Segunda Oportunidad (Harco/Drarry)

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Desperté a las 6am, y me metí a bañar,  al salir elegí la mejor ropa que tenía y con un hechizo la hize de mi medida,  esto era solo un pantalón negro y una camisa sencilla verde.

Salí y me prepare el desayuno, comí tranquilamente y al acabar simplemente me retire a la sala ya que mis tíos habían llegado, en lo que esperaba me puse a platicar con Nix que se escondía en mi ropa.

Espere y al dar las 7am mi tía ya se encontraba lista para irnos, nos subimos al coche y viajamos en silencio.
Al llegar me sorprendi de que mi tía lo pudiera ver ya que los muggles no pueden, así que la lleve conmigo.
Al entrar al callejón diagon muchos nos miraban con asco, yo solo los ignore, y me fui directo a Gringotts.
Un edificio blanco que se alzaba sobre las otras tiendas, con puertas de bronce bruñido,  justo en la entrada se encontraba un goblin, Harry le dio una reverencia y entró para encontrarse otro par de puertas esta vez plateadas que tenían escrito algo...

Entra, forastero, pero presta atención a lo que aguarda el pecado de la codicia,
para aquellos que toman, pero no ganan, 
deben pagar lo más caro a su vez, 
así que si buscas debajo de nuestros pisos un tesoro que nunca fue tuyo, 
ladrón, tú Han sido advertidos, cuidado de encontrar más que un tesoro allí.

Allí se encontraban un par de goblins que le hicieron una reverencia al igual que Harry,  cosa que les sorprendio ya que ningún mago lo había hecho, Harry entró y se encontró con muchos goblins que estaban sentados en taburetes altos detrás de un largo mostrador, garabateando en grandes libros de contabilidad, pesando monedas en escamas de bronce y examinando piedras preciosas a través de anteojos.

Harry Potter y Petunia Dursley se acercaron a un goblin desocupado, Harry con porte elegante y Petunia temerosa.

Harry espero a que el goblin le prestará atencion, cuando el goblin volteo Harry hizo una pequeña reverencia.

-Disculpe señor, vengo a hacer una prueba de herencia- Todos los goblin cerca le miraron sorprendidos ya que ningún mago les ha hablado tan respetuosamente, simplemente los trataban como seres totalmente inferiores, claro que Harry no pensaba eso, el sabía que los goblin eran muy poderosos y por eso debía ser respetuoso,  le convenía para tenerlos de su lado en la guerra.

-Claro, siganme.- Dijo caminando a una de las puertas que se encontraban allí.

Harry y Petunia lo siguieron,  el primero volteando solo hacia el frente  ya que no tenía sentido intentar memorizar el camino, ya que este cambiaba constantemente para evitar robos.

El goblin se detuvo frente a una puerta y dijo- Esperen aqui- Mientras que entraba y le decía algunas cosas en su idioma al goblin de adentro, después salió y los dejó entrar.  Adentro se encontraba un goblin sentado tras un escritorio de madera fina, se presentó y los invitó a sentarse.

-Muy Bien señor...... Señora......

-Potter, Harry Potter

-Petunia Dursley

-Muy bien señor Potter, señora Dursley ustedes vienen por una prueba de herencia, estoy en lo correcto?

-Si, señor. -Tía Petunia me miro confundida, ya que dije que ella también se haría la prueba, aunque sólo es para confirmar mis sospechas.

-Bien, empezamos con usted señor Potter- Dijo y trajo un pergamino y una daga de plata con incrustaciones de diamantes. - Hágase un corte en la mano y deje caer tres gotas de sangre en el pergamino.

Hize lo que dijo y al caer mi sangre el pergamino empezó a brillar y se empezaron a formar palabras.

Nombre: Harry James Potter Magic