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Finalmente, la boda de Jane y  Charles se llevó a cabo, dicha ceremonia aunque pequeña, fue perfecta, el jardín de Netherfield, había sido bellamente decorado, los sirvientes, iban y venían con charolas cargadas de platillos suculentos, mientras que otros corrían de un lado a otro, con jarras de vino, intentando cumplir con la demanda de los invitados. Todo era regocijo y felicidad, excepto para Elizabeth, quien, al no ver a William, su corazón se vio estrujado y sus esperanzas rotas.

—iOh! Lizzi, soy tan feliz, si al menos pudieras encontrar a un hombre tan maravilloso como lo es Charles.

Jane, estoy segura de que tendrá un primo—dijo juguetona, esbozando una cálida sonrisa. Pues aunque no tenia ánimos para bromear, tampoco iba a ser egoísta y arruinar el día más especial para su amada hermana.

 Lizzi, me preocupas. Te he notado rara y muy pensativa ¿fue por lo que dijo, Caroline?

—No te preocupes por mi—respondió, intentando ser fuerte y rogando que las lágrimas que retenía, no fueran a delatarla—. Estoy bien, además, ya era hora que William se comprometiera.

No creo que William, vaya a casarse. Estoy segura de que él sigue amándote. ¿Por qué no vas a buscarlo? Charles, podría ayudarnos. No te des por vencida. Tú no eres así—espeto con firmeza, tomando entre sus manos las manos de Elizabeth.

—Ya es demasiado tarde, él jamás me perdonara. Fui tan tonta al haberle dicho todas esas cosas.

—Nunca es tarde, aun puedes hacer algo. Además, te tengo una maravillosa noticia—dijo con gran alegría—. Charles, me ha sugerido que te vayas a vivir con nosotros, un cambio te favorecerá. Él, tampoco quiere verte triste.

—No quiero se una molestia para ustedes. Además, acaban de casarse y yo...yo sería una intrusa en su hogar.

—iTonterias! Eres mi hermana y como tal, eres más que bienvenida.

—Te lo agradezco tanto, Jane—dijo con sinceridad, abrazando fuertemente a su amada hermana.

—Si en verdad quieres agradecerme, lucha por tu felicidad. Elizabeth, es hora de que empieces de nuevo, quiero verte sonreír y que seas esa joven fuerte, que siempre tiene algo que decir.

Eso, era lo que intentaba hacer , justo el día en que llego a Terranova, para vivir con su hermana y cuñado. Quería volver a ser la misma de antes, reír y decir todo lo que pensaba sin inmutarse, pero aquello le resultaba titánico y más al saber que Chatsworth House, quedaba a tan solo una milla de Terranova. Había intentado ver a William, pero este siempre rechazaba cada una de las invitaciones que Charles le hacía, alegando estar cargado de trabajo. Todo era muy claro para ella, él no quería verla y probablemente a esas alturas, la detestara y bien merecido se lo tenia, pensaba para si misma, justo cuando la voz de su hermana y cuñado, la hicieron volver a la realidad.

He recibido una invitación de los señores Ferrar—anuncio Charles, más que complacido—. Mañana se hará un baile, como bienvenida para su hijo, Edward. Al fin regresa de Francia.

—¿No es eso maravilloso, Lizzi? —cuestiono Jane, encantada—. Tenemos que elegirte un vestido hermoso.

No quiero causar molestias y que sigan gastando en mí, bastante han hecho con haberme traído a vivir con ustedes.

No olvides de que ahora eres mi hermana, Elizabeth, y tú no causas molestias no vuelvas a decir esas cosas. Ahora yo cuidaré de ti—dijo Charles, con decisión. Ahora, bellas damas, ¿Por qué no van a buscar algo precioso para mañana?

—Ven, Lizzi—la jalo Jane del brazo.

—Eres muy generoso, hermano—agradeció, haciendo una leve inclinación, para después dejarse llevar por una enérgica Jane.

—iSin duda, seré el hombre más envidiado del baile por llevar a dos hermosas mujeres! —grito, dibujando una gran sonrisa en su rostro.

Charles, se dirigió a la ventana a contemplar por un momento la bella vista que su residencia le ofrecía, el campo se encontraba verde, debido a las lluvias pasadas, las flores se encontraban en su máximo esplendor. Tal vez, este año, tendrían girasoles en su jardín. Con la vista fija en las flores, pensó en su querido amigo, William, ya hacía casi un mes que no lo veía, y le extrañaba sobremanera que cada vez que lo invitaba a su residencia, este, lo rechazaba con alguna escusa tonta. Pero, algo que le preocupaba, era saber que su amigo, no amaba a Caroline, pero no entendía, porque se aferraba a casarse con ella y eso, tenía que averiguarlo.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2022 ⏰

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Un reencuentro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora