RESURRECCION S.M. Cosmos

Acto 8 "FLORES DE CEREZO"

Batalla Parte 2.

Confundidas, las Sailor Guardianas van regresando a la cordura. A Tuxedo le recorre un sudor frío de sentir como ése poder paso tan rápido muy cerca de él, rosando su capa y dejándolo incapaz de terminar....Ése no era un poder conocido.

- ¿Pero que rayos fue eso?- Se preguntaba ofuscado Tuxedo Mask, llenándose de frustración por quedarse a medio combate. Volteaba desconcertado por todos lados, buscando a su alrededor esperando apareciera aquella persona que los salvó. Pero nadie se veía en los alrededores. Todas las Sailors se miraban una a la otra cerciorándose de que estuvieran fuera de peligro.

Así que pronto se hace un llamado a las demás para reunirse en el cuartel secreto, bajo la sala de video juegos. Las palabras del nuevo enemigo las sorprendió, era más obvio que él  sabía de sus identidades y tenía claro su objetivo. Y la duda se hizo más grande al hablar de ése poder nunca antes visto que las liberó. En el tablero, Luna y Artemis tratan de visualizar alguna anormalidad en el espacio-tiempo, alguna señal de donde provenga el enemigo, pero no hay algo de donde puedan empezar a buscar.

Era visible que a Serena le inquietaba saber que la Paz se pone en riesgo una vez más a causa del poder que ella posee, pero las chicas no permitieron que sintiera que llevaba la carga sola y trataron de verse fuertes ante ella para animarla.

--¡No te preocupes Serena, nosotros juntos nos encargaremos de eso!— Con muestras de fraternidad, Rei se acerca a ella, como casi nunca se le veía hacerlo.

Haruka también no duda en hacerle saber su apoyo,  toma su hombro y le habla con ese tono característico de seguridad --¡No por algo somos las poderosas Guerreras, GUARDIANAS del Reino de la Luna!... Así que tú preciosa, eres la afortunada de contar con mi protección—Acto seguido de guiñarle el ojo.

--¡¡SIII SERENA, VERAS QUE NO HAY ENEMIGO QUE SEA CAPAZ DE CONTENERSE ANTE EL PODER DE LA DIOSA DEL AMOOR!!— Mina no se hace esperar con un comentario con su peculiar sentido del humor, haciendo soltar risas entre todos.

Cada una tomó su rumbo al finalizar el encuentro.

Darien iba sumergido en sus pensamientos, se le miraba absorto y distante. En su interior estaba preocupado de la seguridad de Serena. Pensar en que pudo perderla, hacía que su corazón se oprimiera. Pero también, por otro lado sentía su orgullo herido, "Él era el Protector y Príncipe de la Tierra" y alguien pasó por encima de él, a pocos instantes de que él mismo las salvara.

-Darien... ¿Pasa algo?—

-¿Qué?... ¡No!.... No pasa nada Serena- Contesto dibujando una ligera sonrisa.

-Sabes que, puedes decirme cualquier cosa que ocupe tus pensamientos ¡Yo siempre estaré para ti!--

Él paró el carro... La miraba con ternura y ojos cristalinos. No tardó en acercarse a ella para darle un cariñoso pero apresurado beso en los labios - " ¡Te amo Serena!...!Hemos llegamos a tu casa!"-

Serena bajó del auto y antes de poder voltear, Darien arranca rápidamente, mientras que ella sólo se queda con la mano en el aire y con mil sentimientos en su corazón, sin que él pudiera percatarse de algo.

-¿Porque siempre que hay problemas, cortas toda comunicación conmigo?... No dices nada de lo que te pudiera afligir- Entristecida Serena miraba por el camino donde se perdía a lo lejos el rastro de él.

Era inevitable imaginar que ellos serían algún día marido y mujer, y que en ésos momentos, él no pudiera ser capaz de encomendarle sus sentimientos más profundos, ni de demostrarle que ella era la persona de más confianza en su vida.

Ella suspira con un poco de fastidio tratando de pasar por alto todo, y se apresura a entrar a casa.

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Al siguiente día al término de las clases, Serena no quería compañía de regreso a casa. Estaba un poco harta de siempre tener a todas encima, cuidándola, como si fueran niñeras. Quiso escabullirse para tener un momento a solas, ir a un lugar que le trajera paz... Y la mejor idea que tuvo, fue tomar una caminata entre las mil y un flores de cerezo que decoraban la vista del Parque Kitonomaru... Ése lugar era tan apacible, que se podía escuchar el movimiento del agua corriendo por la ladera, reflejando la alegría de los colores del atardecer.

Serena contemplaba la tranquilidad del caer de las flores blancas y rosas a la orilla del río -¿Pero a que nos estaremos enfrentando ahora? No podemos mantener la tranquilidad de una vida normal después de todo... ¡Pero eso ya lo sabía y por ello debo de ser fuerte! ¡¡Yo los protegeré a todos!!-Determinada decía en sus pensamientos.

Estaba tan distraída con el paisaje, que no presta atención de como una presencia comenzó acercarse sigilosamente por su espalda. Con mucha cautela, aquella energía fue aproximando su rostro por un costado del hombro de ella, quedando a la altura de su oído.

Serena siente como una voz dulce le susurra cerca - ¡No creí que pensaras tanto en mí!... ¡Mi dulce Bombón!-

En ese instante el tiempo se pauso para ella, un frío comienza a recorrer su cuerpo, que se ha quedado sin movimiento... Aquello fue tan repentino e inesperado que sentía que iba a desvanecer... Su corazón palpitaba con tanta fuerza que parecía que iba a salir de su pecho. Al querer voltear hacia el lado de donde provenía aquella voz... Un sobresalto le acusa, al escuchar el sonido de un ruidoso claxon que provenía del lado contrario...

-¿Cabeza de Bombón, que haces tan lejos de todas?--

-Haruka!! Yo.....- Y recordando de nuevo aquella voz en su oído, voltea con inquietud por todos lados, dándose cuenta de que no había alguien más con ella 😢.

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Habrá sido el espíritu de Seiya? ¿Será el enemigo que quiere despistarla?