¡Niall Horan! ¿Quién tiene la posibilidad de hablar por teléfono con una super estrella? Pues nadie, sólo una loca como yo.

-Magda, solo cálmate. Piensa que te está llamando un ejecutivo de cuentas, habla con normalidad. —Me digo antes de alzar nuevamente el móvil y aceptar la llamada.

—Hola. —Contesto intentando sonar lo más normal posible.

—Hola Magdalena. —Dios mío, es él, es su voz.

—¿Cómo... estás? —Digo notando claramente como mi voz comienza apagarse. No engaño a nadie, jamás podría idealizar en mí cerebro que estoy hablando con algún ejecutivo. Él suelta una pequeña risita al otro lado de la línea.

—Estoy bien ¿Has despertado bien? —Me pregunta.

—Sí. Un poco confundida, pero estoy bien. —Le explico. —Leí el mensaje no hace muchos minutos y no entendí aquella parte de la proposición.

—¡Oh sí! —Él se ríe. —Quería saber si tienes planes para hoy.

Joder, jodeeeeer.

—¿No? —Respondo demasiado nerviosa. —Mi madre me pidió el libre ya que realmente está agotada por el día de ayer. —Le explico mientras siento una vez más mi corazón palpitar con fuerza.

—Entonces, ¿Quieres pasar el día conmigo? —Me pregunta un tanto tímido y nervioso a la vez, o al menos eso puedo sentir al escuchar su voz apenas audible.

—¿Es... es enserio? —Susurro y sin poder evitarlo me cubro con el edredón completamente.

Él vuelve a soltar una pequeña risita, provocando que miles de mariposas inunden mi estómago.

—Sí. Solo si quieres por supuesto, puede ser donde tu quieras. —Me ofrece.

—No conozco Los Ángeles, no sabría donde ir. —Respondo dando por echo que lo veré.

—Yo conozco algunos lugares que podrían gustarte. —Dice nuevamente con aquel tono tímido. Imaginar su rostro al otro lado de la línea y me causa demasiada ternura.

—Está bien, me encantaría. —Digo apenas en un susurro y es que no puedo hablar más fuerte porque temo que mamá esté escuchandome.

—¿En qué hotel estás hospedada?

—Se llama San Francisco, está solo a un par de cuadras donde fue el concierto. —Le explico.

—Perfecto. Iré por ti a las 12:00 hrs, ¿Te parece bien?

—Sip. —Respondo y él ríe otra vez.

—Nos vemos Magdalena. Sé puntual. —Me pide y yo sonrío.

—Lo seré.

—Adiós.

—Adiós Niall. —Digo y corto la llamada.