CAPITULO V. SECRETO

2.3K 186 17
                                    

Venus se dirigió al despacho del rey Endymión, no era la primera vez que hacía eso, a pesar de haber muerto, sentía un enorme consuelo y un gran apoyo el platicar con él.

Venus tocó la puerta, una voz familiar contestó.~Adelante!

Venus abrió la puerta y detrás del escritorio estaba el rey Endymión.

~Venus, eres tu, ¿sucede algo? ¿Creì que todas las chicas y tu irìan de compras para la fiesta sorpresa de Serena? Endimión volteo a verla pero continuó tecleando en su computadora.

Venus sonriò un tanto incòmoda ~S-si...es que Serena no se ha sentido bien y me preocupa dejarla sola...

Endymion dejò de teclear un momento. ~Si, me percatè de ello antes del desayuno...cualquier cosa avìsame porfavor, yo salgo en una hora, pero me preocupa dejarla sola, pero sabiendo que estaràs tu en el castillo me quedo tranquilo...Decìa Endymion y continuaba en su computadora tecleando.

~ Claro no hay problema...Venus titubeò un poco .~Me preguntaba si podría...Venus decìa tìmida.

Endimión sonrió y abrió un cajón donde había cuatro caja pequeñas de una madera lujosa color rojiza. ~Le mandas mis saludos...Decía mientras sacaba la primera de ellas y se la daba a Venus.

Venus hizo una pequeña reverencia. ~Muchas gracias...con gusto...con permiso...

Como si fuera un enorme tesoro, Venus pegaba aquella cajita en su pecho y se dirigìa a su habitación.

Ya dentro de su habitación pidió a los sirvientes no molestarla a menos de que fueran òrdenes de la reina o vieran algo inusual en su habitaciòn, corrió el pasador y colocó aquella cajita en su buró, ella se sentó nerviosa en el borde de su cama y con cuidado abrió la caja, una hermosa piedra estaba en ella envuelta en terciopelo rojo.

Venus cerró los ojos, de pronto aquella piedra comenzó a lanzar luz fluorescente y para cuando abrió los ojos, una silueta fantasmagórica la veía con amor.

~Estas tan hermosa como siempre...Decía la figura sonriente.

~Kunzite...¿Cómo desearía que estuvieras aquí? Venus se mostraba melancólica.

~Pero lo estoy...Decía sonriente.

~Pero no de la forma en la que quisiera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

~Pero no de la forma en la que quisiera...Decía Venus triste, se levantaba de la cama y se ponía frente a la imagen de Kunzite.

Kunzite levantaba una mano y la ponía en la cara de Venus. ~Lamento mucho no poder hacerlo...Venus cerraba los ojos, no podía sentirlo del todo, pero una sensación extraña la recorría cuando ocurrían esos encuentros.

La primera vez que ocurrió fue después de que los reyes se casaran y subieran al trono, sin querer Venus había entrado al despacho del rey sin tocar y habìa visto a sus cuatro generales justamente parados frente al rey Endimión, había sido bastante impactante para Venus, que había salido disparada confundida.

EL AMOR DE UNA ESTRELLA ES INFINITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora