¿Es que siempre eres mi hijo? Parte 2

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Continuamos charlando mientras caminamos juntos hasta la puerta del colegio privado del niño. Este viene con una niña pelirroja y sonrisa mellada más pequeña que mi hijo colgada de su brazo, su cara de matarme por favor era un auténtico cuadro. Tras él un joven de su edad la aparta serio regañándola con protestas que no logro entender del todo por el escándalo.

-Señor Denki –saluda con ese rostro serio y ojos fríos en ese azul intenso que claramente me indican quien es su padre sin lugar a dudas.-Espero no se haya olvidado que hoy iba a estudiar a su casa- comenta cuando la niña se me pega como una lapa a la pierna lloriqueando.

-¿A que me casare con Koichi cuando sea mayor?- miro a la niña de ojitos negros vidriosos poniéndome a su altura

- Eso solo es posible si ambos quieren – acaricio su cabello suspirando para mirar a mi ruborizado hijo

-Es una niña muy terca – comenta el chico al lado de mi hijo con su cabello negro y enorme sonrisa mirando a sus amigos que asienten- Sabes que el ya está con alguien ríndete- le aconseja para luego despedirse yendo junto a su madre, Mina. Ambos se despiden yendo a su coche entre risas.

- Bueno en marcha – indico limpiando el pantalón que se llenó de polvo por arrodillarme en el suelo para ver a la niña

- Yo voy con vosotros- exige y yo solo busco a la madre para que se la lleve , al instante jirou corre alzando a la niña tras disculparse y marchándose a la carrera mientras la regañaba por molestar a su hermano mayor.

De esta manera los tres subimos al monovolumen y me encamino al chalet de tres pisos en el que vivimos y estoy seguro que en mi dimensión original no podría pagarlo ni trabajando media vida. En la parte trasera los dos niños se pasan cuchicheando todo el camino, más de una vez mi hijo se mueve nervioso y ruborizado.

- ¿Qué tal el día? - pregunto a los niños en la parte trasera que me miran culpables-¿Tan mal fue el examen? -suspiro resignado estacionando en la entrada del garaje y bajando junto a los preadolescentes que asiente.

-Esa profesora es una pu... Cof cof una mala persona -se corrige nervioso por el codazo del otro. -Nos odia. Ha puesto un examen interminable, era imposible de terminar -de quejaba causándome risa sus palabras

-Bueno no es el fin del mundo -le animo dejándoles pasar y ambos suben al cuarto del niño de la casa mientras yo voy al estudio para fingir estar escribiendo en la novela y en realidad seguir investigando sobre este mundo y como era yo en él. Sobre las seis subí al cuarto del niño tocando en la puerta divertido y al momento un agitado preadolescente con sus negros cabellos con una bandana roja atada que me recordaba a algunas de las veces que Kirishima las había llevado para tapar las raíces negras ya que se teñía el cabello de rojo y no quería se supiera. Su respiración acelerada y mejillas rojas me daban una clara idea de quien era la pareja de mi adorado, bueno por lo que vi en el ordenador de mi yo de este mundo, hijo.

- Solo venía a proponeros si queríais hacer un descaso y tomar algo con migo- sonrió lo más inocente que puedo oyendo las risas del otro niño llamado Genji y como le dice que sigo igual que siempre, que ya estaba tardando en subir.

-¿Tortitas?- les pregunto sacando la sartén y la masa que previamente había preparado.

-Yo si quiero señor Denki- dice el pelirrojo bajando por las escaleras de la mano de mi hijo el cual competía contra el cabello del otro en cual lograba superar al más lustroso tomate sobre la encimera.

Entre broma y broma preparamos las tortitas y nos sentamos en la mesa con los siropes la nata y miel. El pequeño Genji quería frutos rojos en la suya y por suerte tuvimos. Mientras devorábamos los dulces me contaron que una tonta chica se había atrevido a confesársele a Koichi, sabiendo que eran novios. Si digo la verdad es que se veían muy tiernos juntos, yo no tengo ningún problema con las parejas de su mismo sexo, si mi mejor amiga, Jirou, estaba saliendo con Momo cuando esta tras romper con el príncipe de hielo se dio cuenta de sus sentimientos por la más bajita. En su mundo salieron barias parejas homosexuales cuando asistían a la UA y después también. Yo siempre me he considerado totalmente hetero pero ya no estoy seguro de serlo , creo que siempre fui bisexual y nunca lo había querido aceptar. Confieso que los cuerpos de mis compañeros de clase siempre me atrajeron. Siempre lo achaque a envidia de la buena ya que era el más delgado y fibroso de la clase al lado de mis compañeros y teniendo a Kirishima y su perfecto pecho musculado y cuerpo explosivo no me mires o te vuelo Bakugo con su pectorales como panes y tableta para lavar ropa la cual me propuse grabar en el universo en el que éramos mafiosos a fuego en mis manos y su duro y bien formado culo... Si ya no  tengo dudas de que me atraen tanto las curvas de infarto de alguien como momo y su cuerpo 90-60-90 , como las curvas de cada musculo del cuerpo de nuestro rey explosivo.

-Señor Denki nosotros volvemos a estudiar gracias por la merienda- el pelirrojo contiene la sonrisa saliendo a la carrera por las escaleras llevándose a nuestro hijo con el.

-Que tanto fantaseabas rayito- me susurra al oído una de mis parejas desatando su corbata y de la que no me di cuenta de cuando llego y se sentó a mi lado robando de mis tortitas- ¿Tan desatendido te tenemos que fantaseas delante de nuestro hijo con lo que esta noche haremos?- gira mi rostro robándome el aire en un fogoso beso que tiñe mis mejillas de escarlata.

-Yo... me distraje en mis pensamientos- confieso nervioso por ser pillado por uno de los culpables de que terminara babeando en mi mente con sus cuerpos.

- Parece que te atrape infraganti amor- se burla dejando la chaqueta en la silla y yendo a la cocina mientras desabrocha los primeros botones de su camisa mostrando su clavícula y haciendo que trague hondo para quitar esos pensamientos de mi cabeza. Técnicamente estamos casados por lo que no puedo comportarme como puberto virgen aunque lo último lo era en mi universo.

Sobre las nueve Enji llevo a su casa al novio de nuestro hijo mientras preparaba la cena, lo cual aproveche para hablar a solas con el niño y contarle todo lo que averigüe.

-Tengo novio- susurraba aun anonadado el niño repitiendo la palabra como un disco rayado.

-Si tienes novio acéptalo ya y despierta. Yo en mi mundo me consideraba heterosexual y desde que viajo contigo no paro de tener a mis dos amigos de pareja en este mundo a la vez y estoy casado con ellos- suspiro moviendo sus hombros para que reaccione.

-No ,es que en mi universo me odia y pasa olímpicamente de mi culo – confiesa rojo como un tomate haciéndome reír y revolver sus cabellos.

-Vaya con que estás enamorado de el en tu mundo- sonrió dulce al ya saber algo más de su verdadero ser y no del yo de ese mundo.

- Pero en mi mundo no es el cómo es en este, ni sus padres los mismos – juega con sus dedos haciéndome reír por lo dulce que se ve.- En mi mundo no se llama Genji sino Raito y tiene un cabello rubio que brilla con el sol, además de una horrible personalidad y lengua sucia – sonríe entre suspiros- Con dos iris de fuego que queman a aquel que se cruce en su camino-un pequeño escalofrió le recorre al recordar algo- Pero a la vez tiene un lado tierno a su modo que pocos conocemos- termina con sonrisa idiota.

- Me acabas de describir un bakugo genuino- me burlo ya que cada detalle del chico que le gusta es igual al dios explosivo que conozco- Anda termina de cortar la lechuga para la ensalada ya seguiremos hablando en otro momento.- ordeno ollendo el motor apagarse fuera y al momento entre quejas entrar el rubio por la puerta lanzando la corbata tras saludar a su agradable manera y quejarse por que Enjie no se encontrara. Su cara era digna de un cuadro cuando le conte que estaba llevando a Genji Todoroki a casa , se notaba que en este universo tampoco era muy buena su relación pero que tragaba a la fuerza por su hijo. Pase mi mano por sus hombros besándole en un intento de que se olvidara, rogando que accediera y no morir en el intento. Para mi suerte correspondió gustoso rodeando un uno de sus brazos mi cintura. Solo ruego no acabar enamorado de mis mejores amigos cuando regrese a mi mundo y estos sentimientos solo sean de los cuerpos de mis otros yo. No quiero sufrir por amar a uno de mis amigos y ser rechazado, no cuando ya me había resignado a morir solo en una casa llena de gatos arrugado y virgen

Lo que hicimos esa noche los tres en esa cama y como comprobé la flexibilidad de algunas de las partes de mi cuerpo es algo que aun años después no lograre sacar de mi cabeza. Menos la imagen de esos masculinos y perfectos cuerpos perlados por gotas de sudor, el cómo los jadeos inundan la habitación y el rechinar de los muelles de la cama con el perfectamente coordinado baile de nuestros cuerpos en tantas posiciones y formas. Ahora que hemos caído exhaustos arropados por los cuerpos de nuestras parejas me siento vacío y agotado, más tras tener en mi interior esos dos enormes trozos de carne palpitando en cada estocada que me hacía gritar de placer.

Te llevare con tus padresWhere stories live. Discover now