Todos salieron inmediatamente de la cocina, dejando a Cassie y a sus padres solos.

Sirius se sentó frente a ella y se pasó una mano por el desordenado y largo cabello negro.

-¿Dónde dormiste? -le preguntó Cassie a su madre. Aurora se sonrojó levemente y le echó una rápida mirada a Sirius-. ¡Oh! Entiendo, estuvieron divirtiéndose -agregó con desdén-. Bien, pasando a otro tema que de verdad me interesa, ¿cuándo nos iremos, madre?

-Nos quedaremos aquí, hija, ya te lo dije -respondió Aurora sentándose junto a Sirius.

-Mira, madre... Entiendo tus supuestos deberes con la Orden, créeme, pero yo no soy parte de esto, no me interesa en lo más mínimo y si temes a que diga algo o que te delate, puedo asegurarte que no pasará y guardaré tu secreto, pero yo quiero volver a mí casa, con mí familia -remarcó muy bien el pronombre.

-No podemos volver, hija. Le dije a Lucius que estaríamos en París por el resto de las vacaciones.

-En Pa... ¡¿Qué?!

-Cassie, por favor, escúchame. Tengo que realizar algunas misiones y me sentiría mejor si te quedas aquí.

-¿Estás diciéndome que te irás y me dejarás con un montón de desconocidos, madre?

-Son mis amigos, hija, confío en ellos y Sirius no es ningún desconocido.

-¡Pues para mí sí! -exclamó Cassie perdiendo la paciencia-. Podrán ser tus amigos, aliados, cómplices, amantes o lo que sea, madre, tuyos pero no míos. Éste hombre -apuntó a Sirius-, podrá ser el amor de tu vida pero yo no lo conozco en lo más mínimo. Y a quienes sí conozco, que es a los Weasley, me odian tanto como yo a ellos. Si no me crees anda a oler cómo dejaron mi ropa.

-Cassie, estás reaccionando como una niña -dijo Aurora levantando la voz.

-¡¿Y cómo quieres que reaccione?! -gritó la chica con lágrimas de rabia en los ojos-. ¡Acabas de presentarme un mundo totalmente diferente a lo que conozco, prácticamente obligándome a formar vínculos con gente que odio! ¿En serio creíste que hoy despertaría sonriendo y llamando papá a éste hombre, madre? ¿que saltaría a sus brazos y le pediría que me enseñara a volar en escoba?, ¿que de un día a otro seríamos la familia feliz de los cuentos de hadas? Pues eres bastante ingenua si llegaste a pensarlo. Te veo, siendo amable con toda ésta gente a la que siempre insultas en casa y no te reconozco, madre. ¿Por qué me haces ésto?

Cassie se tapó la cara con las manos y ahogó un sollozo. Sólo quería despertar de aquella pesadilla, despertar en su cama, en su habitación en la mansión Malfoy y que su padrino Lucius le dijera que todo estaría bien, que nada había cambiado.

Pero esa no era ninguna pesadilla, o al menos, no una de la que pudiera despertar.

Aurora suspiró y Sirius se fregó los ojos con cansancio.

-Fue un error traerla, Aurora. Lamento haber insistido -reconoció Sirius.

-Eres demasiado orgullosa, Cassie -la regañó su madre.

-Pues soy una Malfoy. ¿Qué otra prueba quieres?

En ese momento, Fred y George entraron en la cocina. Ambos venían furiosos, porque en lugar de despertar con sus caras normales, una gran patata marrón y terrosa sustituía a sus narices. Y ambos sabían quién era la culpable de tal broma: Cassie.

Pero se encontraron aquella insólita escena: Cassie Malfoy, la orgullosa, fría y calculadora Slytherin estaba llorando, demostrando una debilidad que nunca antes le habían visto.

-Uh... lo sentimos, no queríamos interrumpir...

-Ya terminamos, chicos -dijo Sirius-. Pueden entrar.

Cassie se limpió rápidamente las lágrimas y se quedó allí sentada. Su madre le preparó un emparedado y le sirvió una copa de jugo, los cuales ni siquiera miró. Se le había quitado hasta el hambre.

-Cassie, ¿podrías acompañarme un momento? -pidió Sirius. La chica iba a mandarlo a volar, pero accedió para no quedarse en la cocina recibiendo las horrendas miradas de Fred y George.

Subieron hasta la habitación que Cassie compartía con Hermione y Ginny, y para confusión de la rubia, Sirius tomó su maleta con sus cosas y las sacó de allí.

-¿Qué crees que haces?

-Sólo sígueme.

Continuaron subiendo y en el tercer rellano, Cassie vió que sólo había dos puertas. Una tenía el nombre de Sirius en un pequeño letrero de cobre, y la otra decía, en un letrero mucho más grande:

"No pasar, sin el permiso expreso de

Regulus Arcturus Black"

La habitación estaba cerrada con llave, así que Sirius abrió la puerta con su varita. El interior no estaba más limpio que el resto de la casa, pero se notaba que el propietario anterior tenía clase, según el punto de vista de Cassie.

Había varios banderines de Slytherin colgados en las paredes; las cortinas eran verdes y el papel de la pared, pese a estar hecho pedazos en algunas partes, era de un color verde agua que a Cassie le hacía recordar mucho a la sala común de Slytherin.

De alguna forma, pese a la situación en la que estaba, Cassie se sintió más a gusto.

-Tienes razón. No podemos obligarte a compartir con nosotros. No nos conoces, así que creo que lo mejor es darte espacio mientras te acostumbras, Cassie. La habitación necesita una limpieza pero puedo ayudarte más tarde, si quieres -dijo Sirius dejando la maleta de su hija sobre la cama, desde la que se levantó una nube de polvo.

-¿De quién era ésta habitación? -preguntó Cassie recorriéndola con la mirada.

-De mi hermano menor. Él perteneció a Slytherin. Nunca fué mi intención hacerte sentir mal, Cassie. Yo sólo quería conocerte, que supieras de mí y... de alguna forma recuperar algo del tiempo perdido -Cassie no contestó-. Sé que tus vacaciones no serán lo que esperabas, pero esta vieja casa es todo lo que puedo ofrecerte por ahora. Vendré luego a ayudarte a ordenar.

Sirius se marchó y Cassie se quedó allí, al medio de la habitación pensando lo que su padre acababa de decirle, hasta que alguien se apareció junto a ella.

Fred.

————

¡Uy! Qué querrá Fred para ir a la nueva habitación de Cassie? ¡Lo sabremos en el siguiente capítulo!

Lamento lo del guión corto, pero Wattpad acaba de cambiarlo y no quiero editarlo entero jdksb.

¡Disfrútenlo!

Mi mejor travesura [COMPLETA] ✔️ (Fred Weasley, fanfic)Место, где живут истории. Откройте их для себя