Solo importa el sur

Start from the beginning
                                    

- ¿vamos a comer donde siempre? - uno de los socios alzaba la voz para que el resto le escuchase.

- Yo tengo que marcharme ya, me están esperando, pero cualquier otro día os llamo, y comemos, estaré un par de semanas por aquí cerca- Antonio se ponía de pie, y estrechaba la mano de sus compañeros, despidiéndose. Hasta llegar a Miriam.

Los dos se quedaban mirándose demasiado intensamente, cualquiera se habría dado cuenta de no ser porque todos mantenían conversaciones totalmente ajenas a ellos.

- Siento no poder quedarme, ya sabes, me están esperando- sonreía de forma irónica, mientras estrechaba su mano

- No te preocupes, haces bien, disfruta mientras puedas- Miriam soltaba su mano, y se giraba para atender a otro de sus socios que la buscaba para algo.

Salir a comer todos juntos en ese momento era algo más que arriesgado, aún así ahora mismo ella solo veía dos opciones en su cabeza, o plantarse en casa de ese tipo y sacar a mimi de allí, aunque fuera a la fuerza. O mantener la calma, ir a comer con sus socios, intentar distraerse, y quizás mañana, o quizás no, llamarla para poder hablar con ella.

Ahora no debía hacerlo, y lo sabía, porque se conocía perfectamente a ella misma, y diría cosas de las que se iba a arrepentir, cosas que Ni siquiera sentía, pero que ahora mismo se agolpaban en su cabeza, como un mal virus. Pensamientos que jamás pensó volver a tener sobre ella, y se sorprendía, porque sabía perfectamente que no eran reales, que mimi no iba a acostarse con él por dinero, o que no se arrimaba a él por interés, pero ¿que esperaba? Ella estaba acostumbrada a esa vida, a que las mujeres tanto con ella como con sus socios se comportaran de esa forma, buscaban siempre algo más, y ella se cansaba de decirles de advertirles que tuvieran mucho cuidado con lo que hacían, que las mujeres eran muy inteligentes, y ellos muy tontos, que les ponían dos tetas delante y no atendían a razones.

No era la primera vez que tenían un susto por algo así.

¿pero ella era distinta verdad? ¿ella no buscaba nada de eso no? Sentía como le costaba tragar, tenía un nudo en la garganta que le costaba identificar, nunca se había sentido así, y estaba algo asustada, no podía dejar que nada afectase a su manera de comportarse, no podía permitírselo. Iría a comer con sus socios a casa de uno de ellos, que vivía bastante cerca de allí. Podría reírse, beber distraída, e intentar olvidarse, de que estaría haciendo mimi en ese momento. Y así lo hizo.

No quería volver a Cádiz, así que pidió a sus escoltas que la acompañasen a comprar algo de ropa, el día en Málaga era bastante caluroso, y ella iba de vaqueros. Compro un par de vestidos, dentro de su estilo, unos tacones que le habían gustado y un par de cosas más, y después de ducharse en el hotel y arreglarse un poco ella y los dos chicos salieron hacia la casa de aquel hombre

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Antonio estaba trabajando así que ella aprovecho para desayunar, pues alguien había estado allí, había recogido todo y les había dejado un desayuno digno de cualquier marques, había de todo allí.

Quería aprovechar la piscina, así que como no tenía ni idea de cuánto iba a tardar él en volver, aprovecho para ponerse su bikini y después de hacer un par de largos, intentar relajarse un poco allí dentro. Había dejado su móvil en la mesa del jardín, no había tenido noticias de Miriam, y ella tampoco le había escrito, intentaba no pensar demasiado en ella, disfrutar un poco de esos días, y no por nada malo, pero la gallega estaría demasiado liada con su trabajo, y ella no pretendía ser una molestia, cuando tuviera algo de tiempo, estaba segura de que sería ella la que le hablara.

Bailando sobre nieve// Miriam²Where stories live. Discover now