capítulo 7

3.9K 143 3
                                    

-¿Yo?, por favor, ¿Qué tienes tú con George?.
-Pareciera que le odias, que le amas, ¡Que estás celosa! -Dijo moviendo sus brazos de un lado a otro.
Su mirada lo decía todo, le gustaba, y mucho. Es increíble como eso puede ocurrir en, tan solo, ¿Una mañana?.
-¿A George?, ¿Celos? -Reí irónica-, ya quisieras -Bufé-. Madura de una vez.

Sin decir más, me dirigí al aula correspondiente -3 E-. Biología, sin Gabriela -Por suerte, ya que estaba totalmente enfadada con ella-. Al entrar a ésta, divisé a Brandon por los últimos asientos, ¿Brandon no estaba dos años adelante? ¿Qué hacía aquí?.
-¿Qué diablos haces en mi aula? -Cuestioné furiosa.
-Ayudaré al profesor en tus clases -Me regaló una sonrisa victoriosa.
Brandon es perfecto en todas las clases, exceptuando Artes plásticas, es un asco en eso.
-¿Bromeas no? -Interrogué fría, nunca fuí muy sociable con mi familia, solo con papá. Además, lo seré mucho menos con alguien que solo pertenece a mi familia por ser el hijo del segundo marido muerto de mamá. Claramente él era mi padrastro y Brandon mi hermanastro.
-No -Sonrió nuevamente.
Realmente odio cuando lo hace, odio que él exista, lo odio a él.
-¿Podrías dejar de sonreír, tarado?
-Denegado -Sonrió una vez más.
-Agh, imbécil -Bufé y tomé asiento delante de Brandon, ya que los otros se encontraban ocupados.
El odio a Brandon se debe a su estúpido carácter, su responsabilidad, su irritante sonrisa y su molesta voz. Él era odioso.
-Buenos días estudiantes -Saludó el maestro entrando al aula.
-Buen día -Respondimos al unisono.
-Meza, ¿Qué hace tan atrás? -Dijo el viejo.
-Oh, creí que estaría mejor aquí para no estorbar en su clase. Pero si quiere, puedo..
-Tome asiento a un lado de su hermana _____ -Interrumpió.

Adiós vida.

-Ahm.. -Realizó una corta pausa-. Vale.
Oí el sonido de sus libros unirse y visualicé como los dejaba caer sobre el banco a un lado mío. Se dejó caer pesadamente sobre la silla y suspiró.
-Maldito seas Meza. -Susurré.
-Lo mismo digo, hermanita.

Volteé la mirada a la ventana. El cielo estaba gris y triste, como yo. Recordé el momento en que rompí con Chaz. Una solitaria lágrima cayó por mi mejilla, la cual, rápidamente limpié. Cerré los ojos con fuerza y la mirada esmeralda volvió a mi cabeza. Ningún otro par de globos oculares se compara con los de él, ni los de mi ex novio color negro. Aquel chico de cabello marrón y ondeado, de un momento a otro, pasó de ser algo más importante en mi vida que un simple “chico malo” del instituto. Las cosas ocurren tan rápido, al igual que como brotan los sentimientos.
Abrí los ojos y me levanté
del asiento llamando la
atención de todos ¿Qué
diablos ocurría conmigo?.
Me sentía mareada, y sin
recordar nada más.. todo se volvió negro.

Narra Brandon.

Observaba atentamente
hacia el pizarrón, cuando _____ se levantó del asiento
Llamando la atención de
todos los presentesy en
segundos cayó al suelo.
Rápidamente atendí y la
tomé entre mis brazos,
observé hacia el profesor
que estaba como un
verdadero imbécil
contemplando la situación.

––¡¿No hará nada?! —Grité furioso con ______ en mis brazos.
El muy inútil no emitió palabra alguna, un verdadero cobarde, alguien cae desmayado en su clase ¿Y qué hace?, nada. Se queda allí parado como un completo idiota.
Apresuré mi paso hacia la enfermería y observé a ______ de reojo, se veía tan delicada y linda..

––¡¿Qué ocurrió con ______?! —Una desconocida voz masculina interrumpió mis pensamientos.
––No te importa. 
––Claro que me importa, ¿Por qué preguntaría entonces?! —Elevó la voz.
––Escucha Leyva —Volteé—, no estoy para tus ''miedos''. —Fruncí el ceño.
––Solo quiero saber como está _____.. —Suavizó la voz.
––No tiene nada, solo se desmayó..

Pausé cuando se acercó a ella y comenzó a acariciar su cabello delicadamente. Nunca creí que alguien como Leyva haría algo como eso.
––¿Qué te traes? —Interrogué.
––Nada.
––Entonces, iré a enfermería —Dije volteando, menos de diez pasos y ya estaría donde debía ir—. Permiso.
––Claro. —Dijo frío.

Casi corriendo entré por la puerta de enfermería.

––¿Qué ocurrió? —Cuestionó la enfermera.
––No sé la historia completa, pero.. de un momento a otro se levantó del asiento, para segundos caer hacia el suelo..
––Vale, recuéstala allí —Indicó una camilla.
––Claro. 
La dejé caer suavemente sobre esta. Dios.. ______ se observaba hermosa y tierna “dormida” .. ¡Brandon! ¡Quítatela de la cabeza! ¡Es tu hermanastra!. Sacudí levemente mi cabeza, intentando quitar aquellos pensamientos de mi mente..
 ––Disculpa —Habló la enfermera—, necesito que me acompañes..
––Claro —Respondí—. ¿Se quedará sola? —Pregunté confundido.
––Es necesario que esté un tiempo sola..
––Oh, comprendo.

 
Narra George.

Luego de que Brandon se adentrara a enfermería, sentí como una punzada me daba en el pecho, pero desconocía el por qué de ésta.
Me colé tras los casilleros y llevé mis manos a al rostro. Algo extraño sucedía conmigo desde el día anterior. Últimamente _____ no salía de mi cabeza, día y noche se mantenía en ella.

 Logré visualizar a Brandon y la enfermera saliendo de enfermería, cuando ya no hubo rastro de ambos, me dirigí sigilosamente al lugar donde antes se ubicaban.
––¿_____? —Musité, no hubo respuesta.

Volteé mi mirada y allí estaba ella, sobre una camilla. Se observaba dulce y delicada como si de una muñeca de porcelana se tratase. Me acerqué y comencé a acariciar su cabello, nunca antes había hecho esto por ninguna chica, era la primera vez.

 Volteé mi mirada y allí estaba ella, sobre una camilla. Se observaba dulce y delicada como si de una muñeca de porcelana se tratase. Me acerqué y comencé a acariciar su cabello, nunca antes había hecho esto por ninguna chica, era la primera vez.

––¿George? —Se oía indefensa.
––¿Qué ocurre? —Le miré directamente a los ojos, sus hermosos globos oculares color miel que me hipnotizaban por completo.
––¿Qué.. qué haces aquí?.. ¿Dónde estoy?..
––Yo.. —Dije incómodo—. Brandon solo dijo que te habías desmayado en clase.
––¿Brandon?.. ¿Brandon me trajo aquí? —Ví como sus mejillas comenzaban a tomar color, ¡¿Pero qué diablos?!.
––Sí —Dije más frío que un hielo.
––¿Y dónde está ahora?.
––Salió con la enfermera.. —Realicé una pausa—. Escucha, si no quieres que esté aquí, me iré —Dije algo enfadado mientras daba la media vuelta.
––No —Tomó mi camisa—. Yo.. lo lamento.. —Pausó—. George..
––¿Hmm? 
––¿Qué hacías con Gaby ésta mañana?.
¿Qué dirá George?

Holaa ¡no olviden votar y comentar!

El chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora