Parte sin título 14

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Capítulo 14

En el otro lado del Mundo, Yamirelis acostada en su cama, en su cuarto, en su hogar. Habían pasado dos días cuando el doctor recomendó la reubicación desde el hospital a su casa. Todo su organismo estaba bien, signos vitales, todo; simplemente no despertaba. No había de otra que esperar, aparte de que al señor Bolé le pareció excelente la recomendación. Eso sí, debía estar monitoreada por personal de enfermería. Los ingresos de él y el buen seguro médico que tenía, le permitió traer a la niña de vuelta a casa. Por el día la monitoreaba una enfermera, y él por las noches y sus días líbres. Dormía en un sofá contiguo a la cama de ella. Siempre la acompañaba hasta que algún día despertase. En eso él confiaba.

El timbre de la puerta sonó. Su padre le dijo que enseguida volvería. Cuando él abrió la puerta, resultó que era quien él hubo estado esperando: Su hija mayor Carla. Fueron hasta la habitación. Ella nada más entrar se cubrió la boca y exclamó:

—! Dios mío, mi hermanita!

Se acercó a ella y empezó a acariciarle el cabello.

— ¿Sabes hermanita quienes entrarán en breve a visitarte?

El timbre de la puerta volvió a sonar. Cuando el señor Bolé, luego de sorprenderse al ver quiénes eran, los invitó a pasar. Los llevo a la habitación de su hija. Entraron cuando Carla le dijo a su inconsciente hermanita:

—Tus mejores amigos, Valerie y Daniel —además al oído le dijo—.Tu ex novio Daniel.

Luego Carla miró a su papá quien estaba mirándola serio. Él y Carla se fueron de la habitación, dejando a la menor de sus hijas solas con sus amistades. No pudo contenerse Valerie, sollozando arrodillada ante su amiga. Daniel se expresó:

—Tiempo ha pasado desde que rompimos, pero terminamos siendo amigos. Ahora que no estás, te extraño. Me he dado cuenta de lo importante que eres para mí. Por favor. ¡Vuelve!

En el otro lado del mismo mundo, en ese mismo instante, Yamirelis entrenaba... En un momento dado fue una leona, una espada, una mariposa gigante, luego pequeña; una criatura indescriptible, así sucesivamente. Volvió a ser ella misma. Le preguntó al maestro:

— ¿Me puedo transformar en cosas pequeñas? ¿Más pequeñas aún?

—Las posibilidades son infinitas. Lo único que no es infinito es que eres mortal como cualquier ser humano; eso te lo había dicho antes, pero si mueres aquí, tu alma vuelve al lado de tu Mundo en algo que aquí llamamos Kriodos y en tu lado llaman de diversas maneras: fantasmas, espectros, celajes, espíritus, etcétera.

—! Wao! Entonces esas cosas sí existen —dijo emocionada— .Se me pone la piel de gallina.

—Es todo por hoy. Mañana iremos al sector Madre Tierra. Los miembros ateos de la Coalición que viven en ese sector, nos telegrafiaron para que fuéramos. Aunque no tuvieron la deferencia de comunicarse directamente conmigo, iremos de todas maneras. No te preocupes, iremos con más personas; y armados por si acaso. Y es un sector neutral en cuanto a la influencia de los ateos y nosotros los religios.

Yamirelis: en el otro lado del mismo mundoWhere stories live. Discover now