Peter se rió.-Sólo tú harías esa pregunta, papá.
-Soy una persona encantadora.
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Harley guardó las tazas en el mueble, es increíble que le hicieran lavar todo a él, ni siquiera era su turno de hacerlo, esta familia no respetaba las reglas, empezando por él.-Hola.
-Hola.-Se giró a ver a su novio.-¿Qué haces aquí y no disfrutando la película?
-Prefiero estar aquí. Contigo.
-Eso es lindo.
-No tanto como tú.
El menor se rió.-Oh, deja eso.
-Me gusta coquetearle a mi novio, no puedes... ¿Esa es mi chaqueta?
Harley miró hacia la esquina y se rió.-Creo que es la que dejaste el otro día aquí, supongo que mi papá le dio otro uso.
-Esa me costó cara.
-No debes dejar tus cosas tiradas por ahí.
-Tú la botaste al suelo.
-Y tú no la recogiste.
Quill se rió y se acercó a él.-Me debes una chaqueta.-Tomó sus muslos subiéndolo a la mesa de ahí.-Amaba esa, se me veía bien.
-Si, te veías caliente.-El menor lo atrajo a él.-Mucho.
-¿Si?
-Ajá.-Se acercó a besarlo, tomó sus labios en un dulce beso sintiendo la sonrisa del mayor haciendo que soltara una risita sobre los labios de su novio.-Te quiero.
-No tienes una idea de cuanto te quiero, Harley.
-Ustedes me dan asco.
-Papá.
-¿Qué? Venía por mis donas.
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Pietro tomó el brazo de Peter y lo hizo entrar a su habitación.-¿Lo tienes?
-Si.
-¿Es bueno?
-Por supuesto, no voy a escribir cualquier cosa para tu discurso.
El platinado asintió sentándose en su cama.-¿Y si él dice que no? ¿O si ni siquiera se presenta?
-Pietro.-Peter se sentó a su lado.-Estarán bien, estaba así de nervioso igual que tú, pero todo salió perfecto, tuve unos discursos inesperados, pero valió la pena y lo hará contigo.-El castaño tomó la mano del menor.-Míranos.
-Si.
-Fuiste mi primera pareja hombre, te quise mucho y te quiero aún, eres mi mejor amigo, Pietro, bueno, ya sabes.-Se encogió de hombros al recordar a Harry.-uno de ellos. Quiero que seas feliz.
Pietro dejó su cabeza en el hombro del menor.-Gracias por estar aquí, Peter.
-¿Dónde más estaría?-Peter apretó sus manos juntas.-Eres quien me necesita y siempre estaré para ti.
-¿Aún si es para algo estúpido?
-Si. Aún para eso.-El castaño sonrió.-Eres importante para mí.
-Tú también. Mucho.
-Tu boda será magnifica.
El mayor sonrió.-¿Lo crees?
-Lo sé.
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-¿No que aún no iban a tener hijos?-Ross se acercó a Loki.-Me sorprende que tengan otro ahora.
-¿Qué puedo decir, Ross?-Loki elevó una ceja.-Me alegro que tú y Stephen no se divorciaran.
-Me sorprende eso.
-¿Por qué?
Everett se cruzó de brazos.-Sigues coqueteando con él.
-Eres muy observador, pero ese coqueto es sin importancia. Ustedes están casados, no me entrometería con eso, mucho menos cuando tu hijo puede salir herido, sé que crees que soy alguien sin corazón, pero a veces si tengo sentimientos.
-Lo sé.
-¿Si?
-Él dijo que por ti volvió a mí. Mira, Loki, quiero dejar atrás el pasado.
-¿Cuál? ¿Ese donde besé a Stephen delante de ti?
-Si, ese.
-Oh, es triste dejarlo atrás. Fue un gran beso.
El agente suspiró.-No me obligues a golpearte otra vez como antes.
-¿Eso dices que fue un golpe? Se sintió como una caricia.
-Haces que sea tan difícil aguantarte.
Loki sonrió.-Igual te agrado.
-No.
-Sé que mientes.
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Bruce la miró y se acercó a la barra.-Hola.
-Banner, ¿Se te ofrece una copa?
-Si, quiero algo.
-¿Y que es?
-Una rubia.
-¿Cerveza rubia, entonces?
Natasha iba a voltear, pero Bruce tomó su mano.-No, no hablo de una cerveza.
-¿Y de qué hablas?
-De ti.
-¿Me quieres a mí aún cuando no soy la chica que presumes?
-¿De que hablas? Eres una espía increíble, eres la vencedora de nuestros concursos de beber, luces hermosa con cualquier color de cabello y sinceramente eres una mujer preciosa y con sentimientos hermosos también.
-¿Si?
Bruce asintió.-Eres la persona que más me comprende aquí, Natasha.
-¿Entonces, tú y yo estamos juntos?
-Me gustaría eso.
-Te daré esa rubia que quieres.-Le guiñó un ojo.-Será tuya.
