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Jungkook se encierra nuevamente en su habitación luego de tener una sonrisa falsa toda la tarde frente a su madre. Entonces en el primer momento que pisa su cuarto, debe enfrentarse con su realidad.

Pone pestillo, se está dañando. Jungkook nunca se pudo explicar sus ganas de dañarse y tampoco es que se las quisiera explicar a alguien. Eso no es algo que explicas, dañarse. Jungkook naturalmente lo terminaba haciendo de todas las maneras posibles. Incluso a veces sin darse cuenta. Incluso a veces mintiendo de que no se daba cuenta.

Pasó por todo lo que pensó que se podía pasar. Tuvo mil intentos, mas derrotas que victorias, pero el conoció esas victorias, esos buenos momentos. Aún así, esas victorias no duraban mucho.

Detestaba existir, detestaba sus cargas, detestaba tener que estar debatiendo, luchando contra él mismo para construir algo mal logrado. Nadie estaba bajo su piel. Nadie estaba detrás de cada uno de sus intentos. Nadie veía en su reflejo todas las partes que faltaban de él. Jungkook lo vivía solo. El dolor era algo suyo.

Pero su corazón siempre trato de expulsar aquello de alguna u otra forma.

Jungkook sigue teniendo conversaciones momentáneas con personas que ve de vez en cuando, Jungkook sigue yendo a salidas, Jungkook sigue asistiendo a sus estudios y deberes, porque eso es lo que hay fuera de su puerta.

Suspira cansado. Prende su computadora. Entra al blog, escribe. 

Y ahí esta nuevamente él, en su anonimato siendo él, donde no puede preocupar a nadie, donde si algo le hace mal lo elimina, donde no esta preocupado que nadie se lleve lo que ha dicho porque ya está regalado. Todo lo que está dentro de sus murallas es el mundo que tiene. Si afuera no le afecta nada, adentro le afecta todo. Si afuera no importa, dentro le da mil vueltas al tema. Si fuera es amable,  dentro es cruel.

Es por eso que no puede dejar a entrar a nadie. No puede. Porque es su maldito lugar. Porque dejar a entrar a alguien ahí significa que lo conocen, entonces significa que importa.

Escribe una entrada más. No le cuesta demasiado porque no le importa, porque nadie lo esta mirando.

Toca su estómago, el peso. Toca su piel, el daño. Toca su cabeza, está cansado. Pero escribe porque es lo único que logra hacer cuando esta solo. Pero justo cuando piensa en apagar todo una notificación llega, ese usuario, el de siempre, el de cada tarde esta ahí nuevamente. Le habla. Un mensaje.

No. Él no podía aceptar mensajes en su lugar. El no podía.

"Hablemos"

Jungkook no lo conoce. Y no quiere entablar una conversación con nadie que sepa de esa parte suya. Eso lo hace real. Eso hace que sus dos mundos se conecten en uno, en una realidad.

Porque Jungkook vive en un limbo. No esta por completo vivo, no está por completo muerto.

Porque él no tiene un lugar fijo, no tiene un solo carácter ni una sola sonrisa o llanto.  Jungkook tiene estos dos mundos donde solo él puede entrar y salir. A veces se queda encerrado. A veces se queda solo en uno. Pero ni uno de esos mundos termina por ser real si él no deja que lo sean. Porque si nadie conoce su otra parte entonces no existe.

Pero él aún tiene un corazón, y no se a logrado endurecer, es solo que lo tiene muy guardado. Y no puede evitar emocionarse.

Hablar luego de haber escrito algo tan íntimo. Hablar en ese mundo. Hablar dentro de esa puerta. Hablar en un ambiente donde el sí sentía, y sentía todo tanto.

"Me llamo Yoongi... solo hablemos por favor"

Jungkook se abraza así mismo lleno de ansiedad. Esa persona se había presentado dentro de ese mundo que era solo de él. 

•Delet To Myself• < YoonKook>Where stories live. Discover now