Vierundzwanzig / Dvadtsat'chetyre / Veinticuatro / Twenty four

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Harry y Louis llegaron a las escaleras para el laboratorio donde los policías estaban acuclillados.

- ¿A qué esperan? -preguntó el alfa.

-Nos tiene atrapados -dijo-. Alguien nos dispara apenas nos movemos.

-Demonios -maldijo Harry y luego bajó la vista. Sonrió para sí-. Tienes una condenada bazuca -le dijo al poli de su lado-, ¿por qué no vuelas todo de una maldita vez?

-No es una bazuca, es un misil dirigido por calor.

Harry intercambió una mirada rápida con Louis y lo vio sonreír ligeramente.

-Mucho mejor -le dijo al poli y agarró el misil-. El desgraciado seguramente está fumando. Actívelo -le ordenó al policía. Una vez lo hizo, se levantó y posicionó el arma en su hombro, para luego dispararla.

Vio cómo el misil voló alrededor del lugar hasta dar unas vueltas y caer donde Sasha estaba ocultado, haciendo explotar todo.

-Moraleja, no fumen.

Todos bajaron lo más rápido que pudieron, pero aun así no parecía ser suficiente. Explotaron las puertas de metal para poder pasar, estaban desesperados, pues ya escuchaban el rugir de los motores sobre el agua, y la voz amortiguada de Tigr gritando órdenes en ruso. Atravesaron la puerta.

- ¡Rápido, rápido!

- ¡Apúrense!

Se gritaban entre sí mientras veían como Tigr huía en su lancha y salía por las puertas hacia el mar, y claro, les disparaba de vuelta, cobrándose la vida de uno de los policías de paso.

El sonido de la nave donde La Noche Silenciosa estaba contra el agua hizo que la sangre de Louis se helara, pero no dejó de correr, no podía permitírselo. Vieron como con otro click de una especie de control inalámbrico Tigr accionó las compuertas, queriendo encerrar a Harry y los demás para que él pudiera escaparse tranquilo.

Pero Harry no dejaría que ese maldito se fuera con vida.

- ¡NO, HARRY! -gritó Louis.

El alfa se acercó a la compuerta cerrándose y le disparó a Tigr, sin lograr darle. Él le disparó de vuelta y se dio cuenta que debería de estar más cerca, por lo que se tiró al suelo, la compuerta cerrándose sobre él, y le disparó al alfa en la lancha hasta que logró darle, viéndolo caer dentro de esta, ocasionando que el curso se desviara y terminara chocando contra la ladera de unas montañas rocosas, explotando en miles de pedazos. Sin perder un segundo más, Harry rueda de debajo de la compuerta, con ayuda de Louis que lo jala de su pierna hasta dos metros lejos del peligro.

La nave sobre la que estaba el misil que podría acabar con el mundo y sumirlo en otra guerra tenía como unos esquís acuáticos que lo transportaban sobre el agua. Llegaría en 30 minutos como máximo a la ciudad, Harry, Louis y todos lo sabían. Si lograba su cometido, todo habría acabado, ningún lugar sería seguro.

Al llegar afuera, donde aún seguían varios agentes policiales que habían participado en tomar la mansión y capturar/matar a sus ocupantes, Harry y Louis llegaron sin aliento.

- ¡Un helicóptero! ¡Necesitamos un helicóptero! -exclamó el alfa.

Los polis no pudieron ni responder, porque justo en ese instante, Niall apareció como caído del cielo en el auto maravilla que le había encargado Harry para que lo mejorara. Mientras el beta charlaba animadamente, con el pecho hinchado de orgullo por lo que había logrado, con Harry, el omega se volteó y volvió a dirigirse a los policías.

- ¿Las prostitutas y omegas de compañía que estaban en la mansión? ¿Qué han hecho con ellos? ¿Dónde están?

-En un lugar seguro, refugio -le dijo el poli-. Interrogatorio.

- Zayn, mi primo se llama Zayn. Probablemente estaba con un alfa de terno llamado Liam. Ambos son almas nobles, no merecen lo que les ha pasado. Por favor, si los ve, dígales que pronto intentaré encontrarlos.

El policía asintió.

-Seguro.

Louis le sonrió amablemente. En ese momento, Harry lo llamó.

- ¡Lou! ¡Vámonos!

Ambos se subieron al carro.

-Vamos a por ellos, Haz.

Niall llegó corriendo antes de que Harry pudiera acelerar.

- ¡No se olviden del manual! ¡Mátenlos a todos! -dijo animadamente y con positivismo.

Pronto, llegaron a la ciudad, pero parecía que por más que Harry pisara a fondo el acelerador, no era suficiente, el misil seguía avanzando a gran rapidez sobre el agua. Louis se preguntaba cómo lograrían detenerlo, su corazón en la mano.

- ¡Esa cosa va a 150 km por hora! -exclamó el alfa por sobre la bulla del acelerador-. ¡Será imposible detenerlo!
- ¡Lo es! -confirmó Louis-. Los controles están en la parte superior, en la burbuja. ¿Logras verlo?

Harry asintió.

-Demonios, sí.

-Ahí está el disco duro. Ahí podremos pararla.

-Revisa el manual, quizá Niall puso algo útil.

Louis abrió el cuadernillo y maldijo en ruso. Ojeó varias páginas, verdaderamente quería ahorcar al beta en ese momento.

- ¡Su caligrafía es horrible! ¡Moriremos por su culpa!

- ¡Dime lo que ves, no más!

-Lanzallamas, lanzagranadas, arpón, tapones explosivos, lanzacohetes, ...es un tanque, ¡no hay nada que podamos usar! ¡Tenemos poco tiempo! ¡El gas tóxico solo se descompondrá una vez bajo el agua! ¡De ahí, estamos perdidos!

-Tu positividad enamora, Lou.

Harry suspiró, pensativo y frunció el ceño. Necesitaba pensar en algo, y rápido. Demasiadas vidas estaban en cuerda floja, especialmente una que le había llegado a importar demasiado en el transcurso de los días últimos. No, definitivamente Harry haría algo, aún si eso significaba poner su vida en peligro.

-Tendré que subir a él -soltó.

- ¿QUÉ? -preguntó Louis, no estaba seguro si fue en reprimenda o porque no lo escuchó, sea cual sea la razón, pudo oler el repentino temor venir del omega.

Harry conectó sus miradas brevemente antes de volver su vista al frente.

-Tendré que subir a él -repitió, firme.

Las palabras fueron extraídas de Louis, se encontró incapaz de formular frase alguna, su omega interior quería sacudir por los hombros a su alfa y hacerlo entrar en razón. Si Harry se subía a la nave con La Noche Silenciosa¸ ¿cuáles serían sus probabilidades de sobrevivir? 

Anarchy 99 ~[En Edición]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora