Parte sin título 18

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Capítulo 18

Se notaba nerviosa, se masticaba las uñas. El empezó acercársele, luego le caminaba alrededor. Todos estaban callados, a sus respectivas expectativas según su bando. Se detuvo frente a ella. Colocó su rostro a pocas pulgadas de ella.

—No quisiera destruirte. Tengo otros planes —le dijo a ella—. No sé qué te habrán contado los insurgentes. Yo te aclararé cualquier punto, no hay problema.

Se volteó, extendió sus brazos y preguntó en voz alta a sus hombres:

— ¿Quién soy yo?

El alcalde Fornier contestó gritando:

—El gran señor. Nuestro todopoderoso dion, enviando por la Gran Estrella Nova. La primera y la última.

Ves —interrumpió el dion, luego de voltearse ante la joven—. Soy el protector del Mundo, benévolo con aquellos que aceptan los designios del cielo. Implacable contra los enemigos de la voluntad divina. He aquí que la Gran Estrella se ha manifestado de nuevo, enviándome prácticamente una niña, una hija. Mi princesa estelar.

Cornelius le extendió su brazo izquierdo.

—Únete a mí. Gobernarás el Mundo a mi lado. Juntos.

Ella dejó de masticarse las uñas, poco a poco comenzó a estirar su brazo derecho. Lois, en voz baja al maestro Figoren:

—Debemos hacer algo, la está manipulando.

—Ella debe decidir por sí misma.

—Sí, pero usted me enseñó que las decisiones no deben ser coaccionadas. Está intimidada. No aguanta más.

El maestro trató de detenerlo, mas él se levantó del suelo y gritó:

—No lo hagas.

Los guardias se levantaron del suelo y comenzaron apuntar a Lois y al resto de los integrantes de la coalición. Estos últimos respondieron de la misma manera. Yamirelis contrajo su brazo derecho. Cornelius le gritó a Lois:

— ¿Quién te crees que eres?

—Nunca me habías visto. Aunque asesinaste a mis padres por tratar de encontrarme.

—Ya imagino quien eres. Hoy es un buen día para jugar bingo, aunque ya no me eres necesario. En cuanto a ti mi niña, te apuesto que en el otro lado eras alguien común y corriente, con pocos amigos. Quizás víctima de acoso escolar. Compañeras envidiosas porque eres preciosa. En cambio, en este lado del mismo Mundo. ¡Eres una diona! El equivalente a una diosa. Puedes tener todo lo que quieras. Todos esos hipócritas insurgentes darían lo que fuera por ser como nosotros. Venimos del mismo lado. Juntos debemos estar. Nos quieren dividir para soñar vencernos. Nos detestan, en especial los ateos. Te consta. ¿O no?

Yamirelis bajó la cabeza. Lois hizo lo mismo pero enseguida la levantó e interrumpió:

—Analiza bien. ¿Es lo que quisieras? Convertirte en una tirana. Recuerda como es la vida en el otro lado del Mundo y observa éste. Solo los cobardes utilizan el poder para beneficiarse a sí mismos y evaden las consecuencias y responsabilidades en detrimento de los otros. Estoy seguro de que tu padre y madre te transmitieron valores y.

—Ey, espera —interrumpió el dion.

Yamirelis: en el otro lado del mismo mundoWhere stories live. Discover now