Mi Cuerpo, Mi Maldición | Terminada

〖Cap.19〗

«Los recuerdos te traen de vuelta»
Memories – Marron 5

     La madrugada del próximo día llegó realmente rápido. Los suaves rayos del sol, no tardaron en aparecer en la ciudad, alertando a todos el inicio de un nuevo día. Y en mi caso, el inicio de una nueva aventura, la cual no sabía si estaba lista para emprender.

Hoy era el día en que iba a revivir recuerdos de mi infancia. Después de diez años, volvería al pueblo en donde no temía ser feliz. Lugar al cual anhelaba en mi infancia ir durante todo el año. Sin embargo, no solo eran recuerdos y cosas materiales, también me reuniría con mi mejor amigo de la niñez. Estaba sumamente nerviosa por la llegada de ese momento.

     Fui la primera en despertar, ya que tenía planeado realizar una corta, pero efectiva rutina de ejercicios. No me iba a dejar la libertad de tomar un día libre.

Cuando acabé, tomé una cálida ducha y bebí una taza de café caliente junto a una galleta de coco, la cual decidí no vomitar, ya que me esperaba un largo día y no sabía cómo iba a reaccionar mi cuerpo ante un cambio de rutina tan diferente. Día atrás no me levantaba de mi cama y hoy iba a viajar horas para ir a un lugar lejano.

     Hoy decidí vestir con un pantalón negro y un suéter de lana en color crema, algo totalmente abrigador, ya que en estos últimos días la temperatura ha disminuido bastante. Además, quise recoger mi oscuro cabello en una cola, la cual decoré con un lindo lazo.

Poco a poco mi familia fue saliendo de sus habitaciones, listos para empezar el viaje. Mi padre, como de costumbre, lucía su perfecto traje elegante. Mi madre, por otro lado, llevaba pantalones rectos, un abrigo oscuro de fondo y una gabardina crema. Ambos se veían increíbles, eran ese tipo de parejas perfectas que todos idolatran, pero la realidad, es que su matrimonio es un completo antónimo de dichas ideas ajenas.

     —Estaré en el auto, esperando —indica mi padre, mirando su costoso reloj y luego de eso, se retira del departamento junto a su maleta de mano.

—¿Emocionada, hijita? —pregunta mi madre con una pequeña sonrisa mientras carga algunos equipajes. Pero, justo cuando le iba a responder, mi padre aparece en el marco de la puerta, dirigiéndome una mirada seria.

—¡Te necesito, ahora Sarah! —exige él a mi madre, quien se asusta por su comentario repentino—. Te veo en el elevador.

—Claro —susurra mi madre, quien camina con dificultad por las muchas maletas que lleva entre sus manos, ya que mi padre no le quiso ayudar con ellas.

—Déjeme ayudarle —dice Matthew. Yo también decido colaborar llevando algunos equipajes hasta el elevador, el cual no quedaba muy lejos.

Matthew y yo dejamos en el suelo del ascensor una gran cantidad de maletas para luego alejarnos y volver al departamento, ya que debíamos asegurarnos de que todo estuviera en orden, además, quedaban algunos equipajes de mi padre que debíamos bajar hasta el primer piso del edificio.

—Cocina limpia —leo en la lista de Matthew y él asiente—. Cocina apagada —añado y él asiente nuevamente—. Ventanas cerradas —digo y Matthew se acerca a ellas para comprobar este punto—. Listo, está todo preparado.

—¿Te encargaste de Panky? —cuestiona el señor de cabello claro. En ese mismo momento escucho el timbre sonar.

—Ya tengo todo planeado —respondo con una pequeña sonrisa.

—¿Holden? —pregunta Matthew al ver al chico de ojos azules en el marco de la puerta principal—. No se me habría ocurrido mejor niñero.

—Holden va a ser el padre adoptivo de Panky —añado con una pequeña sonrisa mientras camino hasta mi habitación y tomo de ella la jaula de mi pequeño amigo.