Capítulo 8

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Ashley inmediatamente se quito su identificación y la pasó por la rendija. Una luz verde se encendió y la puerta corrediza se abrió.

Sean se volteo al ver que no escuchaba pasos detrás de él y casi se le sale el corazón al ver como Ashley entraba a una habitación. Corrió lo más rápido que pudo para llegar lo antes posible allí.

Era un estúpido. Había olvidado por completo que no debía de pasar por aquel pasillo. Él sabe que Dean se encontraba allí y si por alguna razón Ashley lo llegaba a ver intentaría salvarlo.

Al entrar en la habitación vio como la joven comenzaba a arrancarle los cables adheridos con las ajugas a la piel de Dean.

— ¡Ashley, basta! —corrió a su lado y la detuvo—. ¡Ya no sigas!

— ¡¿Por qué no me dijiste que él también formaba parte de esto?! ¡¿Por qué?! —las lágrimas recorrían sus mejillas con violencia.

— ¡Porque no importaba! Cuando logremos sacar el contrato de aquí él volvería a estar bien.

— ¿Y no se te ocurrió pensar en lo contrario? —Lo golpeo en el brazo—. ¡Eres un idiota! —Y continúo arrancando cables.

— ¡Detente! ¡Esto no servirá de nada! Cuando él despierte no sabrá quién eres.

— ¡Las drogas hacen eso!

— ¡No, esto es diferente! Él en verdad no sabe quién eres.

Ashley se detuvo y le regaló una mirada de confusión. ¿A qué se refería con eso? ¿Cómo que no la reconocería?

— Menos de un cuarto de las personas que están aquí te han tenido a ti como amiga, prima, hermana, sobrina, y viceversa. ¡Él es uno de los tanto que no ha soñado contigo! No sabe quién eres y nunca lo sabrá porque no te conoce.

Quería llorar. Ya lo hacía pero esta vez era de rabia.

— ¡Lo ayudaré igual!

Sean soltó un gruñido e inmediatamente comenzó a ayudar a la joven. Sabía que entre dos serían más rápidos. Aun así sabía que estaban haciendo una locura. Ahora no solo sería uno el desaparecido, sino que lo serían dos. ¡Era demasiado! Las cosas se darían completamente diferentes.

Tenían que apresurarse a salir de allí si no querían que los atraparan.

A medida que iban retirando los cables, Ashley podía observar los pequeños hematomas que se habían formado alrededor de dónde las agujas se encontraban. Eran exactamente iguales a los que ella tenía alrededor de su cuerpo y tenía miedo de que nunca se fueran.  ¿Serían como una marca permanente del recuerdo de Elysium?

Sean la saco de sus pensamientos al ver como éste intentaba cargar a Dean. Ashley inmediatamente se acercó para ayudar. Lo colocaron de pie y pasaron cada uno de sus brazos por detrás de sus cuellos.

Pesaba. Y mucho. Era prácticamente levantar un peso muerto.

— ¡Tenemos que movernos rápido! El escondite queda a tres pasillos de aquí.

Se movieron lo más rápido que pudieron. Antes de salir huyendo, Sean pasó su identificación por la rendija. Al menos, si alguien pasaba por allí y veían la puerta cerrada, nadie pensaría que lo que había en su interior había desaparecido…Aunque lo sabrían de todos modos. La razón para que Sean no desconectara a Ashley de ésta forma era porque los chips funcionan como sensores, los cuales se conectan a una máquina. Cuando alguien desconecta a un experimento en forma manual, el chip manda una alerta y el nombre de aquella persona queda remarcado y en primer lugar. Todo el mundo debería de estar al tanto de la desaparición de Dean. La diferencia con Ashley era que ésta había quemado su chip, lo que significaba que había desaparecido de la base de datos. La única forma de saber que había desaparecido era entrando a su habitación… Y aunque fue rápido, demoraron bastante.

E L Y S I U MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora