Lo logramos

39 4 3
                                    

Cuando todos regresaron a las instalaciones, se reunieron en la oficina de Donna, no había silencio en aquella habitación, todos estaban dando gracias al cielo por seguir con vida. Donna habló.

-Lo logramos.

-¿De verdad?

-Explotó con todo y fortuna.

-¿La perra ha muerto?

-Sí Gedisa, carbonizada.

-Uno menos- Mouque los escuchaba.

-¿Quién falta?

-Hesdovoj-Al unísono respondieron Donna y Mouque.

-¿El ruso?

- La mierda rusa-Corrigió Donna.

-Tenemos que recuperarnos de esto, y no debemos ir tan pronto hacía él.

Mouque estaba en lo cierto, Donna solo asintió ante su comentario y se dirigió hacia su escritorio.

-Necesitas una secretaria que pueda atender todos esos papeles-Meg daba su opinión.

-No necesito ninguna secretaria Meg, ya ellas hacen su trabajo con simplificar todo lo que pido, ya solo debo echar cuentas y es todo, eso me recuerda- Tomó su mentón entre su índice y pulgar y tomó unos papeles con su otra mano y los ojeo-Debo pagarles.

-Donna, ¿Y aún después de todo solo piensas en pagarles? O sea, ellas entenderán el que te tardes con la paga.

-Gedisa, tienen familia, un hogar, deben mantenerse y aquellas chicas que deciden acá, tienen gastos propios para lo que quieran, no puedo privarles su dinero.

-Pareces toda una empresaria de las buenas.

-Debería pagar por el título.

Dio una carcajada de risa junto a sus amigas.

-Chicas estudien por Internet y saquen una profesión.

Gedisa hablaba entre risas, sin duda era la más risueña del grupo.

- Si tan sólo hubiera tiempo para eso, en fin, ayuden con esto.

*****

Después de que Donna haya emitido cada pago se sentó en su gran silla y posicionó sus pies al borde de su escritorio. Había enviado a Meg y a Gedisa a la empresa por los últimos informes y folios, Mouque decidió descansar en la habitación de Donna, regresaría a casa en cuántos las chicas llegarán con los papeles; por la cabeza de Donna rondaba la idea del último jefe de la más grande mafia rusa, intentaba dar con fechas pero no quería adelantarse, Mouque aún está de reposo y en recuperación y ella igual, fue un gran susto por el que pasaron y aún no deben volver a enfrentarse.

Se levantó de aquel asiento y fue a ver a Mouque, su vida giraba entorno a él, y ella no comprendía el porqué, más si sabía que le gustaba y quería muchísimo.

En aquella habitación el joven estaba recostado viendo su teléfono, que se encontraba lleno de fotos de ellos, una de las cosas que más hace como pasatiempo es tomarle fotos a Donna, sin duda el chico estaba muy enamorado de ella, de la última persona que le compró, de quien nunca pensó que pasaría sus días con alegría y al lado de alguien con quien aprendió a amar.

-¿Aún tienes esa foto?-Donna le vio esperando una respuesta.

- Sí, ¿Cómo no tener una foto de la mujer más cautivadora y bella del mundo en mi celular? La primera foto ¿eh? Imposible que la elimine si sales bellísima, ¡Me encantas!

Mirame, voy tras de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora