Inter. IV

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''Había una vez una blanca flor que añoraba que sus pétalos pudieran lucir distintos colores como las otras flores a su alrededor que se vanagloriaban de recibir tantos halagos por gracia de sus pigmentos, y en su afán por lograrlo, se tiñó con tonalidades que terminaron por estropear su belleza natural. Ahora ya no hay un color definido en sus finos mantos, y su apariencia se ha vuelto confusa. Nadie sabe quién es. A la gente ya no le atrae su aspecto, a la gente le inspira lástima, a la gente le aburre, pues ya no es original, ya no es única. Ahora la conocen por ser un intento desesperado y fracasado por pertenecer al montón. Los ha decepcionado a todos.

Las lágrimas se han encargado de desteñir el desastre, y ahora que se ha dado cuenta del error que cometió, llorará hasta volver a ser lo que un día fue''


El llanto de una Azucena© | Actualizaciones lentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora