6. Coraza

1K 166 13
                                    

Aferrado al mesón del lavamanos, TaeHyung contuvo la respiración apenas sintió que el cuerpo del más bajo se apegaba al suyo y, por el reflejo del espejo, sus ojos siguieron cada movimiento de aquellas manos pálidas, de cómo, sin mediar palabra alguna, YoonGi había apoyado la frente en su cuello y así, a ojos cerrados, había comenzado a repartir caricias sugerentes hasta dar con el botón de su pantalón.

TaeHyung no podía hacer más que ver el estado en el que se encontraba; con las mejillas sonrojadas, los labios entreabiertos y húmedos, los ojos brillosos ante la embriaguez que significaba el que YoonGi lo estuviese tocando como si nada, como si nada importara más que escucharlo gemir.

Y lo consiguió, YoonGi obtuvo lo que quería y no supo en qué momento TaeHyung dejó de estar inmóvil y pasó a llevar las riendas del asunto. Ahí estaba de nuevo, esa mirada que lo invitaba a dejarse llevar por el placer, a probar lo prohibido. YoonGi no supo cómo ocurrió porque nunca antes lo había hecho, nunca antes alguien lo había obligado a estar de rodillas. Sin embargo, fue tan sutil y rápido el actuar de TaeHyung, que cuando volteó y posó sus manos sobre los hombros del mayor, bastó un solo empuje hacia abajo para que su miembro rozara esa boca que mostraba una sonrisa irónica.

Ironía pensaba YoonGi, qué irónica la vida por tenerlo así y apenas sintió una caricia por detrás de su oreja, simplemente se entregó y lamió lo que se erguía frente a él. Los gemidos de TaeHyung llenaban el lugar hasta el punto en que YoonGi llegó a desear con vehemencia que el violinista gritara si fuese necesario.

❀❀❀

Cómo ardía su cuerpo fue algo que hizo a TaeHyung estremecer, tenía la mente en blanco y lo único que sentía era un cosquilleo centrarse en su parte baja. Si seguía así, terminaría dentro de la boca del mayor y por más que lo tomó de los cabellos para hacer que se apartara, YoonGi tomó aquello como un indicio a que continuara con la mamada que realizaba por primera vez.

— No... —soltó TaeHyung en un gemido ahogado y su agarre en el pelo de YoonGi se hizo más fuerte—. Para —rogó cuando sus miradas se encontraron.

YoonGi hizo algo que el castaño no se esperaba, pues sosteniéndole el miembro con la mano derecha, fue depositando besos por toda su extensión hasta llegar a los testículos. TaeHyung sentía cómo sus piernas temblaban ante los besos y lamidas que iba dejando YoonGi junto con el movimiento constante de su mano derecha. Entonces, la respiración pesada fue la pronta respuesta a lo que estaba ocurriendo, a lo que estaba pronto a ocurrir y fue así como YoonGi intuyó que el violinista estaba llegando a su límite y en un gesto que TaeHyung no esperó, el mayor se puso de pie para atrapar esos labios que desde hacía minutos deseaba tener entre los suyos. Y TaeHyung se dejó, lo tomó por el rostro y lo besó con fuerza, con morbo, con tanto ímpetu que no sabía si gemía por las sensaciones en su miembro o por cómo su lengua jugaba con la de YoonGi.

¿Por qué lo hacía? ¿Por qué se dejaba tocar de esa manera por un extraño? ¿Por qué YoonGi no decía nada y tan sólo esperaba con paciencia a que se corriera en su mano?

TaeHyung no se quería ahogar en las preguntas y tan sólo se entregó al orgasmo que lo dejó aletargado durante eternos segundos en los que YoonGi se dedicó a acariciar su nuca y a besarlo en el cuello. Parecía que el mayor lo estaba esperando para volver a sentir su piel, para perderse en el cuerpo que seguía aprisionando contra el lavamanos y fue precisamente por ello que la contradicción se hizo patente ante el distanciamiento de sus corazones, a cómo a pesar de estar sus cuerpos juntos, TaeHyung edificó una coraza que lo alejó del de pálida piel.

— Debo regresar al salón —expresó con la voz ronca mientras empujaba con suavidad el cuerpo contrario.

— Pueden esperar.

— MinHo no va a esperar.

YoonGi escuchó a TaeHyung hablar con calma, con tanta que parecía un insulto verlo tomar papel higiénico para limpiar los restos de semen que por suerte no habían ido a dar a su ropa.

— ¿Qué hay de mí? —reprochó con enfado al ver que el castaño se abrochaba el pantalón.

— Puedes esperar.

— No —quiso gritar, pero la mirada del violinista lo atrapó en medio de su inesperado berrinche y entonces creyó reconocer lo que estaba haciendo.

YoonGi estaba demandando como nunca antes lo había hecho, estaba rogando por atención y en algún punto llegó a creer que había sido usado por el menor. Así, taladrando su mente con revoltosos pensamientos que no iban en ninguna dirección, YoonGi prefirió limpiar su mano para luego salir del baño y dejar a TaeHyung antes de que éste comprendiera lo que había ocasionado en él.

❀❀❀

Minutos después, con una sonrisa comprensiva MinHo recibió a TaeHyung y lo llevó a saludar a quienes lo habían esperado con ansias. Por su parte, unos metros alejados del violinista, YoonGi recibía con gusto una copa de vino tinto para luego escuchar a sus amigos felicitarlo por el dueto que había realizado sin necesidad de revelar, ni aunque de ello dependieran sus vidas, que habían sido los culpables de que su madre lo hubiese obligado a hacer un dueto con TaeHyung.

— ¿Dónde estabas? —quiso indagar SeokJin al ver que su amigo parecía perdido en sus pensamientos.

— ¿Estuviste con TaeHyung? —intervino HoSeok, consiguiendo con ello la atención de YoonGi— Todos creyeron que se habían ido juntos, pero MinHo dijo que no era así.

— ¿Qué dijo MinHo?

— Que TaeHyung no estaba contigo, que había ido a descansar, que lo esperaran porque bajaría pronto —respondió HoSeok, quien percibió el enfado en su pálido amigo y quiso cambiar de tema, convenciéndose de que tarde o temprano YoonGi contaría la verdad de lo que suponía era una inaudita obsesión que lo estaba llevando al límite, como nunca antes había ocurrido— Jin hyung, ¿vamos a salir esta noche?

— Dentro de una hora iremos a festejar a Stigma.

— ¿Qué lugar es ese? —preguntó HoSeok.

— Ni idea, pero me dijeron que era espectacular, maravilloso, divino, fascinante...

— Ya, ya... —lo detuvo HoSeok—, ya me quedó claro.

Ajeno a lo que sus amigos comentaban, YoonGi se distrajo en la contemplación de TaeHyung. Lo veía sonreír con timidez, como si estuviese cohibido ante los halagos ¿Estaría fingiendo modestia?, se preguntaba YoonGi hasta que fue SeokJin quien se percató hacia dónde estaba fija la atención de su amigo.

— Podrías invitarlo, ¿no te parece? —sugirió golpeando su brazo suavemente con tal de llamar su atención.

— Hey, hey —fue HoSeok el que intervino— ¿Pero y dónde dejas a MinHo? Dudo que lo deje ir de fiesta con nosotros.

— Fácil, cariño —sonrío SeokJin, sabiendo que había conseguido captar la atención de sus dos amigos—. Suga se encargará de sacar a TaeHyung de aquí, mientras yo me encargo de distraer a MinHo.

— ¿Y yo que hago? —cuestionó HoSeok.

— Tú estarás viajando conmigo hacia Stigma.

— ¿Cómo? ¿No se supone que estarás distrayendo a MinHo?

— Ay, no, no lo distraeré yo —se carcajeó SeokJin—. Ya sabes, yo sólo implanto ideas, el resto hace el trabajo por mí.

— No —sólo entonces, intervino YoonGi—. Iremos los tres, sin TaeHyung.

De algún modo, HoSeok y SeokJin no quisieron preguntar por qué se negaba a llevar al violinista y tan sólo se miraron en silencio, comprobando que YoonGi parecía fulminar a TaeHyung con la mirada sin saber realmente que su pálido amigo, al mirar a TaeHyung, sólo pedía a gritos que aquél lo mirase por un solo instante, un mínimo instante y le explicara qué estaba pasando entre los dos porque ni siquiera él, que lo había seguido al baño, sabía realmente por qué estaba cayendo en cada uno de sus juegos.

~~~

Fanart de:
https://instagram.com/nonconman

LE QUATTRO STAGIONI│YOONTAE ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora