Sean: Valiente y poderoso
-¿Puedo mantenerte a salvo porque todo mundo me teme?-
Daniel: Tiene miedo de ser, lo que es
-¡Haré lo que sea para sobrevivir!-
Ambos son personas desafortunadas que deberán prepararse para enfrentar sus miedos.
Ser fuer...
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En el capítulo anterior...
La tenue luz alumbró mi cuarto y entrecerré mis ojos para observar detalladamente las esquinas de mi cuarto hasta que otro pequeño movimiento consiguió sobresaltarme.
Y entonces conseguí enfocarlo.
Lo encontré recargado contra la pared y con sus brazos cruzados a la altura de su pecho
-Sean...-murmuré en voz muy baja para evitar despertar a Ana. La observé de reojo para asegurarme de que aún continuaba durmiendo y ella tan solo se removió entre sueños.
Sean avanzó un poco y su cuerpo se alumbró con ayuda de la luz de mi lámpara, pero todavía me fue imposible ver su rostro
-¿Vas a ayudarme?- claro y directo, Sean no había cambiado para nada
-Cuenta conmigo-le respondí de inmediato.
Suspiró y cuando se alejó un poco de aquel oscuro rincón de mi habitación, por fin pude ver su rostro.
Lo primero en lo que me fijé, fue su cabello; estaba despeinado y sin una dirección fija. Sus ojeras estaban bien marcadas y sus ojos parecían estar un poco irritados. Se veía cansado, con cada una de las letras que llevaba esa palabra.
Sean era alguien que se mantenía impecable, pero ahora, incluso tenía un pequeño rastro de barba. Fuera de todo eso se veía "bien".
Pero lo más probable era que, dentro de él, todo estaba mal.
Sean era de los que, si estaba sufriendo, difícilmente hablaba con alguien sobre sus problemas; él evitaba que la gente se enterara de sus pensamientos, pero por ahora, todos sabíamos el motivo que lo tenía en ese estado.
Se sentó a un lado de mí y la cama se hundió un poco. Ambos observamos en silencio a Ana quien continuaba sin muchas preocupaciones en su mundo de sueños.
-¿Has descubierto algo?-Sean dejó de observar a Ana y posó su mirada en la pared que había frente a él
-Nada, ningún rastro-habló sin parpadear-Es como si la tierra se lo hubiera tragado-pasó sus dedos entre sus cabellos.
Ambos nos quedamos en silencio después de haber hablado en voz baja para evitar despertar a Ana
-Yo creo que sí lo vamos a encontrar-lo observé en silencio y sentí que mi comentario estuvo fuera de lugar porque mis propias palabras de aliento ni siquiera a mí me alcanzaron-Y dime ¿Qué está pasando con los demás?-me crucé de brazos-Aparte de James, Ana y tú nadie más me ha visitado-Tom y August iban a tener problemas en cuanto los viera. Eso era seguro
-Probablemente no les agradas tanto como creías- sonrió un poco mientras volteaba a verme de reojo
-Ja, Ja, Ja qué buen chiste-se encogió de hombros y sonreí al ver que había intentado bromear un poco. Se levantó de la cama sin hacer nada de ruido y guardó sus manos en los bolsillos de su sudadera mientras empezaba a caminar un poco por mi habitación-Hablo en serio Sean, dime qué está pasando entre ustedes-retomé el tema porque quería una explicación que proviniera de alguien neutral como lo era Sean, pero él se mantuvo en silencio hasta que suspiró profundamente
