Capítulo 19

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Ambos hombres se sorprendieron cuando entraron al palacio, soldados caídos, unos cuantos heridos y otros fallecidos e igual las sirvientas que se encontraban heridas, siendo atendidas por los sanadores. Recorriendo el pasillo dorado en busca de Frigga y Balder pero nada, cada paso que daban se encontraban con Asgardianos y jötuns tirados repletos de sangre; Loki al ver a su raza muerta le provocaba un nudo en el estómago y con ganas de vomitar.  Thor comenzó a pensar en lo horrible, no lograba encontrar a su madre y hermano que a lo mejor los mataron o puede ser que se hallaban en el cuarto de sanadores.

Diez minutos después encontraron a Lady Sif que llevaba en su mano izquierda una espada manchada de sangre jötun, la joven a ver al rubio salto de alegría de verlo que hasta lo abrazo.

—Thor que bueno que estés aquí— dijo con una sonrisa,se separa de él para poder guardar su espada y de reojo miro a Loki —¿Que le pasó en su labio?

Thor se percató del golpe que tenía Loki, no midió su fuerza al momento de golpearlo y tal vez se sentía arrepentido pero como el rubio no acepta sus errores por creer que tiene toda la razón y que Loki se lo merecía por haber faltado a su rey no le tomó mucha importancia.

—Lo golpeó un chico en Midgard— dijo —¿Sabes donde está mi madre?

—Si, esta con los sanadores.

Recorrieron por un pasillo subiendo unas escaleras en forma de caracol a toda prisa y al mismo tiempo bajaban los sanadores. Cuando llegaron en el último escalón se fueron por el pasillo derecho hasta llegar una puerta de color marrón que se encontraba abierta, entraron y lo primero que vio Thor fue a su madre ayudando a unas sanadoras que curaban a los soldados, entre ellos estaban los Tres Guerreros, Volstagg y Hogun estaban en perfectas condiciones, sin embargo
Fandral tenía una quemada en su brazo derecho cerca de la muñeca y una cortada casi grande en su abdomen, Loki quería acercase al guerrero pero una mano lo detuvo, era la de Thor mirándolo con ojos desafiantes provocándole al azabache una sensación de miedo.

Balder esta sentado en una de las camas que habían ahí, el resto estaba ocupado por los guardias que se encontraban con estado crítico, Balder tenía una pequeña herida en la pierna derecha arriba de la rodilla y que esta siendo atendida por una sanadora de cabellos rojizos y ojos azules claro, también tenía medio fracturado su brazo izquierdo que ya tenía una venda y que solo necesitaba reposo. Vio a su hermano y este se levantó con algo de dificultad pero gracias a la sanadora lo ayudo, el castaño apoyo su brazo sobre el hombro de la mencionada.

—Al fin llegas— dijo con sequedad —¿Donde estas cuando se te necesita?

—Lo siento.

—Crees que un ”lo siento" va resolver las cosas.— Thor tenía la esperanza de que así fuera pero no, Balder no perdonaba así de fácil, cuando ocurrían problemas mayores lo resolvía Balder ya que su querido hermano no se encontraba para enfrentar las cosas. A veces no entendía porque su padre Odín lo había heredado el reino sin tener la capacidad de enfrentar los problemas, aunque de ello se aprovechaba cuando le convenía.

—Estaba ocupado en Midgard.

—De seguro estabas con esa Midgardiana.

Loki al escuchar eso se empezó a sentir extraño en su interior que el mismo creyó que podría ser celos pero se negó, ¿Porque tendría que sentir celos? Por una simple mortal que en unos años se va morir, más aparte ni que estuviera enamorado de es rey torpe que solo lo ha estado humillando y golpearlo, y también abusado de él.

—Y que sí estaba con ella— el rubio comenzaba a acompotarse de una manera infantil que en el rostro de Balder se reflejaba su ceño fruncido y que su paciencia se agotaba.

—En serio eres un idiota Thor— Thor no le agradaba cuando alguien le decía idiota, porque para él es un insulto grande y se sentía como un tonto, iba agarrar del cuello a su hermano sin importarle que estaba la sanadora, pero una mano lo detuvo, era su Madre.

—Basta ya— dijo casi gritando— Thor, como rey tienes que ver a tu gente y Loki tengo que hablar contigo.

Frigga y Loki salen del cuarto de sanación bajando por las escaleras y tomando el pasillo izquierda recorriendo las grandes paredes dorado hasta que al fin llegaron a una habitación, es de Frigga. Entraron y la primera impresión que tenia Loki es de asombro al ver la habitación en buenas condiciones, con un tapiz púrpura y en las ventanas con unas cortinas blancas que a través del cristal se podía ver un jardín hermoso  lleno de vida, la cama se veía cómoda con esa colcha de color rosa fuerte; en el centro está una mesa redonda con dos sillas de madera. Frigga se dio cuenta de la expresión que hacía el azabache y ella sonrió al verlo tan feliz pero esa sonrisa no iba dura mucho.

—Por favor, siéntate— Loki hizo caso e igual Frigga se sentó, estaban frente a frente, la mujer agarró una de las manos del pelinegro mostrando una sonrisa.

—¿Sucede algo?— hablo, comenzaba a sentirse un poco nervioso o incómodo por lo que vio en los pasillos ver sangre de los jötuns y también de los Æsir.

—Como ya viste— tomo un respiro y continuo— Los Gigantes de Hielo llegaron de sorpresa a Asgard, vinieron por El Cofre de los Antiguos. ¿Sabes algo de eso?

Loki había escuchado sobre ese cofre del poder que tiene y lo que podría hacer si cayera en manos equivocadas, también escuchó que el Padre de Todos, Odín, había quitado su poder de jotunheim para que Laufey no dañara a la humanidad o corromper la paz. Durante años los jötuns han tratado de entrar en Asgard para conseguir lo que les pertenece pero les era imposible ya que el Bifrost está vigilado por el guardián que hasta hora lograron entrar sin que fueran visto por este.

—La verdad no— mintió

—Bueno—dijo Frigga soltando la  mano de Loki— Hay otra cosa que quiero decirte.

—¿Y que es?

—Vinieron a buscarte

Sólo míoWhere stories live. Discover now