Capítulo Treinta y cuarto (Parte I)

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El humo del cigarrillo me hizo toser. Manu se río en mi cara llevándose de nuevo el cigarro a los labios, me abaniqué con las manos apartando el humo que me rodeaba con un gesto de exagerado fastidio.

—¿Vas a contarme todo o seguirás haciendo caras?

—Apágalo, en serio —pedí haciendo pucheros.

Estábamos en el área de fumadores del club nocturno con el fin de poder hablar sin Sandra cerca. Manu apagó el cigarro y pasó el brazo por mi cintura para abrazarme.

—Te ves mortificada.

—Siento que lo estoy, no sé cómo explicarlo. Manu, le dije ¡Sí! ¡Viviremos juntos! Dormiré con él todos los días, y no me molesta, pero diablos. Me gusta despertarme tarde, y amo dormir con mis pijamas viejas y ridículas. Santiago está acostumbrado a verme con cosas provocativas, Duero tarde, él se va a la cama a las nueve treinta porque despierta a las cuatro de la mañana ¿Quién diablos despierta a esa hora?

—Santiago Alejandro Sada.

—¿Qué? ¿Se llama así? Ni siquiera se su nombre completo y me voy a vivir con él, bien Valentina bien —aplaudí como tarada.

—Deja el drama, Sandra Valentina —río Manu—, Santiago A. Sada, nunca se te ocurrió que tenía un segundo nombre.

—Manuel, no sé cómo fui capaz de decir sí. Me encanta el tipo, lo quiero muchísimo, estoy enamorada ... Mierda, estoy tan enamorada.

—¡Chicos! —gritó Sandra apareciendo tras nosotros— Voy por algo a la barra ¿Qué quieren tomar?

—Algo fuerte Sandy, lo más fuerte que encuentres.

—Espera —intervino Manu—, no te van a vender nada de alcohol, van a pedirte identificación.

—Me vieron entrar con tu hombre, que es cliente VIP de este sitio, obvio me venderán.

Sealejó sacudiendo su bonito pelo que llevaba suelto, dejándonos solos de nuevo.

—Me voy a enamorar más, lo sé, pasar tiempo con él solo va a provocar que lo quiera mucho más.

—Valen, deja el miedo, asume que estás en una relación formal y deja de pensar solo en lo malo que puede pasar. Aunque, enamorarse más no está mal.

—Lo está cuando la otra persona no te corresponde.

—¿De qué hablas? ¡Te está pidiendo que te mudes con él! Ese tipo que seguro olvidaba los nombres de sus otras novias, está comprometido en lo de ustedes, eso dice Sebas, y mi amor no miente. ¿Por qué le dijiste que sí, si no estabas segura?

—No lo sé, Manuel, no lo sé, me dejé llevar. Vi sus ojos y la manera en la que me sonrió y ...

—¿Tenía puesto los lentes?

Un desastre llamado Valentina (Ahora gratis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora